Juande nos presenta su R1M, la moto más exclusiva de Canarias

Juande Gómez es un pacense de Olivenza que lleva afinado quince años en la Isla de Gran Canaria y que el pasado mes de diciembre recibía en su correo electrónico una de las mejores noticias que un apasionado por las dos ruedas podría soñar: “Ha sido usted agraciado con la adjudicación por sorteo de una de las ocho exclusivas Yamaha YZF-R1M asignadas para el mercado español”.

“Había 500 para todo el mundo, de las cuales 300 iban a Estados Unidos y otras muchas a los equipos de competición”, nos contaba este afortunado motorista, ataviado con su mono de cuero y casco personalizado, desde uno de los pocos tramos de carretera en los que disfrutar de su superbike de calle. “En Canarias la mía es la única que hay, y en toda España siete más. Me llegó en mayo, tal como estaba previsto y cinco meses después de hacer efectiva mi reserva a través de Flick- Moto, el concesionario oficial Yamaha de Las Palmas de Gran Canaria”.

Inspirada en la laureada M1 de MotoGP que pilotan Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, la exclusiva YZF-R1M es una edición especial pensada tanto para circuito como para carretera, y destinada a pilotos profesionales y usuarios muy exigentes. “La R1M añade la YZF-R1 un amplio equipamiento altamente sofisticado que incluye llantas, subchasis y muchas piezas más en ligero magnesio, suspensión electrónica Öhlins de competición (ERS), carenados de carbono y la centralita de control y comunicaciones CCU conectada a un GPS que se aloja sobre el colín trasero y que permite adaptar todos los parámetros a tu gusto desde una App para Smartphone”, comentaba con una sonrisa que manifestaba su orgullo por ser el propietario de una moto tan especial que ofrece una potencia de 200 CV y un peso (líquidos incluidos) de sólo 199 kg, junto con la más sofisticada tecnología de sensores electrónicos jamás ofrecida en una motocicleta de calle, “Para conseguir una personalización y un control total”.

Para Juande la R1M es la tercera moto de carretera. Desde los muy joven comenzó a rodar en moto, sobre todo fuera de carretera, hasta que su padre, para él, para su hermano y para nuestro protagonista, compró una Suzuki GSX-R600 con la que hacían sus escapadas por la geografía peninsular partiendo desde Badajoz, su ciudad de origen. “Después, los estudios me llevaron a Madrid, donde gracias al padre de un amigo que tenía un concesionario Yamaha, pude probar las primeras Thundercat 600 en el Circuito del Jarama”, recordaba. “Pero circunstancias personales me alejaron de la moto hasta que en 2007 me hice con una Honda CBR600RR que aún conservo y que me ha dado grandes momentos de satisfacción”, continúa mientras nos enseña su casco personalizado, un X-Lite de Nolan que luce un diseño de Kinicrea basado en una idea de su propio hijo: “Está basado en el dragoncito que protagoniza una película que le encanta a mi hijo; Cómo entrenar a mi dragón”.

La moto, aparcada en la cuneta mientras hacemos la entrevista y preparamos la sesión de fotos, es el objetivo de las miradas de todos los moteros que pasan camino de Santa Lucía, pero a pesar de sus excelencias a Juande le sorprenden algunos detalles que no están a la altura del resto de la moto: “Como esas pinzas Nissin, porque aunque sean muy buenas, es una marca de Honda, o ese guardabarros trasero de plástico en una moto que rezuma deportividad”, criticaba, a la vez que alababa otros aspectos como la exclusividad, el comportamiento en carretera, el repartidor de frenada o los gráficos que, similares a los que vemos en las retrasmisiones de MotoGP, muestran gráficas de aceleración y frenada. O las posibilidades de la App para registrar datos. “Lástima que en Canarias no haya muchos lugares donde poder disfrutarla de verdad, este tramo, o la bajada de El Tanque o la subida a Vilaflor, en Tenerife, son los que más me gustan. Pero queda la posibilidad de ir a Monteblanco, en Huelva, y disfrutar en un circuito de las posibilidades reales de esta máquina”, señala, lamentándose de no haber podido ir a Mugello, por motivos familiares, a rodar en el trazado transalpino junto a Colin Edwards y Luca Caladora, dentro del encuentro “Yamaha Racing Experience” que para los propietarios de la R1M, organizó Yamaha Europa el pasado verano.

Momentos antes de ponerse el casco y los guantes para hacer las fotos que ilustran este artículo, nos fijamos en el detalle del escape Akrapovic de titanio y en los soportes del caballete fijados al basculante que protegen el cableado del control de tracción, extras que Juande le ha puesto a su R1M: “La cola del escape por cuestiones estéticas pero las piezas del basculante, para que no me pase lo que a Pedrosa cuando Márquez golpeó el cable y terminó en el suelo”, bromeaba este afortunado motorista canario que debido a una operación de columna no puede rodar mucho con su exclusiva moto, que no tiene ni 2.000 kilómetros. Una moto realmente única en Canarias. La exclusividad y el fetichismo propio de un modelo heredado de las Yamaha que Rossi y Lorenzo utilizan en el Mundial de MotoGP.