04 de Junio de 2018
Si que tuviera necesidad de hacerlo para demostrar su valía como piloto, Jorge Lorenzo ha demostrado a todos por qué es el quinto más grande vencedor del Mundial con 66 victorias, poseedor de cinco títulos, primer tricampeón español de MotoGP.
Su tremenda y apoteósica victoria de ayer en el Gran Premio de Italia, en Mugello, ante 90.310 tifossi que se comportaron como villanos con Marc Márquez (Honda), fue toda una lección de sabiduría, paciencia, pilotaje, coraje, determinación y cabezonería.
Jorge Lorenzo, fichado por Ducati por 12,5 millones de euros por temporada, ha sido despreciado por la fábrica italiana por no haber sabido adaptarse a la Desmosedici.
Claudio Domenicali, máximo responsable de Ducati: "Lorenzo es un gran piloto".
Jorge Lorenzo, piloto de Ducati: "No soy un gran piloto, soy un tricampeón".
Después de una de las mayores exhibiciones que piloto alguno puede hacer (Mugello, Italia, con una moto italiana y frente a una manada de candidatos italianos), Lorenzo, dio un puñetazo sobre la mesa "Estoy feliz, porque he cerrado muchas bocas" y les dijo a los de Ducati que ahora ya es demasiado tarde: "Si hubieseis confiado en mí antes, si me hubierais hecho caso antes, si me hubieses proporcionado las mejoras que os pedí antes y que, ahora, me permiten ganar, tal vez la historia hubiera sido otra".
1 año, 6 meses y 21 días después de haber ganado su última carrera (Valencia 2016), Jorge Lorenzo lo consiguió. Se hizo con su primer triunfo con la Ducati en el trazado de casa de la fábrica para la Borgo Panigale. Andrea Dovizioso fue segundo y Valentino Rossi tercero. Ambos ganan enteros en el campeonato: el de Yamaha ahora es segundo a 23 puntos de Márquez, que se cayó en la curva 10.
Además, no fue la única victoria española del día en el Mugello, ya que Jorge Martín, que va para figura, se impuso en Moto3. Ya está a tres puntos del Marco Bezzecchi (KTM).