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Prueba KTM 1290 Super Duke R, titánica atracción austriaca

21 de Junio de 2015

Prueba KTM 1290 Super Duke R, titánica atracción austriaca

La palabra "Streetfighter" ha adquirido un nuevo significado con la 1290 Super Duke R de KTM. Tanto por sus prestaciones como por su atrevido diseño, la firma de Mattighofen ha puesto su nueva “supernaked” un escalón por encima de la competencia, y todo gracias a su invencible rendimiento y a una versatilidad que representa a la perfección la filosofía KTM: Potencia sin límites, la mayor precisión, una ergonomía perfecta, los mejores componentes, ni un gramo más de la cuenta... ¡Simplemente, "Ready to Race"!

 

Desde la primera vez que la vimos en la exposición de Valsebike, el distribuidor autorizado de KTM en la provincia de Las Palmas, la nueva Super Duke R de KTM nos cautivó. Una motocicleta en la que se ha concentrado, en el mínimo espacio posible, toda la fuerza, el diseño y la efectividad de la marca austriaca. Una moto nueva, con ese diseño fresco y rompedor, habitual de KTM, que conecta inmediatamente con las neuronas más atrevidas de tu cerebro.

 

Nunca una moto había concentrado tanta tecnología, prestaciones y personalidad. Desenfadada y trasgresora. Con esa imagen desafiante que te eriza los pelos. Con sólo saber que Valsebike nos invitaba a probarla, nuestra mente comenzó a vislumbrar la ruta por esas carreteras que tantos nos gustan, en las que solemos desafiar -con responsabilidad- las prestaciones de las motos que pasan por las manos de nuestro equipo de pruebas… ¡Al verla, una titánica atracción nos envuelve!

 

Detalles y componentes de primera calidad por los cuatro costados…

Describir estéticamente una motocicleta como esta Super Duke R es como escribir un tratado sobre la belleza industrial, porque la mecánica, puede ser hermosa. Nada más hay que fijarse en el chasis multitubular, en la contundente horquilla invertida White Power o en el basculante monobrazo. Componentes todos ellos de primera calidad que auguran inmensas y excitantes sensaciones.

 

El diseño del basculante ha sido adaptado a la perfección al chasis multitubular en términos de control de flexión y de rigidez. El amortiguador trasero WP ofrece numerosas opciones de ajuste; en compresión y en extensión puede regularse individualmente, con ajustes separados para la amortiguación en la compresión a alta y baja velocidad. Además, la precarga del muelle puede ajustarse manualmente. La Horquilla invertida WP puede adaptarse a las preferencias de cada piloto. No solo pueden ajustarse por separado las fases de compresión y extensión de la amortiguación, sino de forma completamente independiente la una de la otra gracias al "principio de separación" (la barra izquierda controla la compresión, y la derecha, la extensión). De esta forma, los pilotos pueden encontrar más exacta y rápidamente su ajuste deseado.

 

En la KTM 1290 Super Duke R la frenada está garantizada con un equipo Brembo de dos discos flotantes perforados de 320 mm mordidos por pinzas Brembo M50 monobloque de anclaje radial con cuatro pistones y una bomba también radial. El freno delantero recibe una eficaz ayuda del disco flotante trasero perforado con una pinza de cuatro pistones. Un potencial enorme que puede aprovecharse al máximo con su ABS de ajuste deportivo. Las ultraligeras llantas de aleación, atrevidas como es habitual en las decoraciones de la firma austriaca, montan pegajosos neumáticos Dunlop Sportsmart2 que ofrecen un agarre excepcional en las áridas carreteras de Canarias.

 

Tecnología de vanguardia para garantizar un control permanente…

La tecnología que equipa la nueva Super Duke R proporciona al piloto un placer sin límites al pilotarla, así como un alto nivel de seguridad ante cualquier condición. Los más altos niveles de seguridad están garantizados por los sistemas de asistencia punteros como los diferentes modos de pilotaje, el sistema Ride-by-wire -acelerador sin cable-, el control de la tracción (MTC) sensible a las inclinaciones y ABS 9M+ de doble canal de Bosch.

 

Las tres opciones de modo de conducción, que se accionan fácilmente desde un botón en el manillar –sólo hay que cerrar el gas-, ofrecen al piloto la posibilidad de elegir entre tres formas de entrega de la potencia. Pero no sólo determinan la respuesta del motor, regulan la sensibilidad del sistema Ride-by-wire y actúa igualmente sobre el control de la tracción (MTC). En los modos "Street" y "Sport" están disponibles los 180 CV, con diferente forma de llegar ala rueda trasera, y el modo "Rain" limita la potencia máxima a unos 100 CV con un empuje y tracción más suaves.

 

Según el fabricante, el Ride-by-wire transmite con mucha mayor sensibilidad las órdenes del piloto a posiciones óptimas de las mariposas, que se adaptan a cada momento real de pilotaje, logrando que los tirones y los caballitos involuntarios son cosas del pasado. Respecto al control de tracción, que puede ser desconectado por los más atrevidos, se puede regular a nuestro gusto, además de que actúa en consonancia con el modo seleccionado, es sensible a las inclinaciones y reacciona inmediatamente si la velocidad de giro de la rueda trasera es desproporcionada, actuando de forma extremadamente suave y apenas perceptible en el acelerador. Todo ello con el objetivo de que el piloto pueda concentrarse en la carretera y en el placer del pilotaje.

El ABS, 9M+ Bosch de dos canales, y el amortiguador de dirección WP, completan el arsenal de sistemas de control que modulan tu forma de conducción y proporcionan una extraordinaria estabilidad y exacta precisión. Asistentes todos ellos que garantizan que los 180 CV sean domesticables, a poca sesera que tenga el piloto que intente domar este purasangre austriaco.

 

Inagotable caudal de potencia…

En el lado izquierdo del ring, con 62 kilos de peso y 180 caballos y un par motor máximo de 144 Nm, el motor LC8 de KTM, y en el derecho… Da igual, porque realmente será difícil encontrar en el mercado propulsores con las características del motor de Mattighofen, un esbelto conjunto de cuatro válvulas por cilindro que entrega una potencia descomunal para la que, puede ser, la naked de serie más potente del mercado y de los que menos pasos por el taller necesita, con intervalos de mantenimiento cada 15.000 km.

 

Un motor de inyección electrónica Keihin, refrigerado por agua, y con una arquitectura de cuatro válvulas DOHC que, junto al encendido por doble bujía y los pistones forjados, contribuyen al suave funcionamiento, a reducir las emisiones bajando el consumo y a conseguir un extraordinario rendimiento en el motor LC8 de la KTM 1290 Super Duke R. El optimizado ajuste de todos los componentes internos, incluido el cigüeñal, contribuye a minimizar las pérdidas mecánicas de todas las  masas oscilantes y optimizar, por lo tanto, la respuesta y la capacidad de subir de régimen del motor.

 

Completan el sofisticado motor, una caja de cambios de seis velocidades con embrague anti rebotes que absorbe automáticamente la presión de los discos de embrague cuando el par de reacción del motor en las bruscas reducciones, y el encargado de musicalizarlo, el Akrapovic de acero inoxidable que contribuye de manera decisiva a la curva de par extremadamente suave, y a los excelentes valores de emisión del potente bicilíndrico.

 

Nos ponemos en marcha…

La “supernaked” de KTM es liviana. Es y se siente. Compacta. Tanto como lo pudiera ser cualquier naked media del mercado. El asiento no es bajo, pero podemos confirmar que con menos de 170cms se puede gobernar bien, incluso en parado. La posición no es demasiado forzada, nos la esperábamos más crítica. El manillar con la anchura correcta y a la distancia adecuada. Hay espacio para moverte sobre la moto. Porque está claro que para sacarle el jugo, o al menos intentarlo, te tendrás que mover sobre la 1290 Super Duke R. Las estriberas altas son presagio de las posibilidades deportivas de esta naked.

 

En el cuadro de instrumentos encuentras todos los parámetros que busques, eso seguro. Dispones de hasta cinco pantallas con información. No, no estoy hablando de la playstation. Hablo del cuadro de la KTM. Temperaturas, consumos, autonomía, aviso de hielo -¿En Canarias?, Pues será subiendo al Teide- y hasta una pantalla con los datos favoritos y los records de cada partida… ¡Otra vez que me voy a la play! Cuatro pulsadores en la piña izquierda bastan para manejarlo casi todo.  Puedes gestionar fácilmente las configuraciones que afectan tanto a la parte ciclo como al motor. En unos minutos puedes poner la moto a tu gusto, o incluso al de tu estado de ánimo, y ya estarás listo para darle al mango.

 

Empezamos a rodar en el modo “Rain”, el que sólo ofrece 100 caballitos. Fácil, suave y agradable. Cualquiera puede pilotar la bestia austriaca en este modo. El Ride-by-wire conecta bien tu muñeca derecha con el empuje del motor. Sin desagradables retrasos o tirones inesperados. Se siente ligera y ágil, sigue al pié de la letra tus órdenes, aunque sabes que la 1290 de KTM da para más, mucho más… Enlazas suavemente las curvas aprovechando el par motor sin dejarla caer por debajo de las 4.000 vueltas -aunque sin llevarla tampoco más allá de las 7.500 rpm- y disfrutas sin asperezas, sin estridencias y sin aullidos de fiera enjaulada. Es una de esas motos realmente intuitivas con las que sólo has de pensar por dónde vas a trazar; ella pone el resto. Una moto intuitiva como pocas. El conjunto de la parte ciclo está muy por encima de las exigencias de la 1290 en modo “Rain”.

 

Insaciable devoradora de curvas…

Y llega el momento de pasar al modo “Street”, y posteriormente al “Sport”, y los 180 CV están a disposición nuestra, de manera civilizada, en el primero, y algo más salvajes, en el segundo. La primera sensación es la de control absoluto. La tecnología, sobre todo la electrónica, es ese ángel de la guarda que va contigo subido en la moto en todo momento. Si abres con ganas, te catapulta hacia adelante como un verdadero cohete espacial, pero sin sustos, de forma constante, sintiéndote como imagino que se sentirá ese hombrecillo bala que sale de un cañón gigante…

 

Diversión a raudales es lo que ofrece esta Super Duke R. Aceleraciones fulgurantes, deceleraciones no menos contundentes y un paso por curva prodigioso. El concentrado naranja es realmente efectivo. El motor es bestial. Hasta unas 6.000 rpm, lo disfrutas, hasta 8.500 rpm, te excitas, y lo que sucede cuando te acercas a las 10.000 rpm, no lo podemos escribir, por si algún menor lee este artículo. Pero no es una moto que necesite que la lleves muy alta de vueltas para disfrutarla, ni para que los mortales intentemos sacarle una mínima parte del jugo de “naranja” que esconde.

 

El equilibrio es una de las mejores bazas de esta KTM. No hay grandes trasferencias de masas ni en aceleraciones bruscas. Tan sólo tu cuerpo será el que se tenga que agarrar fuerte. La moto permanece neutra y ofrece una sensación de estar siempre “ready to race”. En apuradas de frenada provocadas para buscar el límite, volvimos a comprobar la efectividad y capacidad de dosificación del conjunto de pinzas M50 con bomba de freno radial. Y si esto le sumamos la última generación de frenos Bosch, la exquisitez está servida. Las suspensiones están a la altura del empuje del motor y permiten tumbadas de infarto sin que la trayectoria de la 1290 Super Duke R se altere lo más mínimo. Se lo traga todo. Realmente es una de las motos más efectivas y divertidas que han pasado por las manos de nuestro equipo de pruebas y como podrás suponer, para estar a su altura, hay que contar con unas dotes de pilotaje de las que no todos podemos presumir.

 

Conclusiones…

Pocas motos encontraremos en el mercado como la 1290 Super Duke R. Una moto capaz de generar sensaciones auténticas. Una manera única de entender cómo debe ser una moto para ofrecer verdaderas sensaciones deportivas, de la que KTM puede presumir. Sin posturas forzadas, sin necesidad de aditamentos superfluos. Sólo lo necesario para que el piloto disfrute de la conducción en carretera abierta, independientemente del ritmo que quiera marcarse en cada momento. La tecnología en seguridad activa que incorpora y la electrónica del motor permiten ese exquisito y civilizado funcionamiento que garantiza una conducción sin sustos. Y es que KTM ha demostrado que una moto excitante y divertida no tiene porqué ser un salvaje purasangre. Al menos no para nosotros, los mortales. Y por si todo esto fuera poco tiene un diseño acertadamente “rompedor” Tienes que ver cómo te miran cuando vas montado en la KTM; eres el centro de atención.

 

No sabemos hasta cuándo estará disponible en Valsebike la KTM 1290 Super Duke R, pero nuestro consejo es que no dejes pasar la oportunidad de probar una de las motos que nos erizaron los pelos antes de subirnos en ella… Are you ready to race?

 

Unidad de prueba cedida por Valsebike Motos, Concesionario Oficial KTM en Las Palmas

 

Precio KTM 1290 Super Duke R: 16.318,00€ (Consulta los planes especiales de financiación)

 

Casco utilizado en la prueba: SUOMY SR Sport 2015.- VER MÁS DETALLES

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 

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