16 de Enero de 2017
Una multitud de fanáticos recibió embelesada a los pilotos que llegaron a la meta de la trigésimo novena edición del rally Dakar 2017, que terminó el pasado sábado su recorrido en Buenos Aires, tras pasar por Paraguay, Bolivia y Argentina.
El rally Dakar 2017 ya es historia. Tras un año de espera, las dos últimas semanas se han consumido en un visto y no visto, entre un recorrido que destila sabor africano y las inclemencias propias del clima de Sudamérica, que este año se han cebado con la población local, llegando a dejar la competición en un segundo plano.
Una edición en la que la navegación fue crucial. El director deportivo, Marc Coma, advirtió que éste año sería de vuelta a las fuentes, con menos caminos de rally y más navegación en busca de los puntos de control. Los competidores, en su gran mayoría, celebraron la decisión; la competencia no fue tan lineal y la búsqueda de los waypoints tornó más imprevisible el resultado de cada etapa.
KTM reina por sus virtudes y por errores ajenos. En la división motos, la marca austríaca extendió a 16 años ininterrumpidos su serie de festejos. Tras los múltiples éxitos del español Marc Coma y el francés Despres, triunfó el año pasado con el australiano Toby Price y ahora con el británico Sam Sunderland. KTM aprovecha sus virtudes tanto como las fallas de otros: hubo una sanción de una hora a pilotos de Honda por recarga ilegal de combustible y abandonó el emblema Husqvarna, el chileno Pablo Quintanilla.