La magia del «Camino de Los Faros» cierra un año pletórico del CTR

La jornada no podía comenzar de mejor manera. Lucía un maravilloso sol y la temperatura impropia de estas fechas, permitía a algunos ir con atuendos veraniegos.

Poco a poco nos fuimos dando cita en el Centro Comercial La Minilla, lo que acabaría siendo la actividad con mayor número de participantes en los 2 años de vida del Canary Team Raid. Más de una treintena de motos con 45 participantes deseando disfrutar de esta jornada dominical.

La hora prevista de inicio de la ruta eran las 10 de la mañana. Después de informar a todos los asistentes los pormenores que nos deparaba la jornada y la imposibilidad de entrar en la zona militar de La Isleta para visitar su faro (permiso denegado por Medio Ambiente), nos dirigimos a la zona portuaria, desde donde se divisa este magnífico faro.

Fue aquí donde comenzamos a disfrutar del trabajo multimedia desarrollado por los propios miembros de la Asociación CTR, realizando de cada uno de los seis faros existentes en Gran Canaria, un video con fotos, artículos, anécdotas relativas al propio faro visitado, narrados por los propio compañer@s. A modo de guía turística, fuimos enriqueciendo nuestro saber con ayuda de este magnífico trabajo. Si la memoria no me falla, no existe antecedentes en Canarias de este tipo de actividad complementaria en rutas moteras.

Antes de darnos cuenta, ya estábamos en Taliarte, visitando uno de los faros más jóvenes. Arinaga fue la sorpresa. Muchos desconocíamos la importancia que tuvo este faro y su pequeño muelle, que servía de transbordo de mercancía y pasaje entre el norte y sur de la isla.

En Maspalomas descubrimos lo magnífico y solemne de este faro de líneas clásicas que ha perdurado en el tiempo. Símbolo del motor económico de la isla de Gran Canaria, muestra sus 54 metros de altura a l lo largo de la costa sureña de San Bartolomé de Tirajana.

El faro de Mogán, supuso para algunos pilotos offroad, la sorpresa de la jornada en este tipo de terrenos. Donde hubo que franquear un pequeño camino no exento de alguna dificultad. Los más osados, con motos totalmente de asfalto, pudieron hacer las delicias al atreverse igualmente en este terreno. Una vez en el faro, la ausencia de viento, la mar “echada” y una preciosa puesta de sol, hacían de este marco, un recuerdo imborrable para la retina.

El tiempo apremiaba y nos quedaba cruzar la isla de sur a norte pasando por Ayacata y Artenara. Hubo que ir con cuidado en algún tramo por la ausencia completa de iluminación.

El faro de Sardina nos esperaba iluminando el horizonte, cielo estrellado y ausencia total de viento, para recibir a los intrépidos e intrépidas que completaron el reto ya pasadas las 9 de la noche.

En definitiva, ruta de ensueño, muy buena camaradería, espectáculo visual y novedades multimedia durante las visitas, ¿qué más se puede pedir para cerrar el 2015?

Saludos cordiales