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Prueba Honda Crossrunner 2015, suavidad V4 con potencia VTEC

02 de Abril de 2015

Prueba Honda Crossrunner 2015, suavidad V4 con potencia VTEC

A todas las virtudes que ya atesoraba la anterior VFR800X Crossrunner, Honda quería un toque diferente, con un carácter más deportivo, apoyándose en la exclusividad de su motor V4 con distribución variable VTEC. Y todo ello sin perder la polivalencia y la manejabilidad que hicieron de la Crossrunner una moto divertida, fácil de llevar por cualquiera, cómoda y llena de par y potencia.

 

La ocasión para probarla a lo largo de unos cuantos días, nos la brindó el equipo de Aucasa, distribuidor autorizado Honda en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y que también son los responsables de que mi cabeza sea un hervidero de números y cálculos en busca de alguna fórmula mágica para ponerla al alcance de mi bolsillo sin hacer un roto en la economía familiar.

 

Aunque su estética ya era rompedora en su época, con ciertas similitudes con algunas trail, pero sin pretender serlo, ahora su carrocería ha sido totalmente rediseñada. Su imagen es más fresca y desenfadada, con formas más ligeras y estilizadas buscando con ello hacer un guiño a clientes que aprecian un buen diseño. El robusto chasis de doble viga de aluminio pulido sigue siendo el protagonista de la parte ciclo, completado con un basculante monobrazo de aluminio muy bien rematado y un subchasis que la Honda afirma haber aligerado en más de un kilo. Entre las diferencias más palpables del nuevo diseño, encontramos las tapas de motor, que adoptan un color mucho más elegante que el gris del modelo precedente, y  la nueva ubicación de los radiadores que abandonan los laterales para quedar incrustados en el frontal del carenado.

 

Buscando mayor confort para los ocupantes, las suspensiones se han alargado 25mm delante y 28mm detrás. Algo que se nota a la hora de subirte y maniobrar en parado sus 242 kilos, pero que la Crossrunner compensa con un sillón regulable en altura de 835 a 815mm. Delante Honda sigue confiando en una horquilla telescópica Showa de 43mm HMAS tipo cartucho, con ajuste de precarga sin posiciones y diez posiciones de ajuste de amortiguación (DF). En la trasera, un amortiguador Showa Pro-Link con amortiguador HMAS de gas, ajuste de precarga (con mando hidráulico remoto) y ajuste de extensión, se encarga del trabajo duro cuando el asfalto se riza.

 

Las llantas, de 10 elegantes palos en fundición de aluminio, acogen a neumáticos de 120/70R17, delante, y un 180/55 R17, en la parte trasera. Del equipo de frenos destacan las pinzas delanteras de anclaje radial con cuatro pistones y discos de 310 mm, por supuesto con ABS de serie, como es habitual en todas las motos del fabricante japonés.

 

Todo lo que encontramos detrás y en el interior del semicarenado de esta nueva “crossover” de Honda es completamente nuevo y con unos acabados, en general en toda la moto, impecables. Otras marcas que se vanaglorian de ofrecer “productos Premium” tendrían que fijarse en los acabados de esta Crossrunner. Desde los plásticos, perfectamente encajados, muy bien moldeados y pintados, a las piezas embellecedoras fabricadas en aluminio. Todo rezuma calidad. Dispone de puños térmicos -con cinco niveles de temperatura-, intermitentes auto-cancelables, anclajes directos para las maletas laterales y un efectivo sistema de iluminación Full LED que mejora notablemente la iluminación en la oscuridad.

 

Con la nueva Crossrunner, Honda ha buscado ofrecer “sensaciones” que estén al alcance de cualquier usuario sin penalizar, por conseguirlo, la seguridad de quienes las disfrutan. Y para ello ha echado mano de todos los adelantos electrónicos que la tecnología pone a disposición de la industria motociclista. Desde el sofisticado sistema de antibloqueo de frenos ABS al nuevo control de par, utilizado ya en la Honda Crosstourer1200, llamado HSTC (Honda Selectable Torque Control) en el cual puedes elegir entre dos niveles de control o apagarlo. Un sistema que trabaja reduciendo el par motor cuando detecta pérdida de tracción en la rueda trasera.

 

Analizadas ya prácticamente todas las novedades, excepto el motor, que merece un capítulo aparte, nos disponemos a descubrir a lo largo de tres días de recorridos, alternativos a los inicialmente planteados sobre la geografía tinerfeña, que sin embargo nos llevaron a probar la Crossrunner por carreteras, pistas e incluso caminos que pusieron a prueba sus cualidades dinámicas, de control y seguridad. 

 

La posición de conducción, es más erguida que en la versión anterior. Una postura realmente cómoda y que ofrece una sensación de tener todo bajo control. El manillar es más ancho y ligeramente más alto. Las estriberas se han adelantado y las piernas quedan menos flexionadas en una postura más cómoda y natural. La ergonomía en una moto puede considerarse como un elemento pasivo de seguridad ya que una acertada colocación de los mandos, una correcta posición encima de la moto hacen que nos centremos en la conducción y rebaje el estrés que la misma pudiera provocar. Un apartado en el que la VFR800X ha dado en el clavo; es perfecta.

 

El inconfundible ronroneo de su motor V4 enciende tus sentidos nada más cobrar vida. Honda sigue mimando su exclusivo propulsor V4, una de las joyas de la corona, que mantiene la archiconocida disposición V4 a 90º, 16 válvulas y distribución variable VTEC,  aunque ahora ofrece más par a bajo y medio régimen para conseguir una mejor capacidad de tracción. Mantiene, no obstante, el cambio de carácter cuando el VTEC entra en funcionamiento, recibiendo una inyección extra de potencia acompañada de un excitante bramido. Una transición  que se ha suavizado con una entrega más lineal,  justo en el momento en el que todas las válvulas se ponen a funcionar, a partir de unas 6.500 rpm. Un motor ideal para la filosofía “Adventure Sport Tourer” de la Crossrunner.

 

Los primeros kilómetros con la Crossrunner son como volver a ese lugar en el que siempre soñaste con estar. El recreo de nuestra infancia, la casa de toda la vida, la moto de toda la vida. Tu moto. Respecto a la anterior, se ha mejorado mucho la posición y facilidad de conducción, la maniobrabilidad -a pesar de que es algo más alta- e incuso podríamos decir que su orientación ahora va más hacia un concepto “Tourer Todo Camino”. Un segmento que cada vez gana más adeptos por sus cualidades, prestaciones y polivalencia y al que Honda llega abanderando un concepto único y exclusivo basado en su inconfundible motor V4.

 

El tacto y la precisión de V4 son fantásticos. Un motor dulce que siempre está a punto para hacerte disfrutar, sólo o en pareja, de cualquier escenario que elijas independientemente del ritmo que te marques. La respuesta del motor al giro del puño es siempre fiel y siempre tiene un comportamiento redondo. Quizá eches en falta algo de empuje en bajos a la salida de alguna curva, algo que solucionarás bajando una marcha sin contemplaciones, el rápido y preciso cambio invita a ello, y el dócil carácter del V4 te recompensará ofreciéndote más garra. Es un motor muy predecible, incluso cuando entra en escena el VTEC, y dispone de la potencia suficiente ya que sus 106 CV son más que suficientes para cualquier reto que te plantees y en ningún momento tienes la sensación de necesitar más.

 

Es una moto que incluso de adapta a los más profanos en la materia. Una auténtica delicia de moto, muy fácil de coordinar que ofrece al usuario una experiencia llena de agradables sensaciones. El comportamiento es siempre correcto, así la metas por retorcidas carreteras de asfalto descarnado y rugoso o por las largas curvas de alta velocidad que encontrarás en la zona de El Tanque, al norte de la Isla. Los nuemáticos, Pirelli Scorpion en nuestro caso, ofrecieron unas muy buenas sensaciones con un agarre más que correcto en todas las situaciones.

 

Las suspensiones, tirando a blandas en el reglaje de fábrica, ofrecen un comportamiento muy notable. El compromiso conseguido entre efectividad y confortabilidad es muy eficaz y sólo echarás en falta algo menos de hundimiento del tren delantero cuando atacas “a saco” algunas frenadas, algo que nosotros mejoramos sustancialmente regulando la precarga de la horquilla delantera Showa. También sorprende que, a pesar de haber aumentado el recorrido de las suspensiones, la Crossrunner haya ganado agilidad a la hora de cambiar de dirección, es suficiente una insinuación con el manillar para que la moto cambie la trayectoria y está lista para abordar la siguiente curva con la inclinación perfecta. 

 

Respecto a la eficacia del sistema de frenos de la nueva VFR800X no podemos más que alabar sus virtudes. Las pinzas Tokico de última generación y anclaje radial ofrecen una efectividad fuera de toda duda. La frenada es perfecta tanto por la potencia del conjunto como por el tacto que ofrece al piloto. Además de incorporar un ABS nada intrusivo, en la nueva Crossrunner se ha desestimado utilizar la frenada combinada CBS de la marca, para que sea el piloto el que ejerza un mayor control de la misma. El control de tracción HSTC (Honda Selectable Torque Control), otra de las novedades del modelo 2015, cuenta con tres niveles de intrusión; alta, baja y ninguna. Y podemos dar fe de su efectividad en cada una de las curvas en las que abrías gas sobre la grava suelta y hojas que las persistentes lluvias de estos días, ponían en nuestro camino.

 

Con la nueva Crossrunner 2015 de Aucasa hicimos cerca de 400 kilómetros por todo tipo de carreteras y caminos y en ningún momento apreciamos el menor signo de fatiga o cansancio. El asiento es muy cómodo, tanto para el pasajero como para el acompañante, que además dispone de espacio más que suficiente, unas generosas asas agarraderas y unos estribos colocados en una correcta posición para viajar cómodamente. La Crossrunner lo hace todo fácil, excepto moverla en parado con mis 167cm, y la excelente postura de conducción te anima a buscar horizontes más lejanos que los que te permite el contorno de la isla… ¡Tendremos que comprar unas buenas correas de amarre para el barco!

 

El catálogo de accesorios para la VFR800X es bastante amplio; Maletas y top case, alarma, escape Akrapovic homologado, cambio semiautomático, defensas con sus faros cuneteros, etc. ¡Lástima que no incluya una cúpula algo más alta y/o envolvente!

 

Bajo nuestra opinión, de toda la familia “X” de Honda -CB500X, NC750X, VFR800X y VFR1200X Crosstourer- la “Crossrunner” es la más equilibrada de todas y la más adecuada para a la especial orografía del territorio canario. Dispone de un motor que es todo dulzura, potenciado con el carácter del VTEC, que te permitirá realizar con soltura cualquier viaje que te propongas, su posición de conducción, uno de los aspectos más sobresalientes de la nueva VFR800X, es cómoda para cualquier talla de piloto y los aditamentos electrónicos de última generación contribuyen a que la simbiosis moto/piloto suba muchos enteros en confianza.

 

Una moto que atesora esa virtud de hacerse insustituible en tu garaje porque, para cualquier uso que la vayas a dar, la Crossrunner será la moto adecuada. Una magnífica motos para pasear a dúo y a ritmo tranquilo junto a la costa, una moto para disfrutar en solitario por parajes con encanto en los que el asfalto se retuerce como los tallos de un sarmiento, o para hacer ese viaje soñado que cada día se hace más real. Pocas motos ofrecen un nivel tan alto de disfrute para el piloto. Una moto que cuanto más la disfrutas, más te engancha.

 

Unidad de pruebas cedida por Aucasa, distribuidor autorizado Honda en Santa Cruz de Tenerife. 

  • Precio Honda VFR800X Crossrunner.- 11.995 euros

 

Casco utilizado en la prueba Shark Speed-R Réplica Sykes

 

Prueba realizada por el equipo de  Canariasenmoto.com

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