Tres rutas en moto para conocer a fondo Las Palmas de Gran Canaria

Actualmente existen muchas formas de llegar a conocer una ciudad. Sin embargo, hacerlo en moto es una de las mejores formas para descubrir con total libertad rincones escondidos y disfrutar de escenarios que se salen de los recorridos habituales de los turistas. Además, el contar con uno de los mejores climas del mundo favorece que aprovechar las ventajas de la moto sea una de las mejores experiencias para descubrir una ciudad centenaria en contante ebullición.

Las Palmas de Gran Canaria, la capital de la isla de Gran Canaria, es el lugar perfecto para el inicio de una expedición que hemos dividido en tres rutas, cada una de ellas con un contenido diferente; Ciudad del Mar, Ciudad de los Miradores y Ciudad Histórica y Cultural. Y pensando en aquellas personas que le tienen respeto a las dos ruedas, hemos elegido como compañera de viaje la Tricity de Yamaha, una práctica escúter 125 de tres ruedas realmente sencilla de conducir, capaz de albergar con solvencia a conductor y pasajero, y que se puede llevar con el carnet de coche.

Ruta 1.- Las Palmas de Gran Canaria – Ciudad del Mar

El inicio de esta primera ruta será el Mirador de La Laja, en la entrada sur de la ciudad y presidido por la majestuosa estatua dedicada al dios marino Tritón diseñado por el escultor Manolo González. El hijo de Poseidón es el encargado de dar la bienvenida a los viajeros que llegan por la autovía del sur a Las Palmas de Gran Canaria además de ser un mirador natural sobre la Playa de La Laja y con unas magníficas vistas frente al océano. Continuamos nuestro recorrido a los mandos de la suave Tricity sin apartarnos del litoral este de la ciudad y siguiendo la GC-1 en dirección norte, hasta San Cristóbal, un barrio pesquero de carácter tranquilo y afable y con una oferta gastronómica de pescado fresco muy recomendable, que atrae a visitantes y vecinos de la ciudad. En Muelle Deportivo es la tercera parada de nuestra ruta. Está ubicado en el centro de la Avenida Marítima, junto a la playa de las Alcaravaneras, y contamos con parking gratuito para dejar reposar la Yamaha más fácil de conducir. Esta coqueta marina es la de mayor número de atraques del archipiélago y destaca por la práctica de deportes durante todo el año, hecho que lo convierten en un centro náutico único en el mundo. Seguimos nuestra ruta y aprovechamos la potencia del motor Yamaha para atravesar el istmo de Santa Catalina, adentrándonos en el recinto portuario, y llegar hasta el Muelle Reina Sofía, un dique que se interna más de un kilómetro en el mar y que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad, sobre todo a primera hora de la mañana. Finalizamos nuestro recorrido por la Ciudad del Mar atravesando en popular barrio de La Isleta para desembocar, por un tramo de tierra en el que las tres ruedas de la Tricity aportan seguridad, en El Confital, una playa de aspecto salvaje desde la que se puede contemplar, sobre todo al atardecer, un semblante poco frecuente de la Playa de Las Canteras, una playa urbana de arena rubia que ofrece un largo paseo de tres kilómetros lleno de bares y restaurantes con terrazas.

Ruta 2.- Las Palmas de Gran Canaria – Ciudad de los Miradores

Comenzamos nuestra segunda ruta en la otra punta de la ciudad, en la salida norte por la GC-2, en el Mirador del Atlante, un lugar excepcional con vistas al mar para disfrutar del primer café de la mañana contemplando el amanecer sobre la Playa de Las Canteras y el skyline de la capital grancanaria. Llega el momento de poner a prueba la potencia de la Tricity para desviarnos en Costa Ayala y ascender serpenteando por las curvas que suben hacia Los Giles que, sin ser un mirador propiamente dicho, es un recorrido recomendable con una perspectiva de la ciudad, casi a vista de pájaro. Seguimos nuestra ruta por Tamaraceite dejando a un lado la circunvalación para bajar por la carretera del Cardón para llegar al Polígono Díaz Casanova desde donde, su balconada ladera ofrece una de las mejores vistas de la ciudad, sobre todo de la zona del istmo, con el auditorio Alfredo Kraus en primer término y el Muelle de la Luz como fondo. Serpenteando ágilmente sobre las tres ruedas de nuestra Yamaha alcanzamos el Mirador de Cuatro Cañones, en el barrio de Schamann, un lugar privilegiado para deleitarnos con las vistas sobre el parque Doramas, Ciudad Jardín y la bahía de Las Palmas. Para finalizar este recorrido por los miradores, qué mejor que encaramarnos por las callejuelas de San Roque, uno de los barrios que formaban los antiguos Riscos de la Ciudad y que influyó de forma decisiva en la fundación de la ciudad. Este colorido conglomerado de de casas que parecen esculpidas en las rocas es un lugar estratégico para la defensa del barranco Guiniguada y hoy en día, una imagen de postal para todos los que quieren descubrir los mejores rincones de las Palmas de Gran Canaria, con la catedral de Santa Ana y todo el barrio de Vegueta a nuestros pies.

Ruta 3.- Las Palmas de Gran Canaria – Ciudad histórica y cultural

Para esta ruta aparcaremos nuestra moto junto al Parque de Santa Catalina y disfrutaremos de uno de los enclaves más multiculturales de la isla. Este animado parque es la puerta de entrada de la ciudad los cruceristas que desembarcan en el cercano muelle de cruceros de Santa Catalina. Su ubicación es privilegiada, enclavado entre el  puerto y la playa de Las Canteras. La vida diurna y nocturna es de las más animadas de la ciudad, con una amplia oferta gastronómica y de ocio nocturno. En el mismo parque, en el edificio Elder, descubrimos el Museo de la Ciencia y Tecnología, y basta coger nuestra Tricity para llevarnos en un par de minutos a otro enclave importante de la zona, el acuario Poema del Mar, situado en el Muelle Sanapú y que ofrece, entre otras atracciones naturales, un enorme cilindro con un volumen de 400.000 litros de agua que exhibe una gran variedad de colores de coral y de peces. El Castillo de la Luz es nuestra siguiente parada en la ruta cultural por la capital grancanaria. Este castillo es la fortificación más antigua de la provincia, de planta cuadrangular, con dos torres redondas. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1941 y es la sede de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino. Merece la pena aparcar la Tricity en cualquiera de los parkings gratuitos para motos que hay en la zona y disfrutar de un paseo por la historia que contrasta con la moderna tecnología de la Yamaha que cuenta, entre otras prestaciones, con frenada combinada e indicador de conducción eficiente. Aprovechando sus excelentes cualidades dinámicas, recorremos el centro del istmo por la emblemática calle Fernando Guanarteme hasta desembocar en el Auditorio Alfredo Kraus que preside la Playa de Las Canteras desde uno de sus extremos. Es, sin duda, una de las instituciones culturales más importantes de la ciudad y merece la pena, además de visitarlo, darse un paseo por sus aledaños; los Jardines del Atlántico y la Plaza de La música. Para el final de nuestra tercera ruta dejamos la guinda del pastel: Vegueta, el barrio con más solera de la ciudad y con atractivos ineludibles como la Catedral de Santa Ana, el Teatro Pérez Galdós, el Museo Casa de Colón o el Gabinete Literario, todos ellos merecedores de dedicarles una cuantas horas de paseo relajado, antes de meter el casco bajo el asiento de la Tricity y disfrutar del relax en las terrazas de la calle Mendizabal o de un paseo de compras por la comercial e histórica calle Triana.

Las Palmas de Gran Canaria es sin duda uno de esos destinos en los que el relax, la diversión, la playa y el buen tiempo están asegurados y que, por lo tanto, resulta una opción estupenda para las vacaciones o alguna escapada. Una moto limpia, fiable y fácil de conducir como la Yamaha Tricity te invita a perderte por las callejuelas más sinuosas de la ciudad y disfrutar de la tranquilidad acompañado de una cómplice de viaje como es la moto, que hará que disfrutes al máximo de todas las vivencias que solo en una ciudad multicultural como Las Palmas de Gran Canaria podrás encontrar.

En cualquiera de las tres rutas es importante aprovechar las ventajas de moverse en moto para visitar lugares de gran belleza y disfrutar de todos sus rincones sin tener que estar pendiente de horarios de guaguas ni de taxis. Pero también es primordial no descuidar la experiencia gastronómica de la ciudad en la que resaltan las papas con mojo, quesos locales, productos de mar, recetas de antaño como el sancocho o el caldo de papas, postres a base de gofio… Y es que la gastronomía grancanaria es sabrosa y variada. Un mosaico de gastronomía tradicional y cocina de mestizaje o de fusión.

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La Yamaha Tricity ofrece excelentes cualidades para moverse por la ciudad sin tener que gastar demasiado y con un nivel de calidad más que aceptable. Una scooter sencilla, amigable y confortable que, gracias a sus tres ruedas y a su frenada combinada, ofrece mucha  más confianza a los que vienen del mundo del coche, sin mucha experiencia sobre dos ruedas. Y es que hay muchos usuarios de este tipo de motos que no necesitan más para poder moverse por la ciudad con eficacia y eficiencia. Su pequeño motor monocilíndrico de cuatro tiempos y 125 cc produce 12 CV, que son más que suficiente para volar sobre la jungla urbana. Su cuidada estética, en consonancia con las líneas agresivas y deportivas de la marca japonesa, mezclan clasicismo y modernidad con un diseño menos conservador y más rupturista, con detalles de modelos alta gama. En definitiva, una opción realmente interesante para un uso urbano, sobre todo para aquellos que tienen respeto por las dos ruedas pero que no quieren renunciar a la experiencia de sentir el viento en la cara.

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