14 de Abril de 2016
Seguro que si a priori te preguntamos cuál es la más rápida de las tres scooters de la comparativa, o cuál es la que cuenta con mayor capacidad de carga, o cuál es la más cómoda de las tres, tus respuestas estarán condicionadas por lo que esperas de cada marca, por su aspecto exterior o por lo que has oído de cada una de ellas. Prejuicios, todos ellos, que hemos querido atajar haciendo una comparativa real, sometiéndolas a una prueba práctica similar a la que cualquier usuario las someterá en el día a día...
El año pasado, Honda con su nueva Forza 125, y en 2016, Kawasaki con la J125, la recién llegada al segmento, buscan con su polivalencia y buenas cualidades dinámicas atacar la privilegiada posición en el ranking de ventas de la Burgman 125 de Suzuki, la más veterana de las tres que ya lleva tres años en el mercado, desde su última remodelación. Y es que la Suzuki ha sido la referencia entre los modelos “125GT” durante muchos años, pero el resto de las marcas no se duermen en los laureles y fruto de ese trabajo llegan al mercado atractivas alternativas que por comportamiento, tacto y ergonomía, suponen un cambio de aires al acostumbrado aspecto bonachón de este tipo de scooter ciudadana.
La J125 de Kawasaki (Ver prueba Kawasaki J125) es la que, a pesar de su aspecto deportivo, tiene el asiento más confortable de las tres, con un mullido espeso y acogedor. Es la más cómoda de las tres, pero precisamente este grosor le resta capacidad al hueco bajo el asiento. Y es que la Kawasaki, quizá por ser la última en llegar, ha ido escogiendo lo mejor de cada una de sus rivales para quedarse en un término medio que busca agradar a todos. Algo que la convierte en una rival difícil de batir. Sus ruedas, a medio camino entre las 13/12 pulgadas de la Suzuki y las 15/14 de la Honda, le permiten mayor agilidad en ciudad que la Forza y algo más de aplomo en carretera que la Burgman. Las suspensiones no son de las más blandas, pero el gran mullido del asiento la coloca a la cabeza en comodidad. Y también destaca en adaptabilidad, siendo la única que cuenta, de las tres, con manetas regulables en ambos frenos. En cuanto a ergonomía, también está justo entre ambas contrincantes, la Forza por un lado, con su erguida posición de conducción, y la Burgman 125, que sitúa al piloto en un plano más bajo. Y ya se sabe que en el equilibrio está la virtud.
La Honda Forza 125 (Ver prueba Honda Forza 125) es la más alta de las tres, y la que tiene un asiento más duro, pero lejos de ser un aspecto que la penalice, puedes estar todo el día recorriendo la ciudad sin notar fatiga por este elemento, gracias al trabajo de unas suspensiones algo más eficaces que las dos sus dos rivales. La Forza es claramente más grande que sus rivales. Quien se interesa por ella durante la prueba nos pregunta por su cilindrada porque no creen que se trate de una cientoveinticinco. Es una moto fruto de años de experiencia y con ella, Honda busca seducir al maduro mercado europeo. El tacto y su suavidad de marcha son incomparables. Tanto por aspecto como por comportamiento dinámico, es la más deportiva de las tres. Aunque la Kawasaki luzca “colores de guerra”, esa batalla con la Honda, la pierden las dos rivales. Ojo que hemos dicho la batalla y no la guerra. Que sea la única de la prueba provista de ruedas de 15" delante y 14" detrás, le permiten presumir ante ellas de un comportamiento intachable. Elegante, con unos acabados excepcionales y con detalles como los espejos (con intermitentes integrados) anclados al carenado y la iluminación por led (delantera y trasera). Sí, es la más cara de las tres, pero seguro que hay muchos usuarios dispuestos a pagar esa diferencia de precio.
Y para terminar con esta introducción de cada uno de los modelos, la primera en llegar al mercado, la Suzuki Burgman, sufrió en 2013 una profunda revisión estética en la que además se incorporó una pantalla con más protección, sobre todo porque su amplio sofá, perdón asiento, y unos cambios de la parte ciclo que le confirieron un tacto más dinámico que en anteriores versiones. (Ver prueba Suzuki Burgman 125) Otro de los puntos fuertes de la Burgman es la escasa altura del asiento respecto al suelo y la gran capacidad de su hueco bajo el asiento, diseñado para albergar dos cascos integrales en paralelo, a la altura del espacio para el pasajero, en lugar de en línea, como ocurre en sus rivales. Y es que la más pequeña de la familia Burgman no ha perdido su elegante toque urbano. Sigue siendo pequeño y ratonero para moverse por la ciudad, sin complejos, pero manteniendo un acertado tamaño, tanto para el/los usuario/s y el equipaje. A priori, su motor es el menos potente de los tres, pero como os decimos en el titular; las apariencias engañan. Su capacidad en ciudad es incuestionable, sigue siendo una scooter elegante, sin rayar en lo estridente, y sorprendentemente efectiva.
Si analizamos el diseño de cada una de ellas, el de la Burgman deja notar el paso de los años, pero sus líneas siguen enganchando a muchos usuarios que lo que buscas en un diseño consolidado. El de la Forza es el más moderno, y para los que valoramos más el aspecto más deportivo, la Kawasaki se lleva el primer premio. Las instrumentaciones de las tres están inspiradas en el mundo automovilístico, con dos grandes esferas y un cuadro digital con una completa información. No nos ha gustado que la Suzuki y la Honda no tengan manetas de freno regulables, o que la presumida Forza no haya dado a su escape un toque más vanguardista.
Respecto a la protección aerodinámica, la Kawa es la que menos protege, la Forza la única que cuenta con una cúpula regulable manualmente, y la Burgman la que lleva al piloto metido dentro de su burbuja, gracias al asiento más bajo respecto al manillar. En ninguna de las tres molestarán las turbulencias que su velocidad máxima genera. Todas disponen de tomas de corriente en guanteras y al depósito se accede desde el puente central.
Centrándonos en la parte ciclo de las tres, y sin volver a entrar en detalles específicos de cada una, que podéis leer en las pruebas individuales, diremos que tanto en ciudad como fuera de ella, chasis, suspensiones y frenos no quedan en evidencia en ningún momento. Y eso que las calles de Las Palmas de Gran Canaria no están atravesando su mejor momento, por decirlo de forma sutil. Si necesitamos hacer una conducción “más rápida” la Honda es la que ofrece un comportamiento más firme y preciso. Su parte ciclo, con llantas de 15 y 14 pulgadas, está un paso por delante de sus rivales, en este apartado. La Burgman goza de una agilidad extrema y es la que ofrece mejor predisposición a realizar cambios de dirección sin el menor miramiento. A cambio de esa insuperable agilidad, la Suzuki tiene un tren más, digamos, flexible a alta velocidad, aunque predecible en cualquier situación.
El tarado de suspensiones es igualmente el más suave y probablemente confortable de todas. La Kawasaki se queda a medio camino ya que aunque sus suspensiones son firmes, su bonachón asiento adultera demasiado las sensaciones. A cambio, nos encontramos ante la 125GT más cómoda del mercado y con el mejor compromiso entre rigidez y sensaciones deportivas. Los frenos de las tres son contundentes, pero la frenada de la J125 permite una frenada más efectiva aunque sin la seguridad del ABS de la Forza, la única que los trae de serie (al menos entre las tres protagonistas de esta comparativa).
Los motores de 125cc tienen un límite legalmente establecido para poder ser pilotados por usuarios con el carnet “B+3” de coche. Los tres ofrecen la misma configuración, es decir, motor monocilíndrico con refrigeración líquida y alimentado por inyección electrónica. También ofrecen similitudes en cuanto a la suavidad de funcionamiento, de suavidad de respuesta y de contenidos consumos. Posiblemente el que más se acerque a ese límite de 15CV es el de la Forza 125, pero las prestaciones de los tres son igualmente ejemplares para su peso y potencia, algo necesario para desplazarte con seguridad por la ciudad o por la vías de circunvalación.
En contra de lo que a priori pudiéramos suponer, el motor claramente más rápido es el de la veterana Burgman, y eso que era la menos rodada de las tres protagonistas. La Suzuki deja a sus rivales a la salida de los semáforos, y sigue delante de ellas, al menos hasta que se llega a los 80 km/h; a partir de esa barrera, la Forza de Honda toma la delantera dejando notar su mayor potencia. A la Kawasaki le cuesta arrancar desde parado, aunque en los primeros metros supera a la Forza y se acerca a la Suzuki ya que ofrece una aceleración muy progresiva.
Sea como fuere, los tres se defienden notablemente incluso en autopista, al ser capaces de mantenerse ligeramente por encima de 100 km/h sin problemas rodando cuesta arriba. La Honda eleva ese límite unos 10 km/h por encima de Kawa y Suzi. El de la Suzuki es el motor más silencioso y el escape de la Kawasaki el que mejor melodía ofrece.
Los tres disponen de pata lateral y caballete central. Regulables son las manetas en la Kawasaki y la cúpula en la Honda. Bajo los tres asientos, que disponen de amortiguador para mantenerlo levantado, hay un gran hueco. Bajo el de la Burgman caben di¡os cascos, uno frente al otro, y algo más. El de la Honda es el más modulable (gracias a una pieza que distribuye el espacio y a un ingenios espacio lateral, y caben holgadamente dos cascos, uno tras otro. El hueco de la Kawasaki sólo da cabida a un casco. Los tres disponen de prácticas guanteras tras el escudo delantero. La Suzuki integra en su cuadro de instrumentos un práctico indicador de consumo eficaz.
El pasajero también tiene mucho que decir en este tipo de motos, prácticas y urbanas. En la Honda y la Kawasaki, para recibir al pasajero hay que desplegar las estriberas escamoteables, algo que hace un poco más incómoda la maniobra. En la Burgman dispone de una amplias plataforma y de un sillón ancho, el más ancho de los tres, y confortable. Al ser la más bajita, el pasajero “burgués” es el que más fácil podrá encaramarse a su posición de marcha. La J125 de Kawasaki también cuenta con un sillón tipo sofá para el pasajero con unas asas escamoteadas que se integran muy bien en el diseño. La Forza también acoge de buena gana al pasajero, que gozará de una protección extra, con la pantalla en la posición más elevada.
Como en cualquier vehículo de dos ruedas, nuestro consejo es que te dejes llevar por lo que te diga el corazón, y si nuestras opiniones no concuerdan con las tuyas, no te preocupes, son totalmente subjetivas. Con cualquiera de las tres acertarás. No obstante resumiremos nuestras impresiones sobre estas tres prácticas Scooters con filosofías diferentes y resultados parecidos. La Burgman es la más bajita, la más ágil en ciudad, y la más rápida en la parrilla de salida de los semáforos. La Honda es la más estable y la que mejor pisa sobre el asfalto. Si haces mucha autovía, será la mejor elección puesto que su motor es el que más velocidad ofrece y con mayor aplomo rueda. Pero si lo que buscas es un compromiso entre ambas, y la mayor confortabilidad de las tres, tu opción es la Kawasaki J125.
Y para el final dejamos el precio; la más barata es la Burgman 125 que cuesta 3.899 €, la versión básica, y 4.299 € la que dispone de ABS; aunque la Suzuki cuenta ahora con una promoción que deja su precio en 3.299 € para la normal, y 3.749 € si te decides por el ABS. Le sigue la Kawasaki J 125 que cuesta 3.699 €, o 4.099 € si la prefieres con ABS. La Honda Forza 125 cuesta, con ABS de serie, 4.799 €. Una diferencia que, grande o pequeña, según se mire, no hará desistir al que se enamore de cualquiera de ellas.
Agradecemos la cesión de estas motos de prueba a FEDEAUTO (Suzuki), Grupo Juan Armas (Honda) y Tifón Motor (Kawasaki), todos ellos distribuidores oficiales de las citadas marcas en la provincia de Las Palmas.
Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto