24 de Junio de 2012
El casco es, como casi todos sabemos, el primer y más importante elemento de protección que tiene un motorista frente a los impactos que puede sufrir en su cabeza. Aunque para ser más exactos debería decir que no solo salvaguarda la integridad de los conductores de vehículos de dos ruedas, sino que también es imprescindible para los corredores de coches, ciclistas, trabajadores, patinadores, etc.
Aunque aquí hablaremos en concreto de los cascos de motoristas y de los diferentes tipos que existen, en función de su tipo de construcción y forma. Pero antes de entrar en detalle, debemos recordar que el uso del casco es obligatorio cuando conducimos un ciclomotor o una motocicleta, y además de minimizar los daños que podamos sufrir en una caída, no usarlo implica la retirada de tres puntos y una sanción económica de 200 euros.
Los primeros cascos
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿El casco o la motocicleta? En este caso la solución es muy fácil: la motocicleta. Los primeros conductores empezaron a usar antes prendas que los resguardase del frío como cazadoras que los cascos.
Un buen día, aproximadamente en los años 30, alguien que quizás había besado el suelo en demasiadas ocasiones, decidió ponerse uno de cuero similar a los que usaban los pilotos de aviones. Proteger, lo que se dice proteger, no protegía mucho pero servía al menos para que las piedras que en aquellos años poblaban las carreteras no hiciesen daño.
Es complicado decir exactamente quién fue su inventor aunque la mayoría está de acuerdo en que el precursor fue el neurocirujano Hugh Cairns. Todo surgió a raíz de la muerte del mítico actor Thomas Edward Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, en 1935 después de golpearse la cabeza en un accidente de motocicleta tras haber evitado atropellar a dos niños que se interpusieron en su camino.
Hugh Cairns diseño un casco fabricado con fibras de coco entretejidas y pegadas mediante una resina. Se sujetaba a la cabeza mediante dos tiras de cuero que partían de los laterales a la altura de las orejas y se abrochaba debajo de la barbilla con una hebilla.
Gracias a los motoristas del ejército inglés, realizó dos estudios entre 1941 y 1946, concluyendo en el segundo de ellos que los motoristas que habían usado su casco sufrieron un menor número de heridas y además de menor consideración que los que no lo llevaban. El primer casco que apareció con fabricación en serie fue el denominado tipo Cromwell, basado precisamente en los fabricados por el Doctor Hugh Cairns.
A partir de este momento la industria del casco fue avanzando a pasos agigantados, y los materiales con los que se fabricaban fueron mejorando cada vez mas. De las fibras de coco se pasó a cartón piedra forrado con corcho, fibra de vídrio, A.B.S. (acrilonitrilo-butadieno-estireno, material termoplástico que no debemos confundir con el sistema antibloqueo de frenos), poliuretano, y últimamente fibra de carbono y kevlar.
La patente del casco fue realizada por Charles F. Lombard, un investigador de la Universidad del Sur de California en 1953, y que ya utilizaba la misma forma constructiva que conocemos en la actualidad: un interior acolchado que disipa la energía del impacto y una exterior, también denominada calota, ligera y muy resistente.
En 1957, la Fundación Snell, que tomaba su nombre de William “Pete” Snell, piloto que falleció a consecuencia de las heridas sufridas en la cabeza tras un accidente de motocicleta, normalizó la fabricación de los cascos.
Y ahora vamo a ver los tipos de cascos disponibles en el mercado:
Casco integral
Los cascos, en función de su forma se pueden dividir en cinco clases, que agruparemos desde los más seguros a los menos seguros: integrales, semi-integrales, modulares o convertibles, jet, semi-jet y los conocidos como calimeros o quitamultas, que han sido prohibidos. Los cascos integrales rodean completamente la cabeza y cara. Poseen una pantalla practicable en la parte frontal y tomas de aire delanteras y traseras para mantener una óptima y confortable temperatura interior. Dependiendo de la calidad, utilizan sistemas de cierre rápido o hebillas denominadas de “doble D”, siendo estas últimas las más seguras ya que es prácticamente imposible que se suelten en un accidente.
Casco modular
Los cascos semi-integrales, modulares o convertibles presentan un aspecto casi idéntico a los anteriores, con la diferencia de que además de la pantalla, toda la parte frontal es practicable, pudiendo abrirse completamente dejando el rostro al aire. Muy cómodos por ejemplo para hablar con la gente sin tener que quitárnoslo aunque por seguridad, se debe circular con ellos cerrados con el fin de que nos protejan correctamente.
Casco jet
Los cascos de tipo jet son muy utilizados por conductores de scooter y ciclomotores. Protegen completamente la cabeza y dejan abierto el rostro aunque algunas versiones, para evitar la molestia del aire en los ojos, poseen pantallas o semipantallas.
Casco semi jet
Por último, los cascos semi-jet son casi iguales que los anteriores aunque un poco más pequeños, dejando la parte inferior de la cabeza al aire (laterales de la mandíbula y parte superior de la nuca). También disponen de pantallas frontales para evitar el aire en la cara.
Uso del casco