07 de Octubre de 2018
2° Etapa.- Domingo, 7 de octubre. Asilah - Rabat - Casablanca
Segundo día de aventuras y este si podemos decir que hemos tenido de todo un poco. Averias, ligeras caídas, falta de gasolina, etc. Pero todo fenomenalmente gestionado y solucionado por la organización del BEREBER DESERT.
Desayunamos y salimos en hora del lugar del hotel ZELIS en Asilah. Y allí empezó la aventura. La moto de Juan que se acababa de reparar, volvió a tener fallo eléctrico, por lo que para seguir funcionando se optó por cambiar el encendido y mano de Santo. Se fueron todos los problemas. Pero cuando estábamos rozando los 100 kilómetros de recorrido y en una rotonda en Larache que parecía una pista de patinaje, por el agua que vertieron los camiones de pescado, vino un resbalón y dos Vespas con sus respectivos ocupantes, se fueron al suelo. Menos mal que no hubo percances personales y las motos daños de muy poca consideración. Pudiendo el mecánico cambiar alguna maneta y poco más y continuando la marcha.
Pero a medida que íbamos haciendo kilómetros y teniendo el gasto correspondiente de combustible, nos dispusimos a repostar, con la sorpresa que la estación de servicio prevista, se encontraba sin gasolina por un avería general, por lo que continuamos a las dos siguientes con el mismo resultado. Hasta que en la tercera, paramos en Basar el Kibil y allí esperamos hasta saber donde había combustible, para no ir quedándonos desperdigados sin gasolina por el camino.
La organización se encargó en tiempo récord a buscar otra gasolinera a 26 kilómetros y traer unos gerricanes de gasolina para poder abastecer a los más necesitados en previsión que no pudiesen llegar hasta el repostaje y seguir camino.
Faltándonos todavía más de 150 km y después de salir un poco deprisa para recuperar el tiempo de buscar gasolina, una de las motos sufrió una explosión y posiblemente perforó el pistón, causando baja para lo que queda de Ruta, salvo milagro en piezas de recambio.
Se siguió el plan previsto y poco a poco íbamos pasando pueblos y restando kilómetros, por la zona de costa de Rabat y Casablanca, con unos paisajes idílicos, pero carreteras muy transitadas y en los núcleos de población muy peligrosas, al no respetar las normas de circulación, pero pudimos llegar todos a Casablanca y en perfecto estado después de 345 kilómetros en Vespa. Sólo decir que el amigo Juan, después de tener la moto funcionando, rompió el cable del embrague y llegó a destino sin luz. Haber mañana que sorpresas nos depara una etapa con 100 kilómetros menos que la de hoy.
Ya en el hotel ducha, cena y como no ir a tomar algo en el Rick Café, que aunque la película se rodó en estudios cinematográficos de los Ángeles tiene su encanto y es un lugar agradable.
Agradecer a la organización como ha solucionado los problemas, así como a Nonin e Isabel, la paciencia que tiene con nosotros. También por último y para tranquilidad de todos, las personas que tuvieron la mala suerte de caerse así como el averiado de consideración, ninguno pertenece al grupo Canario.
Vespamanía Tenerife 2018