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Forty-Eight y Seventy Two, nostalgia por las custom originales

23 de Abril de 2012

Forty-Eight y Seventy Two, nostalgia por las custom originales

"Once upon a time…" que un equipo de pruebas de motos se encontraba hastiado de probar motos eficientes, capaces, competitivas, divertidas y casi perfectas, aunque faltas de una personalidad que las convirtiera en productos únicos y auténticos objetos de deseo… Pero llegó el día en el que Gubra, Concesionario Oficial Harley Davidson para toda Canarias, nos propuso hacer una prueba de dos de sus motos de la familia Sporster, concretamente la Forty-Eight y la Seventy-Two, y el cuento cambió.

 

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Las Sportsters forman una gran familia de motos sencillas, auténticas y poco radicales y que por precio, son la puerta de entrada de muchos aficionados a un nuevo mundo impregnado del espíritu Harley Davidson; el twin spirit.

 

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La gama Sporster gira en torno al motor Evolution de 1.202 cc. Cuenta con refrigeración por aire e inyección electrónica secuencial. En un motor que no es, ni lo pretende, un prodigio de potencia (no se ofrecen datos oficiales pero la cifra máxima no alcanza los 60 CV), sí que ofrece una capacidad de empuje de 98 Nm de par a sólo 3.200 rpm. Su rendimiento y prestaciones son de sobra conocidás, su funcionamiento es muy regular gracias a la inyección y sus “consentidas vibraciones” están limitadas por los silentblocks sobre los que va montado sobre el chasis.

 

Los modelos que nos ocupan son motos de carácter fuerte que quieren recuperar el encanto de las Harleys primitivas, concretamente la Forty-Eight rememorando el espíritu de los “transformadores” norteamericanos de 1948 y la Seventy-Two homenajeando a las chopper y al movimiento hippy del año 72.

 

A pesar de las similitudes en el motor y algunos componentes de la parte ciclo, el comportamiento de estas dos Sporster es totalmente diferente; en la Seventy-Two la postura sobre la moto te invita a disfrutar de una conducción tranquila y relajada, mientras que la Forty-Eight pide a gritos “que le saques todo el jugo” que ella te recompensará con unas excitantes sensaciones…

 

 

Harley-Davidson Sportster Forty-Eight; minimalismo retro

La curiosa denominación “48” para esta Sporster, hace referencia al año de aparición de un depósito “peanut” (cacahuete) en el catálogo estadounidense. El diseño de este componente ha cobrado un especial protagonismo en la Forty-Eight, ya que su definición básica es el concepto minimalista.

 

La fábrica de Milwaukee se lo propuso y lo consiguió; una moto con lo mínimo para circular; un manillar muy adelantado y con los espejos “colgando” de él, un minúsculo depósito “peanut” (cacahuete), un único asiento separado del depósito y estriberas simples y adelantadas, todo con un marcado carácter retro.

 

Cuando te subes a ella por primera vez, la posición de conducción te sorprende; el asiento está muy bajo, los brazos abiertos y extendidos y los pies muy adelantados. Sí, suena incómodo y forzado pero aunque parezca extraño, la postura resulta más cómoda de lo esperado y cualquier conductor de talla media se adaptará rápidamente y sentirá cómo sobre la “48”.

 

La instrumentación es “lo mínimo que se despacha” en Milwaukee y los conmutadores son los clásicos de la marca; mandos y botones grandes y con un tacto y funcionamiento impecable. Los espejo van colgados de los extremos del manillar y una vez que te acostumbras, ofrecen una gran panorámica de los que pasa tras de ti. El manillar ancho y plano te ofrece un control absoluto sobre el enorme neumático de la rueda delantera.

 

En marcha, la Forty-Eight es una moto peculiar. Siempre que no tengas que improvisar, es un tiralíneas, sobre todo por el enorme balón delantero, las suspensiones limitadas y la extensa distancia entre ejes. Digamos que si vas a circular por carreteras con buen asfalto y con curvas no demasiado cerradas, te vas a divertir de lo lindo, pero si las curvas comienzan a cerrarse y el asfalto empieza a arrugarse, tu diversión se va a reducir considerablemente.

 

El funcionamiento de su motor es redondo y suave pero con garra. Además, nuestra unidad de pruebas iba equipada con varios accesorios que aumentaban sus prestaciones y melodía de manera considerable; el kit de escapes (240€), el filtro de aire “Streaming Eagle” (168€) y la centralita especial (537€). No echarás en falta más potencia, con la que tienes, podrás sacarle todo el partido a las cualidades dinámicas del conjunto. A nivel de suspensiones, el recorrido es corto y se ha optado por un tarado muy duro  dado el peso de la moto (más de 250 kilos) y la consecuencia de este tarado es que sobre firme irregular se pierde confort y resulta seco, sobre todo el tren posterior. A la hora de frenar tampoco vas a tener problemas, el equipo de frenos Brembo, tanto por tacto como por potencia, se muestra capaz de detener la moto con seguridad en cualquier circunstancia y la acción combinada de ambos trenes garantiza su eficacia en uso intensivo. A la hora de afrontar los virajes, se requiere decisión y una posición del cuerpo que limite o reduzca el contacto de los avisadores de las estriberas sobre el asfalto. Los límites de esta moto son obvios, está diseñada y concebida para ofrecer “sensaciones” no para buscar ningún récord, y de “sensaciones” te vas a hartar.

 

“Only for one” La verdad es que esta moto es para disfrutarla de manera egoísta, solos, tu Forty-Einght y tú disfrutando de las palpitaciones puras de su gran V-Twin. Pero si no te queda otro remedio, para el segundo asiento y los estribos del pasajero se debe acudir al catálogo de accesorios.

 

Como la mayoría de las Harley Davidson, esta peculiar Sporster Forty-Eight no defraudará a todos aquellos que busquen una moto “distinta”, con personalidad y con la que disfrutar de cualquier momento, independientemente de lo que dure o el recorrido que se escoja. No creo que exista mejor tratamiento “anti-stress” en el mercado.

 

Precio HARLEY DAVIDSON SPORSTER FORTY-EIGHT: 12.350€ (Tarifa Gubra Abril 2012)

Incluye kit biplaza y matriculación (No incluye Impuesto Municipal de Circulación)

 

 

Harley-Davidson Sportster Seventy-Two: chopper del siglo XXI

Como decíamos en la entrada, la Sportster Seventy-Two  supone un homenaje a las transformaciones chopper y al movimiento hippy norteamericano de los años 70. Una moto repleta de cromados, con manillar elevado y rueda delantera de 21 pulgadas… un giño a las custom más radicales de la marca.

 

La Seventy Two es una de las Harley más modernas en el catálogo de la firma de Milwaukee en España, de hecho Vegueta acogió la presentación de las Harley 2012 en Las Palmas de Gran Canaria, de la mano de Gubra, el pasado 24 de febrero.

 

Su particular y estrecha fisonomía incorpora detalles de la época que rememora, como el del minúsculo depósito peanut, asiento individual, las cubiertas con flancos de banda blanca, la tapa del filtro de aire redonda cromada, el escape escalonado o un elevado manillar tipo mini-ape, que además soporta la instrumentación y los intermitentes frontales, aunque en nuestra humilde opinión, aparte del interminable número de piezas cromadas de su motor, lo más destacable es la pintura de color rojo con tratamiento metal-flake que emula estéticamente a la purpurina y recuerda a la que se puso de moda en la Costa Oeste norteamericana en los años setenta del siglo pasado. El conjunto se completa con unas estriberas adelantadas que determinan una posición de conducción al mejor estilo Easy Rider.

 

Del motor, el Evolution de 1.202cc de la familia Sportster, ya hemos hablado anteriormente, sin embargo montado sobre la Seventy-Two destaca especialmente su suavidad, dulzura y discreto sonido, nada que ver con el “bramido” que emanaba de los escapes de la otra Sporster de la prueba. El resto de componentes son los habituales de la familia;  el doble amortiguador posterior regulable en precarga, el simple velocímetro con los testigos luminosos que incorpora, además, una pequeña pantalla digital, el guardabarros posterior recortado o los intermitentes posteriores con la luz de posición, freno y dirección unificada en el mismo conjunto compuesto por leds.

 

¿Pero es en realidad una moto divertida? Sorprendente, diría. A pesar de sus 247 kilos declarados se desenvuelve de maravilla en cualquier situación. En parado, su amplio radio de giro y la anchura del manillar unidos a la reducida altura del asiento, permiten maniobras de todo tipo a “cualquier tipo”, independientemente de la altura u fuerza… ¡chicas, lo habéis oído! Los recorridos por ciudad son deliciosos a menos que seas vergonzoso/a, porque todo el mundo tendrá que ver contigo.

 

Por carretera, la combinación de posición de conducción con la geometría y ruedas; una finísima llanta de 21 delante y 16 para la trasera, funciona asombrosamente bien. Esta Seventy-Two es una moto ágil y fácil de conducir. Entra en las curvas intuitivamente y sólo deberás tener en cuenta la escasa altura de las estriberas (más altas que en la Forty-Eight). Los cambios de dirección no suponen el menor problema y en tramos de curvas enlazadas, utilizando únicamente las aceleraciones y retenciones de su motor, los kilómetros se suceden sin darte cuenta… hasta que se enciende la luz de la reserva. El minimalista diseño del depósito solo permite meterle 7,9 litros que suponen poco más de 70 kilómetros de autonomía. Respecto a los amortiguadores, atrás equipa una pareja con 54 mm de recorrido, bastante duros y que hacen tope con bastante facilidad. Delante, el recorrido es mayor, 145 mm y su comportamiento es correcto. Para detener la Seventy-Two contamos con un solo disco en cada rueda, delante de 292,1 mm de diámetro, quizá algo escaso para el peso de la moto, y detrás de 260 mm.

 

En definitiva, la Seventy-Two cumple a la perfección con su objetivo, ni más ni menos, y que no defraudará al que busque en ella lo que Milwaukee anuncia: “Una moto de estilo custom radical y de aspecto básico y natural que traslada el auténtico carácter chopper de los setenta a las calles de hoy, con un motor moderno y un diseño de H-D de primera calidad que marcará tu propio estilo”

 

A nadie deja indiferente. No se puede negar que es una moto llamativa y atractiva. Con la Seventy-Two no pasarás desapercibido, es más, serás el blanco de todas las miradas allá por donde vayas.

 

Harley Davidson busca con éste, y otros modelos de su nuevo catálogo, atraer a un público más joven y dinámico al que le preocupen más las ganas de disfrutar sobre la moto que los específicos detalles técnicos. Para conseguirlo ha echado manos de componentes atrevidos, como la llanta delantera de 21”, el viejo deposito peanut, pintado con el resplandeciente color Hard Candy Big Red Flake, asiento monoplaza y un manillar mini Ape-Hanger, de inspiración chopper, todos ellos un canto a la libertad, aunque sin rigor y las exageraciones de las interminables horquillas de dudosa efectividad.

 

Precio HARLEY DAVIDSON SPORSTER SEVENTY-TWO: 12.750€ (Tarifa Gubra Abril 2012)

Incluye kit biplaza y matriculación (No incluye Impuesto Municipal de Circulación)

 

Motos de pruebas cedidas por GUBRA, Concesionario Oficial Harley-Davidson en Canarias

 

Textos: Fernando Jiménez
Fotos: Hacomar López

Equipo de Canariasenmoto.com

 

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