¿Sabes cuánto ha mejorado el ABS la seguridad de los motoristas?

Recuerdo aquella época, no tan lejana, en la que elegíamos un modelo de moto sin ABS y con la diferencia de precio nos comprábamos una cola de escape más sonora. ¡Qué inconscientes éramos! Ahora, con la entrada en vigor de la Euro4 todas las motos y scooters superiores a 125cc vienen de serie con esta ayuda a la conducción. Y es que, excepto para algunos casos de conducción off-road, el ABS ha demostrado su eficacia en cualquier situación de conducción.

La decisión de haber obligatorio el ABS nos parece acertada, sobre todo viendo imágenes como las que os mostramos en este vídeo, en el que una Pulsar sin ABS pierde el control al tocar su piloto la maneta de freno sobre un aguacero. Detrás venía una KTM con ABS que puede realizar una frenada de emergencia con absoluto control y seguridad. El ABS permite mantener el control de la situación y detenerse con seguridad a pocos centímetros de la moto y de su conductor.

Que aún haya personas que duden sobre la eficacia del ABS nos parece irracional. Es innegable que el plus de seguridad que aporta este dispositivo tiene un valor mucho más alto que el incremento que su obligatoriedad ha supuesto en el mercado. Las dos ruedas de la moto contactan con el suelo mediante una superficie de goma que no supera la superficie de una cajetilla de tabaco. Y sabiendo que el asfalto por el que transitamos no está exento de trampas en forma de pinturas deslizantes, suciedad, residuos o alcantarillas, hacen imprescindible este silencioso y hasta poco intrusivo ángel de la guarda denominado ABS.

El funcionamiento del ABS es bastante sencillo y con el paso de los años han reducido su peso y aumentado su eficiencia de forma exponencial. El cerebro del ABS funciona sirviéndose de sensores en las ruedas que analizan la velocidad de giro de las ruedas en relación a la velocidad a la que circula la motocicleta. Si detectan un posible bloqueo en cualquiera de las dos ruedas o una diferencia en la velocidad de giro entre ellas mientras aplicamos presión sobre el circuito, el ABS libera parte de esta presión para evitar que la rueda se bloquee por completo y perdamos el control de la moto.

Los actuales sistemas antibloqueo, al menos los más avanzados del mercado, están combinando con las plataformas de medición inercial (IMU) que recogen el movimiento de la moto en hasta seis ejes, detectando incluso fases de aceleración o frenado. Conjuntamente con una electrónica más sofisticada los ABS como el Bosch 9.1MP logran predecir también el bloqueo en inclinación cuando tomamos una curva, impidiendo que la rueda delantera pierda el agarre.

El sistema de Bosch MSC como el que equipan algunos modelos del mercado con reparto de frenada entre ambas ruedas también puede gestionar el reparto de la frenada, derivando parte del exceso de presión al eje trasero si estamos utilizando sólo la manera derecha y viceversa.