Montar en moto supone el mismo esfuerzo físico que realizar ejercicio

"Montar en moto a diario supone el mismo esfuerzo físico que realizar ejercicio", informan desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), el Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas del País Vasco, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Navarra y el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia.

Algo que según como se mire puede ser positivo para la salud, ya que la actividad fícica es buena para nuestro organismo, o negativo ya que realizar viajes largos o trayectos diarios en moto puede originar patologías como el síndrome de túnel carpiano, epicondilitis, lumbalgia, dorsalgias, cervicalgias, o el síndrome compartimental.

Algunos motoristas sufren este tipo de lesiones porque esta actividad obliga a adoptar posturas y movimientos poco ergonómicos que poco a poco hacen que sus músculos y articulaciones acumulen cansancio y estrés, hasta que un día llega el dolor que anuncia.

Para evitar los aspectos negativos de montar en moto, hay que hacer un precalentamiento: Los fisioterapeutas han recomendado que, antes de emprender la marcha con la moto y en cada parada (cada 200 kilómetros), se dediquen cinco minutos a realizar unos ejercicios de calentamiento y estiramiento que prevendrán lesiones posturales.

Tabla de ejercicios básicos antes de subirse a la moto

Además de los aconsejable giros del cuello -a derecha, izquierda, arriba y abajo- para contrarrestar el esfuerzo del sobrepeso del casco, los ejercicios más adecuados para el motorista viajero incluyen realizar una rotación semicircular del cuello de 180 grados como máximo, flexionar la espalda hasta cogerse los tobillos con las manos y aguantar en esa posición unos segundos; y agacharse flexionando las rodillas y sujetándose a los estribos de la moto con los pies alineados con los hombros. Algo así como lo que hace Valentino Rossi cada vez que se sube a su Yamaha de MotoGP.

Siguiendo con la rutina de ejercicios, apoyaremos la pierna sobre el asiento y flexionar el tronco intentando tocarse las botas con las manos. Después, cogeremos la bota por la espalda y tiraremos hacia arriba hasta notar que se estira el cuádriceps. A continuación, nos cogemos cada uno de los codos, uno a uno, con la mano contraria y tiramos de él acercandolo al pecho. Otros ejercicios consisten en agarrarse a la moto y girar el tronco hasta notar que tira el bíceps, girar la muñeca hacia abajo con el brazo extendido, coger los dedos con la otra mano y tirar hacia uno mismo para relajar la muñeca.

Más ejercicios propuestos por los expertos consisten en girar la muñeca hacia arriba y con la palma de la otra mano, empujar los dedos hasta notar tensa la musculatura de la muñeca. Con la mano estirada, cerrar los dedos solo con los nudillos, sin llegar a cerrar el puño, repitiendo el movimiento varias veces con cada mano. Cerrar el puño y abrirlo con fuerza estirando los dedos lo más posible, repitiendo el movimiento varias veces con cada mano.

Unos ejercicios que, sin embargo, no servirán de nada sin el adecuado equipamiento de motorista que, además de proteger nuestra integridad física ante una posible caída, serán una barrera indispensable ante las inclemencias meteorogícas. Y si en cualquier momento se notan molestias en la cintura o la espalda, es recomendable utilizar una faja lumbar, mejor si es de las que va integradas en una espaldera que también minimice las lesiones de espalda en caso de caída.

Un último consejo: Es preferible que la moto se adapte al motorista a que sea éste el que tenga que poner en peligro su higien postural para adaptarse a la moto. Un adecuada ergonomía es fundamental para la prevención de accidentes de motocicleta, y por tanto, la elección de la misma debe realizarse no solo basándose en los gustos personales, sino sobre todo en la propia fisionomía y el uso principal que se le vaya a dar.

FOTO: Pilates Studio Orquidea (Mónica González)