Ernst Degner, el piloto que cambió un título por su libertad

Juanma Monzón nos cuenta la historia de Ernst Degner.

La vida de este piloto y mecánico es una de las más intensas historias del motociclismo de competición por sus especiales circunstancias. Este hombre vivió entre el éxito y las intrigas políticas de la época y el país para el que le tocó competir.

Ernst Degner nació en Alemania del este en 1931.  Desde muy joven se interesó por la mecánica y estudió ingeniería técnica, al mismo tiempo que empezaba su carrera como piloto, a principios de los 50 con la marca MZ (Motorradwerke Zschopau) hasta 1957. Esta marca sólo competía en Alemania en pruebas nacionales pero ese año se decidieron a correr una prueba del mundial.

El año anterior, en 1956, habían contratado a Walter Kaaden, considerado padre de las motos modernas de 2 tiempos. Este genio de la mecánica junto con nuestro protagonista crearon una 125 cc bicilindrica de 2 tiempos muy puntera para la época ya que en ese tiempo aún reinaban las 4 tiempos en los circuitos, también en las cilindradas pequeñas.

El equipo oficial MZ se presentó entonces en el circuito de Hockenheim para disputar su primer G.P. con Ernst Degner pilotando y Walter Kaaden como técnico y jefe del proyecto, con el resultado de un cuarto puesto demostrando que las nuevas motos no sólo eran rápidas sino fiables.

La velocidad media en ese circuito, que por aquel entonces era uno de los más rápidos, fue de 160 km/h marcados por la MV Agusta Bialbero de Carlo Ubbiali, que fue el ganador, y eso en una 125 de hace más de 50 años.

Pero esa fue la única prueba que las MZ corrieron ese año ya que eran una fábrica modesta que no disponia de más presupuesto y Ernst se tuvo que conformar con seguir compitiendo en Alemania y ese año ganó el Nacional.

Pero en 1958 las MZ volvieron al mundial de velocidad y participaron en la mayoría de las pruebas incluido el TT isla de Man, donde nuestro protagonista terminó quinto. En Nurburgring quedó tercero y ganó en Suecia por delante de un joven Mike hailwood con ese año corría para NSU. A final de temporada acabó quinto del mundo pero lo había hecho contra las mejores motos de su cilindrada; MV y Mondial. 

Llegó 1959 y las MZ siguieron mejorando. Tanto que ese mundial se atrevieron a correr en 2 categorías a la vez con el mismo piloto 125cc y 250cc el piloto por supuesto era Degner.

Como anécdota en la carrera de Monza Ernst tuvo un espectacular mano a mano con el campeón del mundo Carlo Ubbiali y sus MV. Y lo digo en plural porque le venció en las 2 cilindradas en su pais y en su circuito ahí es nada. Al final de temporada Degner quedó cuarto en 250 y quinto en 125cc.

Así las cosas llegó 1960 y ocurrió que en su carrera todo iba bien el viajar por otros países lejos del régimen político al que estaba sometido el suyo dominado por un férreo control de los comunistas rusos haciendo que la economía y las libertades fueran precarias. Ernst empezó a plantearse una vida mejor para su mujer y su hijo puesto que se veía obligado a pasarse mucho tiempo sin verlos ya que el régimen en Alemania oriental no permitía salir del país a su familia.  A pesar de eso, el hombre siguió concentrado en su trabajo y acabó tercero del mundo ese año en 125cc. 

Entonces en 1961 y a falta de 2 carreras para acabar, nuestro protagonista dominaba el mundial con un buen colchón de puntos, y llegó la penúltima prueba el GP de Suecia, en los entrenos había quedado primero y su rival directo, que ese año era Tom Philips salía muy retrasado por haber tenido problemas con su Honda y empezó la carrera y a mitad de la prueba y cuando iba ganando Ernst se detuvo su MZ 125 en un punto del circuito se quitó el casco y corrió hacia un muro que daba al exterior... Allí le esperaban su mujer y su hijo en una furgoneta de un amigo en la que habían pasado la frontera de su país escondidos dentro. 

Este circuito sueco estaba a sólo 12 km de la frontera con la otra Alemania, la occidental, la que funcionaba de bien, como cualquier país rico y con libertades de Europa, y Ernst y su familia pidieron asilo político y se lo concedieron. Pero su acto aunque lógico y valiente no fue bien visto por la organización del mundial y no le dejaron correr en la última carrera en Argentina, aunque a él, eso no le importó porque había puesto a salvo a su familia.

Tom philips fue el campeón del mundo en 1961 porque Ernst Degner cambio su título por su libertad. Maravillosa filosofía, ¿No creen?

Después se supo que a Degner lo habían ayudado los japoneses de Suzuki a sacar a su familia del lado oscuro de Alemania a cambio de que el les confiara los secretos de los motores de 2 tiempos de las MZ y ademas que Ernst corriera para ellos, una vez que hubiesen creado una moto competitiva para la marca.

Y así en 1962, nuestro voluntarioso piloto se presentó a la primera carrera del año con una 50cc con motor bicilindrico de 2 tiempos con sistema de admisión por válvula rotativa que fue posible gracias a la tecnología que durante años habían desarrollado MZ y Degner.

Esta moto, muy avanzada para su época, fue llevada al éxito con Ernst encima de ella. El Alemán ganó 6 GP de 10 y se proclamó campeón del mundo y no sólo eso, además la Suzuki se apuntó un récord histórico ya que fue la primera moto de 2 tiempos que ganó un mundial

En 1963 Degner sólo pudo ser tercero en el campeonato pero las Suzuki desarrolladas por él volvieron a ser ganadoras del mundial en 50 y 125cc de la mano de Hugh Anderson venciendo 9 de las 12 pruebas en 50 y 7 en 125.

En 1964 Suzuki decidió participar en 250 contando otra vez con el talento de Ernst como técnico y piloto la moto era la RZ63 un pepino de 4 cilindros y 2 tiempos que prometía bastante. El primer GP de ese año fue en Japón. Degner salió el primero pero poco rato después tuvo una mala caída y la moto se incendió dejándolo atrapado debajo y provocándole quemaduras graves. Así que no pudo terminar la temporada. 

Tardó casí un año en recuperarse. Esa caída y sus consecuencias fueron el principio del fin para este piloto. En 1965 se subió de nuevo en las Suzuki de 50 y 125 y acabó dignamente esa temporada siendo cuarto en las 2 categorías.

Tiempo después se retiró de las carreras y se vino a vivir a Tenerife hasta que su hijo se lo encontró sin vida en su cama en 1983.

Mi frase para este hombre es: ¡Una genialidad; irrepetible como técnico y piloto y un valiente ante la vida!