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Prueba Zontes V 310, espíritu custom para todos los días

18 de Octubre de 2019

Prueba Zontes V 310, espíritu custom para todos los días
Zontes V 310
Highlights: Cilindrada 312 cc | Peso 175 kg | Potencia 35,4 CV | Asiento 720 mm | Carnet A2 | Precio 4.895 €

Tanto si eres de los que buscas una moto fácil y exclusiva para todos los días, como si eres de los que ya está de vuelta de todo y no quiere complicaciones, la custom de Zontes puede ser una de esas motos que hace que tus neuronas se sientan cómodas desde el primer momento que te subes a ella. Una moto sencilla, económica y a la que lo le falta detalle.

 

El fabricante asiático ha recuperado una receta que muchos de las grandes firmas han olvidado; el de las custom de acceso, de media cilindrada. Unas motos que siempre han tenido su mercado y que afortunadamente, vuelven a estar en los catálogos de algunas marcas. Motos que en muchas ocasiones han sido la perfecta escuela para quienes ahora disfrutan de motos de mayor cilindrada pero que nunca olvidan una procedencia que quedó grabada para siempre en su disco duro.

 

Valsebike comercializa la nueva Zontes V 310 por un precio de 4.895 euros.

 

 

Tras las R 310, X 310 y T 310, Zontes completa con esta custom de media cilindrada “V 310” una gama destinada específicamente a los usuarios del A2 que se vertebra en el mismo motor monocilíndrico de 312cc pero que ofrece sensaciones que nada tienen que ver con las de sus hermanas y que nos recuerda más a aquellas divertidas motos de la vieja escuela. Además del motor, la accesibilidad en precio y prestaciones junto a un diseño atractivo y un equipamiento tecnológico sobresaliente, conforman la seña de identidad de la familia del gigante chino Tayo Motorcycle Technology, disponible al completo en Valsebike.

 

Uno de los principales argumentos de ventas de Zontes es su excelente relación calidad/precio. Un detalle importante que ha conseguido que cada vez sea más frecuente ver en las calles de nuestras ciudades estos modelos económicos a los que no les falta detalle alguno, tanto en equipamiento como en unos acabados más propios de gamas superiores.

 

 

Todos los grupos ópticos cuentan con tecnología led, incluido el faro delantero de aluminio

La interpretación propia que Zontes ha hecho de lo que ellos entienden por un modelo custom, nos parce acertada. Hoy en día los usuarios prefieren no tener que dedicar horas y horas a limpiar cromados que siempre demandan paño y “rinci” o a limpiar los tejidos de cuero con ceras que requieren horas de espera antes de disfrutarlos. Su aspecto nos recuerda más al de las actuales muscle-bike, con el predominio de un faro anguloso en su frontal y unas líneas musculosas que se rematan en el práctico respaldo del asiento del acompañante.

 

A las fibras que protegen el radiador se une un depósito de generosas dimensiones, y con apertura eléctrica de su tapa desde el manillar, y una quilla que viene de serie, al igual que el respaldo del pasajero. La salida del escape pasa inadvertida, bajo el motor, con salida por el lado derecho. Las estriberas del piloto se pueden regular en tres posiciones y las del pasajero se ocultan sin no se utilizan. Las llantas de aluminio de cinco palos, pulidos en el lateral, y el basculante brillante factura contrastan con la minimalista zaga de una moto estéticamente muy bien resuelta.

 

 

La V-310 de Zontes está disponible en color rojo o negro. 

A los mandos nos encontramos con mucho más de lo que nos esperamos en una moto de este precio (menos de 5.000 euros). Contamos con un tablero de instrumentos con pantalla TFT LCD a color, personalizable en cuatro configuraciones “ Recreation, Race, Street y Simplicity” y que ofrece todo lujo de detalles, una llave keyless o la apertura eléctrica del asiento y del tapón del combustible, todo desde las piñas retro iluminadas del manillar. 

 

Pero ahí no acaban los “lujos asiáticos”; disponemos de varios “modos de conducción”, topes anti caída en los laterales del chasis y hasta respaldo para nuestro acompañante. La Zontes V 310 también se bloquea y desbloquea sola, simplemente tienes que dejar la dirección girada por completo. Manetas y estriberas son regulables para adaptarse a todas las tallas de manos y piernas, portamatrículas flotante y hasta tiene una toma de USB para cargar dispositivos móviles.

 

 

La última integrante de la familia Zontes emplea la misma base mecánica monocilíndrica, DOHC, 4 válvulas, inyección Delphi y refrigeración líquida de 310 cc que aporta 34,8 CV de potencia a 9.500 rpm y 30 Nm a 7.500 rpm, una cifra que se queda lejos del techo de la categoría A2, algo que la Zontes compensa con uno de los pesos más bajos de a categoría dando como resultado una relación peso/potencia es bastante acertada, sobre todo para los motoristas con poca experiencia.

 

Aunque el sonido del motor/escape no es lo mejor de la Zontes V 310, su funcionamiento en líneas generales es suave, no se perciben vibraciones y permite circular de forma fluida has sobrepasar los límites legales permitidos en autopista. Dispone de varios modos de conducción, aunque la diferencia de entrega de uno a otro es mínima.

 

 

El monociclíndrico de Zontes está acoplado a una caja de cambios de seis relaciones, muy bien escalonadas y de accionamiento rápido. Las relaciones más cortas permiten aceleraciones más que dignas yel mejor régimen para divertirte en curvas es el que va de las 5.000 a las 7.500 rpm. Las reducciones fuertes a ritmo alegre no se trasmiten en reacciones bruscas sobre la rueda trasera gracias a un embrague antirrebote que funciona muy bien, incluso sobre firmes deslizantes, añadiendo seguridad en la conducción.

 

El fabricante asiático declara un consumo de unos 3,5 litros a los 100 km, una cifra que unida a la capacidad de su depósito de gasolina de 14 litros, permite una autonomía superior a los 300 km, lo que no está nada mal para una moto que muchos de los usuarios utilizarán para el día a día.

 

 

A diferencia de la “deportiva” X 310, la “naked” R 310 y la “trail” T 310, la V 310 se caracteriza por una altura del asiento muy baja (720 mm) y una mayor distancia entre ejes (1.492 mm). La base del bastidor es una estructura  multitubular de acero (como en sus hermanas, conduce el aceite a través de sus tubos ayudando a la refrigeración del aceite de motor).

 

Delante encontramos una horquilla invertida de 145 mm de recorrido y detrás un conjunto de doble amortiguador de 67 mm de recorrido detrás regulable en precarga, anclado a una basculante de aluminio, con cierto aire austriaco. Las llantas de aluminio de 17 pulgadas, montan neumáticos tubeless firmados por CST, en medidas de 110/70 delante y 180/55 detrás. El equipo de frenos emplea unos discos sobredimensionados de 300 mm delante y 230 mm detrás combinados con el sistema ABS Bosch 9.1M.

 

 

El funcionamiento de la parte ciclo digiere sobradamente las prestaciones de un motor que lo hace todo fácil. Es my fácil llegar con los dos pies al suelo gracias a los 720mm de altura del asiento. Moverla en parado no es problema, si exceptuamos su escaso ángulo de giro. La posición está a medio camino entre una custom y una naked, bastante cómoda. La horquilla delantera cuenta con un tarado que persigue más la comodidad que la firmeza, aunque se aguanta dignamente en las curvas y supera con buena nota la prueba a la que la sometimos. El par de amortiguadores, sin embargo, tiene un funcionamiento más seco, sobre todo cuando pasamos por esos resaltos inesperados o por asfalto bacheado.

 

Los neumáticos ofrecen buenas sensaciones y, en conjunto, la moto tiene una pisada precisa. Es ágil y se mueve de lado a lado con facilidad. La Zontes V 310 frena bien y no se levanta en las curvas como sería de esperar con una moto que nos es precisamente corta entre ejes, ese aspecto lo han resuelto bien gracias a unas geometrías que se parecen más a las de una naked que a las que podríamos esperan en una custom.

 

 

El ancho y plano manillar de aluminio te ofrece todo el control para trazar a tu gusto las curvas, sin que necesites más que los hombros para llevar la Zontes V 310 de un lado al otro. Su agilidad a la hora de moverte entre el tráfico diario se asemeja más al de una pequeña 125 que al de una 500, una cualidad muy importante para los que la van a utilizar a diario o para los que se inician en esto de las motos A2.

 

Permite inclinaciones serias sin que oigas arrastrar las estriberas o el caballete lateral, en eso poco se parece a las custom tradicionales. El motor permite darte alegrías en zonas de curvas, ayudado para una parte ciclo neutra y un embrague antirrebote que te hace la vida más fácil a la hora de reducir cuando te ves en el ápice de la curva. El freno delantero ofrece un buen mordiente y la trasferencia de masas en aceleraciones y frenadas es menor de lo esperado.

 

 

Al envoltorio tecnológico con el que se presenta la Zontes V 310, se une una parte ciclo que funciona bastante bien y un motor que permite mover con soltura los 175 kilos que pesa sobre la báscula. Una moto a la que te enfrentas con demasiados reparos pero que te va conquistando con el paso de los kilómetros. Y es que aún tenemos la mente poco abierta y nos cuesta aceptar que las marcas de motos no van a ser siempre las mismas y que al final, nuestras neuronas, se dejan llevar por lo que les resulta cómodo y placentero.

 

Seguramente será una moto que conecte mejor con la mente abierta de los más jóvenes, sobre todo por su interpretación moderna del concepto custom, por la tecnología que aporta y por un precio realmente competitivo, pero cualquier cincuentón como el que suscribe este artículo, gozará igualmente de las bondades de una moto que hace honor a una marca que está entrando con fuerza en el mercado canario.

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 
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