01 de Mayo de 2008
Me encontraba en el Muelle de Cambulloneros a las seis menos cuarto de la mañana, cuando aún persistía la oscuridad de noche, junto a una moto que más parecía un burro de carga, maletas laterales grandes, baúl trasero, bolsa sobre depósito y, sobre el asiento trasero, un enorme paquete de camisetas.
Poco a poco comienzan a llegar los componentes del grupo viajero y, tras entregarles las tarjetas, comienzan a subir al barco donde hacemos la reunión para reparto de camisetas conmemorativas, adhesivos para motos, presentaciones y explicación de los detalles del viaje.
En tres horas nos ponemos en Morrojable (Fuerteventura) y desde el municipio sureño ruteamos hacia el norte de la isla por Ajuy, Antigua, donde comemos y bailamos, Montaña de Tindaya, El Cotillo y Corralejo.
En la primera noche, en Corralejo, tras la piscina, relajo y cena, disfrutamos de la música canaria en un desangelado Centro Comercial que gracias a nuestro grupo, y en especial al timplista motero, se animó hasta que nos “echaron” por llegar la hora del cierre.
La mañana del siguiente día embarcamos en Corralejo con destino a Playa Blanca (Lanzarote). La ruta hasta el Parque Nacional de Timanfaya, por Yaiza, es impresionante. Laderas de lava, camellos, negrura en el paisaje, silencio….
Treinta y cinco motos entrando en el Parque es un hecho insólito y espectacular para los impresionados visitantes y para nosotros mismos. Hemos de agradecer al Cabildo de Lanzarote su apoyo y colaboración.
Tanta visita a los volcanes, tierras de fuego y demás espectáculos nos abren el apetito que saciamos en La Santa y la tertulia de después con el café en Caleta de Famara y de allí a “nuestra casa”, así nos sentimos por la acogida del hotel Barceló Lanzarote, en Costa Teguise.
La mañana, tras la noche de fiesta, nos llevaría desde Costa Teguise por Tahiche, Guatiza, Mala, Arrieta hasta el bonito muelle de Órzala, el Mirador del Rio con la sorprendente vista de la pequeña isla de La Graciosa, y después a Haría y Teguise dosde nos agasajaron con un formidable almuerzo.
Tarde en Arrecife y por la noche fiesta en el hotel hasta altas horas de la madrugada y más porque alguno nos quedamos a ver las carreras del Gran Premio de China.
Ya es domingo y toca retorno. Recogemos todo el equipaje del hotel y partimos rumbo sur a Playa Blanca, embarcamos y navegamos hasta Corralejo, desembarcamos y atravesamos las infinitas dunas de Corralejo, que son todo un espectáculo contemplado desde nuestras monturas, y continuamos rumbo sur hasta Gran Tarajal en cuya avenida marítima degustamos un paella merinera. El sofocante calor y el asfixiante viento nos acompañaron hasta Morrojable para embarcar de vuelta a Gran Canaria donde llegamos a las 21:30 con la misma oscuridad que nos despidió el primer día.
No puedo dejar sin agradecer a: Juan Miguel del hotel Barceló Lanzarote, a los amigos “Nómadas de Lanzarote”, al Cabildo de Lanzarote, a José Antonio de Naviera Armas, a todos los que han colaborado, a todos los miembros del grupo viajero y, sobre todo, a Federico por su coraje.
Texto y fotos: Fernando Jiménez