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Prueba Scrambler Ducati Classic, insaciable devoradora de curvas

03 de Julio de 2015

Prueba Scrambler Ducati Classic, insaciable devoradora de curvas

Comenzamos con la primera duda que nos surge con la Scrambler, ¿Porqué Scrambler by Ducati y no simplemente Ducati Scrambler? La respuesta de la marca de Borgo Panigale es muy sencilla; Ducati ha creado con esta saga de cuatro modelos personalizables, un nuevo segmento cuya diferenciación requería una personalidad propia y por eso nace esta nueva línea de motos que comparten distribución y espacio en los concesionarios Ducati.

 

Y precisamente el distribuidor autorizado en las islas, Ducati Canarias, nos cedió una unidad de la nueva Scrambler by Ducati, concretamente la versión Classic, para que nuestro equipo de pruebas pudiera ser testigo de las virtudes de esta nueva creación de la firma transalpina que se está convirtiendo por derecho propio en un fenómeno de masas.

 

Un modelo que se convierte por precio y prestaciones en el primer escalón de acceso a la marca, ya que con la desaparición de las Monster 696/796, la Monster 821 es la Ducati más económica con un precio se acerca a los 11.000 euros, y aunque es una moto que ofrece la tecnología de vanguardia del universo Ducati, no deja de ser una opción arriesgada.

 

Por los argumentos antes detallados, y porque hay que buscar nuevos retos y clientes nuevos, nace la Srambler Ducati, con un precio de partida de 8.200 euros. Una moto sencilla, asequible para cualquier tipo de usuario, sin más electrónica que la imprescindible y con componentes sencillos pero de buena calidad. Una moto que se puede personalizar a gusto del cliente y que será un interesante reclamo para los usuarios ávidos de motos con personalidad.

 

Como ya dijimos al comienzo del artículo, nuestra unidad de pruebas ha sido la versión Classic, una variante inspirada en el estilo de los años setenta en los que primaba por encima de otros aspectos, la funcionalidad y el placer de conducción. La Classic destaca por detalles de calidad como las tapas de aluminio en el depósito de 13,5l con forma de lágrima o las de la distribución y los guardabarros de aluminio, que unidos a las llantas de radios, le otorgan ese aire de sencilla elegancia. Un aire setentero rematado con la tapa de aluminio de la cola del escape y con el asiento corrido con acabado marrón de aspecto vintage.

 

El diseño de la Scrambler ha sido uno de los aspectos más cuidados de la moto, y eso se nota. Una moto que pretende emular esas motos “de toda la vida” pero con componentes actuales. Desde la horquilla invertida a las llantas de radios -en un elegante acabado satinado con radios cromados- capaces de albergar neumáticos de hoy en día, pasando por las pinzas de freno de anclaje radial o el mono amortiguador que gobierna los movimientos de ese espectacular basculante tipo banana. Al igual que las manetas -la de freno regulable en cuatro posiciones-, los reposapiés, de fundición de aluminio, van pintados en negro. Estos incluyen la palanca del cambio y la del freno trasero, a imagen de las motos más camperas.

 

Para que la instrumentación no desentonara con el resto del conjunto, Ducati ha elegido un conjunto redondo, compacto y de aspecto clásico que se escora a la derecha del manillar. La información se ofrece al piloto mediante un panel digital circundado por los chivatos habituales en cualquier moto. En el exterior del panel, las revoluciones son indicadas por una escala de indicadores que avanzan en sentido horario, y en el centro la velocidad está indicada en números de gran tamaño, para que por error no caigas en la trampa de algún radar imprevisto. Además contamos con cuentakilómetros total y dos parciales, indicativo de trip-fuel para no quedarnos tirados, temperatura, recordatorios de servicio, reloj, luz de reserva, indicador de ABS, y testigos para el aceite, los intermitentes, inmovilizador, punto muerto, luz de carretera y de sobrerrégimen.

 

Y qué decir del faro delantero con aro led, uno de los símbolos identificativos de la gama Scrambler, que pone de nuevo de manifiesto que aunque tenga aires de setentera, esta moto incorpora la mejor tecnología del siglo XXI. Junto al faro, bien juntitos para evitar destrozos a la menor caída, los intermitentes. Y detrás, más tecnología led para el piloto de 12/18 diodos para luz normal o para luz de freno, respectivamente.

 

El chasis, fabricado el acero, es la pieza clave para ese aspecto sexy que la Scrambler ofrece vista desde atrás. Estrecha, bajita y con ese depósito tan bien rematado, y tan fácilmente personalizable. Un bastidor de espina dorsal, que se desdobla en los laterales para abrazar el motor y que recorre el asiento hasta llegar al eje del basculante, de tipo banana el tirante derecho, que alberga el mono amortiguador por el lado izquierdo. Las cotas del mismo, ángulo de 24º y un avance de 112 mm, prometen diversión a raudales en carreteras de curvas.

 

Para las suspensiones se ha recurrido a un habitual colaborador de la marca; tanto la horquilla como el amortiguador están firmados por Kayaba. La primera, invertida y con barras de 41mm, y el amortiguador trasero, regulable en precarga. Ambos proporcionan 150mm de recorrido a unas llantas que albergan neumáticos, mixtos en el caso de la Classic, de generosas dimensiones; 110/80 ZR18 delante y 180/55 ZR17 detrás. Y a la hora de “echar el ancla” contamos con un sistema de frenos Brembo y un moderno ABS Bosch 9.1 MP AMS. Delante disponemos de un simple disco de 330 mm de diámetro mordido por una pinza radial Brembo Monobloque M 4.32B. Para la rueda trasera basta un disco de 245 mm de diámetro y una pinza con pistón de 32 mm.

 

El motor, de 803cc y refrigerado por aguay aceite, deriva del utilizado en la Ducti Monster 796, pertinentemente rediseñado internamente y externamente para que luzca más jovial, que trasmite la potencia a la rueda trasera mediante una caja de cambios es de seis velocidades con embrague multidisco bañado en aceite y que incorpora sistema APTC anti-rebote para no bloquear la rueda trasera en las reducciones.. Uno de los aspectos más destacable de este motor es que utiliza una distribución con cruce de válvulas de 11º, heredada de sus hermanos testastretta y que busca conseguir un funcionamiento más redondo a cualquier régimen. De la alimentación del “desmo” se encarga un compacto conjunto inyector simple de 50 mm de diámetro con dos sub-inyectores. Ducati anuncia para el motor 75 cv a 8.250 rpm y un par motor de 68 N•m a 5.750 rpm. Y todo esto con generosos intervalos de mantenimiento cada 12.000 km.

 

Y por fin llega la hora de subirnos a la Scrambler Ducati… El asiento es bajo -apto para cualquier talla- y todos los mandos que debes accionar están donde deban estar, algo que no siempre ocurre. Es una moto sin el “sambenito” del periodo de adaptación. La sientes tuya desde el primer momento. Fácil e intuitiva, sólo te llevará más tiempo del habitual acostumbrarte a leer en el cuadro el régimen del motor. ¡Justo hasta que dejes de preocuparte por él y confíes en la luz de sobre régimen!

 

En los primeros kilómetros redescubres la autenticidad de una moto; chasis, motor, manillar, dos ruedas y punto. Éste es uno de los puntos fuertes de la nueva Scrambler Ducati. Sus 186 kg en orden de marcha también contribuyen a facilitar la compenetración moto-piloto ofreciendo en todo momento una ligereza que te permite circular muy rápido por carretera . Una moto sencilla que no te aparte un ápice del objetivo para el que ha sido creada una moto, disfrutar conduciéndola en un continuo transitar de sensaciones. Como las motos de toda la vida, y las que están por venir… ¡Cómo les hubiera gustado a los propietarios de aquellas Ducatis de los 70s tener una moto tan funcional como este remake de la Scrambler original!

 

El desmodrómico de 803 cc empuja con bastante bien desde 2.000 rpm, pero si somos capaces de llevarlo siempre sobre las 5.000 rpm, olvidaremos que estamos ante un bilicíndrico en “L”, disfrutando de una suavidad y dulzura impensable en anteriores ediciones de este motor. Y para ello sólo tienes que centrarte en sacarle todo el partido a su caja de cambios precisa y de fácil accionamiento. A partir de esas recomendables 5.000 rpm, encontramos una segunda etapa del motor. Una zona con prestaciones bastante serias que ponen de manifiesto todo el empuje que es capaz de entregar el musculoso motor de la Scrambler, y un inconfundible sonido Ducati.

 

Para disfrutar de la Scrambler nos marcamos un recorrido muy variado por todo tipo de carreteras, sobre todo del norte de Gran Canaria, e incluso algunos tramos fuera del asfalto. Y es que la Scrambler, por su dulzura, poco peso, ancho manillar y escasa distancia del asiento al suelo, invita adentrarte por esas pistas que siempre te han seducido y descubrir escenarios escondidos que hasta ahora te has perdido. La Scrambler Ducati tiene un comportamiento predecible y controlable sobre cualquier terreno… ¿Habrá gomas de tacos en estas medidas?

 

Obviamente donde menos cómoda se encontró la Scrambler fue en la autovía, aunque si vas a velocidades legales no tendrás más problema que la escasa -más bien, nula- protección y recolocarte de vez en cuando en un sillón que desliza más de lo requerido. Cuando pasamos por los túneles, apreciamos la agradable iluminación azulada del cuadro de instrumentos y descubrimos que, también en la Scrambler, Ducati se olvidó del indicador de marcha engranada.

 

Y poco a poco nos acercamos a esos tramos que nos gustan; zonas ratoneras, con asfalto descarnado, como la carretera de La Aldea o de curvas amplias y de buen firma como la que nos llevará, hacia el sur, hasta Mogán. Aumentamos el ritmo y salen a relucir las virtudes de la Scrambler Classic… Las trazadas, por donde quieras. Da igual que te anticipes o que decidas en el mismo ápice de la curva. Siempre sales airoso. El ancho manillar te ayuda y puedes lograr trazadas ejemplares sin tener que mover ni un milímetro tu trasero o sacar la rodilla. Y el motor, con que no lo dejes caer por debajo de 3.500 rpm, ofrece siempre una aceleración envidiable. En zonas retorcidas, de las que tanto abundan en Gran Canaria, la Scrambler se desenvuelve como pez en el agua. Es de hecho, el territorio por el que mejor se mueve. No imaginas el placer de frenar, bajar uno o dos cambios sin miedo -embrague antirrebote- trazar y volver a acelerar hasta la siguiente curva. Divertido, fácil, sin sudar… Y sin tener que llamarte “Andrea” para conseguirlo.

 

También ayuda en buen comportamiento de los frenos, incluido un ABS nada intrusivo. Y aunque a priori podría parecer que un solo disco pondría en evidencia la potencia de frenado… ¡Olvídalo! Tienes suficiente para cualquier situación, al menos si vas sólo. La frenada es controlable y puedes detener la Scrambler en “un palmo” y tenerla lista para la siguiente curva. El amortiguador hace un trabajo tan bueno que deja en evidencia el blando tarado de la horquilla invertida, cuando vamos a saco. También nos ha sorprendido el excelente comportamiento en todos los terrenos de los exclusivos Pirelli MT 60 RS, de magnífico agarre y un aplomo a prueba de baches.

 

Sencilla, práctica y original, así es la Scrambler Ducati.

Si tuviéramos que criticar algo, señalaríamos que sería bueno mejorar el agarre de la superficie del asiento, el de la Classic, y aliviar el calor que desde el motor sube cuando te paras en los semáforos. Dos detalles que quedan compensados sobradamente con las sensaciones que ofrece cuando disfrutas esta Ducati “scrambler” adaptada convenientemente al siglo XXI.

 

Ducati ha traído al mercado de la moto un nuevo concepto. Un producto fresco y divertido inspirado en los valores que tenía su “scrambler” de hace cuatro décadas, con el que quiere conquistar a un público espontáneo en cuya filosofía no cabe otra cosa que no sea la divertida simpleza de pasarlo bien sobre dos ruedas.

 

La Scrambler Ducati ha sido una sorpresa. Una moto simplemente divertida con la que te reencontrarás con el placer de lo sencillo. Una moto para los que aprecian la conducción fluida, sin brusquedades, apoyándote en la magnífica respuesta de su bicilíndrico. Además de una moto escuela ideal para los que busquen una moto con la que progresar en el aprendizaje tras obtener el carnet A2.

 

Unidad de prueba cedida por Ducati Canarias, Concesionario Oficial Ducati para toda Canarias

 

Precios gama Scrambler Ducati:

  • Ducati Scrambler Icon Red 8.200 €
  • Ducati Scrambler Icon Yellow 8.300 €
  • Ducati Scrambler Full Throttle, Classic y Urban Enduro 9.650 €

Próximamente, financiación desde 99 € al mes para las ICON.

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 

Las cuatro Scrambler Ducati: Cuatro motos para que encuentres tu estilo

La Scrambler Ducati nace en cuatro variantes. Cada una aporta una personalidad diferente. Entre otros detalles más obvios, cada una de las cuatro versiones incorpora un logotipo específico. Sin ninguna duda, más adelante nacerán otras versiones en diferentes cilindradas para completar la que se convertirá en una de las gamas estrella de la marca de Borgo Panigale. Otra peculiaridad radica en las infinitas posibilidades de personalización. Elige los componentes que más te gusten, aunque sean de otro modelo del que tú prefieras, porque se podrán intercambiar en origen. 

 

SCRAMBLER DUCATI ICON 803 CC (Icon Red e Icon Yellow)

La Icon supone el punto de partida para la autoexpresión. Se caracteriza por su postura de conducción confortable y el depósito de acero con forma de lágrima y tapas de aluminio intercambiables. Los 790mm de altura de asiento, garantizan una óptima comodidad tanto para el piloto como para el pasajero. Otros elementos a destacar son su ancho manillar, el faro con lente de cristal además de luz de posición LED y ruedas mixtas. El acabado en aluminio para las tapas de distribución, el protector de calor y la tapa del panel de instrumentación LCD son elementos que enriquecen definitivamente el estilo de la moto. Disponible en dos colores: Amarillo’62 y Rojo Ducati.

 

SCRAMBLER DUCATI URBAN  ENDURO 803 CC

La versión Urban Enduro es la compañía ideal para sortear los obstáculos urbanos con agilidad, pero también para descubrir nuevos parajes, circulando por las carreteras menos transitadas. El asiento marrón con diseño específico, ofrece un confort y una ergonomía superior. Los protectores de horquilla, del motor y la rejilla del faro cumplen con su función protectora de las partes más importantes de la moto, mientras el refuerzo del manillar le confiere mayor rigidez. Como referencias adicionales al mundo off-road destacan el guardabarros delantero elevado de plástico y las llantas de radios. Disponible en color Wild Green.

 

SCRAMBLER DUCATI FULL  THROTTLE  803 CC

La versión Full Throttle toma su inspiración del mundo de las carreras “flat track” y hace un guiño a los circuitos ovales. Viene equipada con escape racing Termignoni homologado, un asiento deportivo y una gráfica específica. El manillar bajo y el guardabarros delantero le añaden una personalidad inequívoca, destinada a aquellos que buscan una moto ideal para el día a día pero sin renunciar al estilo racing. Disponible en deep black.

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