Prueba Ducati Panigale V4 S, pionera MotoGP para pilotar a diario

Gracias a Ducati Canarias hemos tenido el privilegio de probar una de las novedades más esperadas de este 2018 en su entorno natural, el circuito. Se trata de la Ducati Panigale V4, una auténtica moto de carreras homologada para circular en la calle. En nuestro caso tuvimos la oportunidad de rodar con la versión Panigale V4 S en el Circuito de Maspalomas, dentro del evento de presentación de este modelo organizado por Ducati Canarias.

La Panigale V4 acaparó todas las miradas en el EICMA 2017, siendo finalmente elegida como "Most Beautiful Bike of Show" en el concurso organizado por la edición italiana de la revista Motociclismo.

La nueva Panigale V4, que viene a tomar el relevo de la Panigale 1299, es una moto que se ha desarrollado en estrecha colaboración con Ducati Corse, el departamento de Ducati dedicado al mundo de las carreras, por lo que el resultado es lo más parecido a una MotoGP desarrollada alguna vez por Ducati para ser matriculable.

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Precio Ducati Panigale V4.- 24.520€ € (Financiando con Ducati Finance, te descuentan 1.100 €)

El propulsor Desmosedici Stradale es un tetracilíndrico en V a 90° de 1.103 c.c. con distribución desmodrómica, utilizando la misma configuración que el motor utilizado por Ducati en MotoGP. En cuanto a cifras, rinde 214 CV a 13.000 rpm convirtiendo a la Panigale V4 en la moto más potente en su segmento y disponiendo de un par de 12,6 kgm a 10.000 rpm, que hacen que sea muy fácil de llevar a pesar de su descomunal potencia. El diseño del cigüeñal contra rotante con muñequillas a 70º  y el encendido “twin pulse”, consiguen que cada pareja de cilindros trabaje al unísono, como si se tratase de dos bicilíndricos juntos, una arquitectura que también vienen derivada de la tecnología utilizada en MotoGP por Andrea Dovicioso y Jorge Lorenzo.

El chasis de la Panigale V4 es completamente nuevo y se ha desarrollado de forma que el motor tiene una importante función estructural y garantiza la rigidez torsional adecuada para una conducción deportiva, ofreciendo además a los pilotos un gran feeling.  La versión S que hemos podido probar consigue, gracias a la utilización de materiales ligeros como el subchasis en magnesio en lugar de en aluminio y las llantas forjadas Marchesini, ofrecer un peso de 195Kg, lo que combinado con los 214 CV ofrecen una relación peso/potencia de 1.1Kg/CV, una cifra propia de una moto de competición.

Antes de ponernos en marcha ajustamos las distintas opciones que están a disposición de los usuarios: Podemos elegir el modo de conducción entre Street, Sport y Race, cada uno de ellos con diferente forma de entrega de potencia para adaptar la moto a las preferencias del piloto o las condiciones de la pista/carretera. También es posible ajustar el nivel de actuación del control de tracción, así como el nivel de intrusión del ABS, disponiendo de una opción para rodar en circuito que permite desactivarlo en la rueda trasera pero manteniendo una actuación perfectamente estudiada en la rueda delantera.

Una vez ajustados todos los parámetros, salimos a rodar. Tomamos las primeras vueltas con precaución para adaptarnos a la potencia y el empuje tremendo del V4. Tras unos cuantos giros te das cuenta que la moto es muy intuitiva y sencilla de llevar, mucho más de lo que a priori pudieses haber pensado. Y a medida que vas cogiendo confianza, notas como el tacto en el neumático delantero es excepcional, un detalle que te invita animarte gracias a la confianza que genera a la hora de afrontar la entrada y el paso por curva.

La aceleración de la V4 es impactante, e intensificada además por el cambio semiautomático Quick Shift que permite ir subiendo marchas sin utilizar el embrague y sin cortar gas y que funciona de manera extraordinaria. El Quick Shift permite además su uso para reducir marchas. La entrega de potencia del tetracilíndrico es lineal pero tremendamente potente lo que posibilita un empuje realmente soberbio pasadas las 10.000 rpm. Gracias al antiwheelie puedes limitar la tendencia a levantar la rueda delantera al acelerar pero si eres valiente y bajas el nivel del antiwheelie al mínimo, notas cómo al retorcer el puño hacia atrás, la rueda delantera tiende a tomar altura imitando a las avionetas que nos rodean en el Aeroclub de Gran Canaria que comparte pista con el Circuito de Maspalomas.

Una verdadera gozada este cambio rápido de la V4 cuando vas engranado marchas en la recta de atrás. Casi sin darte cuenta, llega el momento de la frenada para afrontar la curva que precede a la recta de meta. Uno de los aspectos claves de esta Panigale V4 es el gran trabajo en la gestión electrónica. Saliendo del ángulo antes de meta, con la moto aún inclinada, puedes abrir gas con seguridad sabiendo que todo va a estar bajo control.

Las suspensiones electrónicas de la Panigale V4 S firmadas por Öhlins, horquilla delantera NIX 30 y monoamortiguador trasero TTX 36 complementado por un amortiguador de dirección también Öhlins, permiten un control preciso en cualquier situación y se adaptan a la forma de conducción del piloto en función del modo de conducción elegido.

El sistema de frenos estrena las nuevas pinzas Brembo Stylema de cuatro pistones y anclaje radial. Son más potentes y ligeras que las montadas en las anteriores Panigale 1299. El tacto del freno es excelente y realmente efectivo, permitiendo apurar hasta el mis ápice de la curva, manteniendo a raya la potencia del doble bicilíndrico. El sistema de frenos ABS con función de inclinación dispone además de una opción en el modo Sport que permite el derrape controlado de la rueda trasera. Si el sistema detecta un exceso de deslizamiento entra en acción el ABS. Esto permite mantener la seguridad activa que proporciona el ABS pero dando un cierto margen de desplazamiento de la rueda trasera necesario al rodar en pista.

He de reconocer que no soy muy amante de las motos deportivas ni asiduo a los circuitos, pero esta Panigale V4 S me ha sorprendido gratamente por su facilidad de conducción y por el poco esfuerzo que requiere adaptarse a ella. Tras pocas vueltas, ya te ves con la seguridad suficiente para afrontar las curvas rozando rodilla. La Panigale V4 es una auténtica delicia para los pilotos que sean capaces de exprimir sus cualidades al máximo pero quizá, su principal cualidad sea la de mostrarse como una deportiva ideal para aquellos no tan especialistas en rodar con motos racing.

La opinión del experto

Kenny Huertas, actual Campeón de Canarias de Supersport y colaborador de Canariasenmoto.com en pruebas en circuito, nos cuenta sus impresiones sobre la Ducati Panigale V4: "Es impresionante el trabajo que han hecho con la electrónica de la moto. El objetivo es que sea fácilmente controlable, dentro y fuera de pista y realmente lo han logrado. Te permite abrir gas con decisión sin que sus más de 200 CV lleguen a intimidarte o a ponerte en apuros. A partir de 10.500 rpm el motor se transforma y hay que tener manos para saber controlar un empuje se sigue creciendo vigorosamente hasta las 14.500 rpm", nos contaba, aún con el mono puesto, nada más bajarse de la moto cedida para esta prueba por Ducati Canarias.

La Panigale V4 no iba a ser menos y destaca por su estabilidad, una de las cualidades que junto al motor, más gusto a nuestro experto en circuito: "Es una Ducati y eso dice mucho de una moto. Todos los movimientos de la moto, sobre baches, ondulaciones o al dar gas bruscamente, son controlables gracias a su acertado chasis. En el punto crítico del circuito, la curva de entrada a meta -con la moto tumbada durante mucho tiempo-, la Panigale V4 demuestra el excelente trabajo en el chasis para ofrecer un comportamiento soberbio. Incluso abriendo gas con la moto aún tumbada, las reacciones son controlables, esa es una virtud que la hace una moto tan eficiente en circuito, y de la que los usuarios que no la utilicen en pista se beneficiarán en carretera", aseguraba el pequeño de la saga de los Huertas, actuales campeones también en la disciplina de Resistencia.

"Con la moto de estricta serie he logrado hacer un buen tiempo en el trazado corto del Circuito de Maspalomas, pero ajustando presiones y suspensiones y despojándola de todo lo que no es necesario en pista (instalación eléctrica, faros, retrovisores y pata lateral) el resultado sería excelente", afirma a modo de guiño, destacando que se echa en falta una Ducati en el Regional de Canarias de Velocidad.