Hondas 700. Mismo motor distinto resultado

Es curioso lo que ha dado de sí, hasta la fecha, el bicilíndrico en V de 680 c.c. de Honda. La marca lo instaló por primera vez en la Deauville y últimamente lo han recibido la Transalp y la DN-01. Pero llama aún más la atención que todas estas motocicletas, que funcionan y se comportan muy bien, simbolicen conceptos tan diferentes. Y eso que las vinculan estrechos lazos familiares.

Honda Deauville NT700V
¿Qué más se puede pedir? La veterana de las tres motocicletas de este comparativo es una gran turismo que destaca, entre otros detalles, por el alto nivel de calidad de marcha y por la facilidad de conducción. Es lo que tiene ser una de las mejores ruteras del momento.

A favor
Finura de funcionamiento
Protección aerodinámica
Cuadro de instrumentos
Calidad de marcha
Maletas de serie
Frenada CBS

En contra
Tacto del cambio
Consumos
Peso

Honda DN-01
¡Viva la revolución! La DN-01 representa la vertiente exótica tanto de este comparativo como del resto del mercado actual. Es un modelo automático en el que convergen diferentes conceptos, y es que el último invento de Honda es una motocicleta revolucionaria.

A favor
Comodidad de conducción
Freno de estacionamiento
Altura del asiento
Frenada ABS-CBS
Suavidad general
Transmisión HFT

En contra
Plataformas bajas
Precio alto
Peso

Honda Transalp XL700V
Más allá de los Alpes. Porque la Honda Transalp es toda versatilidad. Resulta, como sus otras dos competidoras en este reportaje, una motocicleta cómoda y suave, muy apta para embarcarse en largos recorridos. Y, por qué no, abandonar el asfalto y adentrarse por pistas de tierra.

A favor
Suavidad de funcionamiento
Consumos y autonomía
Manejabilidad
Versatilidad
Precio

En contra
Tacto maneta de embrague
Suspensiones blanditas
Vibraciones al ralentí

En la variedad está el gusto, o al menos eso dicen, y el comparativo de este mes es uno de los más heterogéneos que se hayan realizado recientemente. Lo integran tres motocicletas de la misma firma, todas ellas con idéntica “alma” pero diferente espíritu. Las tres comparten motor, como hemos podido comprobar, aunque cada una de ellas lo adapta a las necesidades que demanda el concepto que representan, y que en la DN-01 no queda muy claro del todo.

Con el fin de tratar de definir lo que ofrecen estos modelos, todos ellos de la japonesa Honda, hemos preparado esta prueba comparativa, en la que han destacado, básicamente, las facultades ruteras de la Deauville, la comodidad de conducción de la DN-01 y la versatilidad de la Transalp. Cada una en su terreno obtiene muy buena nota, pero no por ello dejan de ser muy válidas para otros cometidos.

A continuación vamos a tratar de analizarlas a fondo para comprobar qué es lo que nos aportan, que no es poco, con el mismo bicilíndrico en V a 52 grados de 680 c.c.

Manejabilidad relativa
La que más sobresale por la ciudad, nunca mejor dicho, es la Honda DN-01. Primero de todo por su estampa, inédita hasta la fecha entre los vehículos de dos ruedas, de modo que por allí por donde pasa va atrayendo miradas. Pero también por su volumen, ya que es la que presenta la distancia entre ejes más elevada de las tres: 1.605 mm. Esto, junto a un radio de giro relativamente amplio y a un peso alto, hace que no sea la más sencilla de manejar entre coches. Por otra parte, la altura del asiento, a tan sólo 690 mm del asfalto, facilita las maniobras en parado.

Luego tenemos la Deauville, una motocicleta que también muestra un peso más o menos elevado. La penalizan, además, unos contrapesos del manillar que sobresalen más de la cuenta, por lo que habremos de tener cuidado al circular entre coches parados. En cualquier caso, hay que tener siempre presente que, con las maletas laterales de serie, la NT700V no está autorizada a pasar por todos los huecos. En esta moto también encontramos una palanca de cambio que no se antojó tan suave y silenciosa como la de la Transalp, por lo que un uso prolongado por ciudad puede resultar algo engorroso. Por lo demás, la Deauville no se desenvuelve del todo mal por ciudad, porque el motor funciona con mucha dulzura y la moto gira muy bien para maniobrar tanto en marcha como en parado. La altura del asiento -805 mm- también es muy adecuada para llevarse bien con ella.

Por último tenemos la Transalp, la que mejor gira de las tres. Sólo peca de un asiento de serie algo elevado, a 841 mm, si bien se ofrece como opción y sin coste adicional uno 20 mm más bajo. También podríamos reprocharle ciertas vibraciones al ralentí, presentes, aunque casi imperceptibles. Pero, en cualquier caso, es la más manejable de las tres, la que menos pesa y la del frontal más recogido, por lo que maniobrar y colarse por cualquier hueco con ella es una tarea sencillísima. Por otro lado, es mejorable el tacto de la leva de embrague, más duro que el de la Deauville. Mientras una peca de leva de embrague dura, la otra lo hace de palanca del cambio no tan suave.

Mismo motor, diferentes relaciones
Aprovechando que para la sesión de fotos habíamos de reunir los tres modelos aquí comparados, realizamos una prueba conjunta por autopista para ver en qué se diferencian exactamente las interioridades de cada uno de sus motores. Dicha prueba consistía en introducir la velocidad más elevada -la quinta sólo en el caso de la Deauville y la Transalp, evidentemente, ya que la DN-01 es automática- y mantener una velocidad constante de 120 kilómetros por hora. El objetivo era comprobar a qué régimen de giro funcionaba el motor de cada una de ellas a esa velocidad para empezar a extraer algunas conclusiones.

En primer lugar, vimos que la Transalp rodaba a un régimen de 5.200 rpm y la Deauville, en las mismas condiciones, giraba a 5.100 rpm. Por último analizamos el giro de la DN-01, tanto en el modo estándar como en el sport. En el primero de los casos, a 120 kilómetros por hora el régimen fue de 4.800 rpm, mientras que en el segundo resultó ser de 5.200 rpm (más corto, para ofrecer una respuesta más inmediata y, así, algo más deportiva).

Las conclusiones que pudimos extraer son que la Deauville cuenta con una relación de cambio y un desarrollo final algo más largos que los de sus rivales: ya que es una motocicleta más turística, opta por ofrecer una quinta velocidad tipo overdrive para que el motor gire más relajado en autopista. Por esto también su velocidad punta es mayor que la de las otras dos.

De esta manera, los consumos obtenidos en las diferentes mediciones realizadas han sido de 5,5 litros a los 100 en la Transalp, de 6,0 litros en la DN-01 y de 7,3 litros en la Deauville. Son más bajos en la trail, debido, sobre todo, al menor peso y a la mejor penetración aerodinámica, ya que hemos visto que su relación de cambio es más corta, y su consumo, en teoría, habría de ser por este motivo algo mayor. A la Deauville la penaliza especialmente un peso excesivo, muy por encima del de la ligera trail, y un amplio frontal que ofrece una mayor resistencia aerodinámica. La DN-01 ocupa el término medio, gracias a su motor automático y a su funcionamiento tipo scooter, porque, por otra parte, es la más pesada, con diferencia, y por eso tendría que consumir bastante más.