21 de Julio de 2009
Aprilia Mana 850 / Honda DN-01 / Suzuki AN 650 Burgman Executive / Yamaha XP 500 Tmax
Comparativo: megascooters vs motos automáticas
No sabemos si los invitados de este comparativo se deberían calificar de scooters, por disponer de una mecánica automática, o de motos, por equipar una parte ciclo más cercana a este mundo. En cualquier caso, lo que sí está claro es que cada uno de ellos es un modelo superexclusivo y muy codiciado precisamente por disfrutar de esa ambigua situación en el mercado.
Aprilia Mana 850
El concepto de la Mana es todavía algo atrevido para muchos, aunque tenemos que decir que, a nuestro entender, se trata de una máquina que representa el futuro de las dos ruedas. Es una moto en toda regla, pero con la libertad de poder ser conducida sin marchas, de manera totalmente automática. Disfruta de una parte ciclo excelente y de un propulsor bicilíndrico de 839 c.c. muy poderoso. Todo un alarde tecnológico por parte de Aprilia (Gruppo Piaggio).
A FAVOR
Sistema de cambio
Cofre para casco
Parte ciclo moto
Estética moto
Motor en V
EN CONTRA
Protección aerodinámica
Tren delantero nervioso
Poco freno motor
Honda DN-01
Espectacular, por futurista, es la estética que presenta la DN-01, una moto en la que se busca el placer de moverse a lomos de un modelo superexclusivo. El sistema de transmisión que emplea su bicilíndrico en V de 680 c.c., el HFT, es sin duda el más suave a la hora de entregar la potencia inicial. Además, su parte ciclo es herencia directa de las motos y no de los scooters, por lo que su dinámica garantiza un buen nivel de estabilidad. Sólo el precio y que no disponga de ningún espacio para dejar objetos la alejan de la filosofía funcional de los scooters.
A FAVOR
Frenada posterior (CBS-ABS)
Tecnología HFT (transmisión)
Posición de conducción
Estética innovadora
Finura marcha
EN CONTRA
Protección aerodinámica
Capacidad de carga
Precio exclusivo
Suzuki AN 650 Burgman Executive
Poco se puede decir de nuevo del archiconocido Burgman 650. Un scooter de gran tamaño sobre el que uno se siente a gusto por largo que sea el viaje. Se trata del GT que mejor define esas siglas (Gran Turismo). Con un propulsor bicilíndrico en paralelo como el que esconden sus plásticos y la excelente ergonomía que brinda a los ocupantes, sin olvidar la extraordinaria capacidad de carga que ofrecen su cofre y sus tres guanteras, el Burgman 650 es posiblemente el mejor para viajar.
A FAVOR
Capacidad de carga
Ergonomía a bordo
Confort de marcha
Nivel de acabados
Sistema ABS
EN CONTRA
Acceso pasajero
Peso en parado
Yamaha XP 500 Tmax
A FAVOR
Posición de conducción
Frenada delantera
Nivel de acabados
Concepto sport
Carácter motor
EN CONTRA
Capacidad de carga
Peso en parado
Precio alto
El que os ofrecemos no es un comparativo al uso, ya que no pretendemos enfrentar a los participantes del mismo, sino mostrar sus aptitudes y cualidades en una utilización diaria o de fin de semana.
Para empezar, cabe destacar que los cuatro modelos son de lo mejorcito del mercado en cuestión de motos o scooters con cambio automático. En el momento de su lanzamiento al mercado, hace ya más de siete años -aunque no lo parezca-, el Yamaha Tmax 500 y el Burgman 650 eran representantes de la máxima tecnología en materia de scooters, y el tiempo les ha dado la razón, dado que técnicamente poco han cambiado desde entonces. Cuando los analizamos por primera vez dijimos de ellos que eran scooters, evidentemente, pero con la parte ciclo de moto; es decir, con el motor anclado al bastidor y la transmisión basculante. Pues bien, con la reciente aparición de las Honda DN-01 y Mana 850, este comentario se invierte por completo, ya que en este caso hablamos de auténticas motos, con la parte ciclo al completo, pero equipadas con propulsores automáticos basados más o menos en la filosofía funcional de los scooters.
FÁCIL CONDUCCIÓN
Aunque existe la posibilidad de conducir cualquiera de estos modelos de manera 100 % automática, todos ellos, a excepción del Yamaha, ofrecen además otras formas de hacerlo. Gracias a que la gestión del cambio automático se hace de manera electrónica, les ha resultado relativamente sencillo a los fabricantes predeterminar los diferentes parámetros que harán que disfrutemos de un carácter u otro al conducirlos. En el Burgman y la DN-01, las posibilidades de conducción son las mismas: podremos escoger entre los modos automáticos normal o sport. La diferencia entre uno y otro es que en el segundo el motor funciona unas 1.000 rpm por encima, para así disponer de mayor empuje cuando lo requiramos desde el mando del gas. También tenemos la opción de pasar al modo secuencial, de forma que el cambio de cada marcha (de seis relaciones) lo decidimos nosotros, igual que en una moto. El cambio, en ambas versiones, está situado en el manillar izquierdo y, sin cortar gas, podremos cambiar de marcha para escoger una conducción muy tranquila o más sport a base de dejar que suba más o menos de vueltas cuando aceleramos. En el caso de la Aprilia, que también disfruta de las mismas posibilidades descritas para los dos japoneses (automático normal y sport), podremos elegir otra configuración más para conducir específicamente bajo la lluvia, en la que el motor se relaja y la respuesta al puño del gas es bastante más suave. Además, al contar con una fisonomía completamente de moto, el cambio de marchas en el modo secuencial lo podremos hacer desde el manillar, como en el Honda y el Suzuki, o bien con el pie, lo mismo que en cualquier moto, pero sin cortar gas ni apretar el embrague.
Auque existen todas estas posibilidades a la hora de conducirlos, desde nuestro punto de vista el modo automático, alternado con el sport, es la manera más cómoda de hacerlo. El secuencial se acaba utilizando sólo en autopista para poner la relación más larga y así economizar el consumo medio, dado que el poco freno de motor que ofrecen los tres hace que en carretera resulte más efectivo el modo automático.