Rincones de Gran Canaria para descubrir sobre dos ruedas. Parte 5

Un relato de Feli Santana con fotos de Marcelino Ortega

RINCONES DE GRAN CANARIA QUE TE RECONFORTAN CON LA NATURALEZA (5)

El organizador del Viejas Glorias quiere enseñar a los moteros intrépidos algo más que carreteras, a través de las rutas de todo tipo. Para que descubran el verdadero potencial de Gran Canaria, escudriñen el paisaje y admiren lo pequeño que somos ante un espectáculo tan grande. Nuestro continente en miniatura tiene mucho más que ver en moto que lo que se imaginan. A disfrutar del lado bello de la isla…

En la década de los noventa moverse con motos de trial por la isla era una tolerancia más permisiva. No había una reglamentación exclusiva de espacios con protección especial y el reto de ir descubriendo las vertientes, los grandes barrancos y cordilleras, se convirtió en una brillante iniciativa que nos dejó gratos recuerdos y un interés especial por conocer la realidad geográfica de este continente en miniatura.

El gran sur permanecía ausente, casi desconocido para las mayorías. Tan solo podíamos interpretar a los cazadores como deportistas que más se integraban en esos descubrimientos del terreno. Aún se conservaban intactos muchos caminos rurales que conectaban municipios de medianías y cumbres. Rutas de mar a montaña con el consiguiente estado de conservación y abandono de toda actividad agrícola y ganadera en el interior de la isla.

Circo montañoso de Pilancones, paraíso de trialeros en los noventa

Tan solo pequeños núcleos aislados se sostenían al amparo de sus ancianos y pequeños agricultores. Pedazos de tierras, con plantas frutales y caserones de campo esparcidos. En esta visita queremos hacer un breve paseo por el interior de uno de los grandes desconocidos parques naturales, el circo montañoso de Pilancones, controlado por el Cabildo de Gran Canaria con un Aula de la naturaleza en su interior y las Heredades de Aguas del barranco de Ayagaures, cuya zona alta de pinares linda con San Bartolomé de Tirajana, municipio al que pertenece todo el parque natural. Casi 5.800 hectáreas al este de Fataga y al oeste de Cercados de Araña.

Para los más curiosos, argumentarles que Pilancones son pozas naturales abiertas en la roca caliza, que conforman charcos de agua que se mantienen mucho tiempo con el líquido elemento conservado. Antiguamente lo usaron los antepasados como recursos de supervivencia, tapando las pozas con lajas para evitar la evaporación del agua por el sol.

Dentro de este gran espacio natural, encontramos como más significativos los Embalses de Ayagaure y la Gambuesa, escalonados. Si ascendemos por el margen derecho de Ayagaure Alto podemos escalar a la degollada de la Penca con una visión espectacular sobre las presas y la cuenca. Continuamos por el pinar del Ventoso para llegar al lugar del "Descansillo del muerto". -Aquí existía una fuente con una piedra, donde se depositaba la caja mortuoria, de los muertos que se llevaban a enterrar a Tirajana. Las familias descansaban y tomaban agua antes de continuar camino al cementerio. Un camino de unas tres horas sin parar. Recordar que muchos pueblos rurales del interior de la isla, sucedía el mismo movimiento funerario y solo existía una caja, que devolvían al lugar de origen. Actualmente en Ayagaures existe la Cueva del Féretro.

El Risco de las Palomas resalta en el centro de la cuenca a donde fluyen varios barranquillos internos. Arriba, las cumbres de Trujillo, Lomo del Guardia y degollada de Manzanilla, desde donde se ve una visión especial de todo la cuenca de Tirajana y las cumbres más altas. Continuamos cerrando el círculo con dos imponentes Morros, el de las Vacas y el Morro de la Cruz Grande, el punto más alto de Pilancones. Desde ahí cerramos el círculo hacia el Sur, con las diferentes degolladas conectadas por un camino aéreo. El Morro del Hierba Huerto y la Montaña de las Tórtolas, bajando hacia la degollada de los Helechos, Montaña Alta del Sur, degollada del viento y montaña del Rey.

Ayagaures es un poblado que ha subsistido con Pilancones en una fértil tierra de frutales, regada por los dos grandes embalses. Los poblados del interior más significativos destacan el de Ayagaure Alto remozado y los poblados antiguos de las Casas de Tajinas, tal por el Bailadero y el poblado abandonado de Las Tederas. En este último poblado resulta curioso recordar que hasta los años noventa existía una mala relación entre sus dos únicas vecinas, que ya desaparecieron.

En los núcleos de vegetación, aparte del pinar, destacan los oasis de Palmeras, las famosa Tederas, plantas de altura media que plagan todo el barranco, y destacan en el recuerdo los dos Pinos más grandes de la isla muertos hace un decenio. El Pino de La lajilla, sobre los 80 metros y el famoso Pino de Pilancones, que llegó a los 36 metros de altura y abrazamos cuatro “trialeros” unidos a su tronco de mano. Muchas visitas en moto en el recuerdo a su altar. MÁS INFO

Se puede acceder por pista de tierra hasta las Tederas, y por las cumbres hasta diferentes puntos por la degollada Manzanilla y por la Cruz Grande, en muchos casos hace falta permiso de medio ambiente para el acceso a estas zonas restringidas con moto. Aunque visitar Ayagaure, por el barranco desde el sur es para todo tipo de vehículos, con un recorrido espectacular a través de Monte León y el barranco de los Palmitos, o para los más “todo terreno” a través de las pistas rápidas de tierra de Vicentillos y Fataga, con la visión de los grandes cañones y Morros El Garito, La Cogolla, La Penca y ese espacio infinito de lajas soleadas y palmeras solitarias que enriquece las vistas al paisaje del parque natural de Pilancones

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