Bimota DB7. Un prodigio en la calle.

La DB7 será la gran protagonista, Junto con la DB6 Delirio, en la futura edición de la Bimota Cup en 2010. 

Una moto de estricta serie, cuya única diferencia con la versión de calle son unas fibras de circuito en carbono, además de la lógica eliminación de los faros, retrovisores y porta matrícula.

Cinco vueltas en la DB7 al circuito de Montmeló, con motivo de una toma de contacto para la presentación a la prensa de la Bimota Cup, me parecieron poca cosa para extraer unas conclusiones honestas que poder contaros. O al menos esa era la excusa que me estaba inventando sobre la marcha, mientras telefoneaba a Javier Cortés, uno de los gerentes de ALV DEALER IMPORT, para pedirle una DB7 de la Copa, ya que en los próximos días tenía previsto ir a rodar al circuito de Alcarrás.

Dicho y hecho. Pasé a recoger la flamante Bimota a las antiguas instalaciones de Azuqueca de Henares (ya se han mudado a Guadalajara) mientras me sinceraba conmigo mismo, diciéndome que todo esto era porque en realidad me había quedado con ganas de más. Y era verdad, ya que este tipo de motos son de las que dan pena devolverlas a sus propietarios.

Ya en el momento de cargarla en mi “furgo”, pude apreciar que, además de pequeñita, era una moto muy ligera. Algo que ya sabía y que volvería a comprobar cuando rodase en el circuito leridano, dos días después.

TOP MODEL
En los boxes de Alcarrás, la DB7 hizo volver la cabeza a más de uno, pues no es muy habitual ver Bimotas en la calle y mucho menos en este escenario, disfrazadas con las pinturas de guerra. Y es que nadie, entienda o no de motos, puede negar su origen italiano, donde el diseño adquiere un protagonismo especial.

Sus formas, y las de prácticamente todas las Bimota que han existido, están concebidas para una utilización racing y ese mismo concepto es el que, a la postre, ha marcado el sello identificativo de la marca.

En parado, la posición de conducción es casi perfecta, manteniendo el culo alto, las estriberas bien atrasadas y los semi manillares en posición de ataque. Todo está muy cuidado, con componentes de primera calidad y dentro de una atmosfera minimalista que resulta muy acertada. La mires por donde la mires, aparecen materiales y detalles de alta tecnología, como su chasis artesanal que combina tubos de acero en sección oval, con aluminio de aviación mecanizado y que consigue una rigidez sobresaliente.