Primer Encuentro Interinsular de Motos Clásicas y Antiguas de Gran Canaria.

Rojas, verdes, azules, negras... los moteros exhibieron en la plaza de San Roque sus joyas durante toda la mañana llenando el lugar de color. Las había de diferentes modelos y procedentes de varios lugares de mundo. El único requisito indispensable para ir acorde a la ocasión era lucir una motocicleta que contara con más de 25 años. A juego con las motos, sus detallistas dueños lucieron cascos y cazadoras de todos los estilos.

Descubre en este enlace todas las fotos del evento.

El rugir de los motores quebró la cotidiana tranquilidad en la que diariamente está sumido el centro de Firgas. Como si de un reclamo animal se tratara, cientos de personas surgieron de los rincones más recónditos de la Isla para dejarse ver, y sobre todo ver por ellos mismos, el espectáculo que supuso el desfile continuo de las motos que se dieron cita en el encuentro. Asimismo, a la reunión acudieron, junto con el Club de Motocicletas Clásicas y Antiguas de Gran Canaria, miembros de otros clubes de Tenerife, La Palma y Lanzarote. "Con este tipo de eventos lo que pretendemos es difundir nuestra afición y pasión por el mundo de las motos, además de lucirlas", explicó Cristóbal Ramírez, presidente del Club de Motocicletas Clásicas y Antiguas de Gran Canaria.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, ... MIL GRACIAS!!!

Con este título ha de comenzar la crónica de cuanto vivimos el pasado fin de semana en la Villa de Firgas con motivo de la celebración del I Encuentro Interinsular de Motocicletas Clásicas y Antiguas - Gran Canaria 2011. Y cuando doy las gracias, en nombre del Club y su directiva, lo hago a los participantes en su conjunto, a los Clubs que nos honraron con su presencia y a las empresas colaboradoras, que en estos tiempos tan difíciles nos dieron su respaldo. En fin, a todos los que hicieron posible este fin de semana cargado de momentos, risas, y sobre todo, la sensación de estar en casa, en familia; y es que la palabra encuentro, tiene eso: unidad.

En lo que se refiere al evento, creo no me equivoco al decir que nos lo pasamos en grande, que la combinación de actividades programadas fue todo un acierto y que además, las horas que vivimos juntos, viernes, sábado y domingo, se nos fueron volando y con una intensidad difícil de explicar.

La tarde del viernes comenzaría con la llegada del grupo principal a la Fonda Doramas, alrededor de las ocho de la tarde, coronando la cima, un alargado y multicolor pelotón de motocicletas y pilotos de todos los tiempos. La gran variedad de monturas (inglesas, alemanas, españolas, japonesas y hasta una danesa) y el grado de actividad que de inmediato se generó en la explanada del recinto, con saludos y abrazos entre los asistentes, no vinieron sino a confirmar que nos encontrábamos ante el inicio de un fin de semana diferente y especial.

El Sábado por la mañana, bien temprano, tendría lugar la llegada del resto de los participantes a la fonda con lo que el número de inscritos ascendería a un total de 60 motocicletas y 86 personas, entre pilotos y acompañantes. A continuación, y cumpliendo con el horario previsto, se daría inicio a la primera ruta programada, que hasta el lugar de la comida, en el Espinillo, en Tejeda, discurriría por los municipios de Firgas, Teror, San Mateo y San Bartolomé de Tirajana, con una parada para estirar las piernas y recobrar fuerzas en el Restaurante de Las Rosas, en el cruce de Cueva Grande.

Pese a que durante la primera parte del recorrido el tiempo parecía amenazar lluvia, poco después de dejar San Mateo, nos encontramos con un tiempo completamente despejado que llegando a la zona de Ayacata resultó incluso algo caluroso.

La comida en el Espinillo, casera, y en buena cantidad, resultó de lo más agradable, pese a lo abultado del grupo, ya que prácticamente, llegamos al techo de nuestras previsiones. Lo mejor, disfrutamos de un muy buen rato en un ambiente muy familiar.

A la comida y el refresco, ya que como dije la temperatura se había decidido a apretar, seguirían alguna que otra siesta furtiva, a la sombra de los árboles de la plaza (a las fotos me remito), y la formación de grupitos de tertulia y sobremesa por aquí y por allá.

La ruta de vuelta, volviendo por Tejeda, Pinos de Galdar, Fontanales y Moya nos tendría de vuelta en el parador poco antes de las siete de la tarde.

Al llegar a la Fonda, la organización sorprendería a los asistentes con la celebración de una novedosa prueba de destreza y habilidad. La jincana, ideada por el socio y amigo Oscar Bolaños, como se vio mas tarde, todo un experto, venía a recordar, en parte, la temida prueba del examen de conducir por el que pasamos todos los que obtuvimos el carné hace mas de 15 o 20 años. Así, a la famosa tabla, por la que recordemos, había que pasar sin sacar ninguna de las dos ruedas, y hasta el final, seguía un zig-zag de conos con frenada y curva de 90 grados en zona sucia (como también ocurría en aquellos años) y a ésta, una zona de aceleración con stop en un punto determinado. Lo peor, y no olvidemos que la prueba había que hacerla con acompañante, es que el recorrido había que repetirlo, esta vez,  con el copiloto sujetando una pelota de golf con una cuchara en la boca. En este segundo giro, la prueba de aceleración final pasaría a ser de lentitud.

Pese a que tras la explicación de la prueba a los asistentes, se llegaría a dudar de sus posibilidades, pues la gente no parecía arrancar, desde que los primeros valientes se tiraron al ruedo, comenzó un incesante goteo de participantes, cosa que a risas y aplausos, nos mantuvo más que entretenidos hasta prácticamente el anochecer.

La prueba en si, resultaría todo un éxito, con actuaciones de los mas variopintas y que fueron desde el abandono de copilotos aterrados a mitad del recorrido, hasta la formación de castillos humanos sobre sidecar (dos), completando satisfactoriamente el recorrido, con Dios sabe cuantas cucharas y pelotas de golf, pasando por gran número de recorridos prácticamente perfectos. Lo más importante, monturas y pilotos de todas las edades disfrutaron de lo lindo, demostrando su gran disposición y habilidad.

El sábado acabaría con una gran cena en el comedor principal del Hotel, de la que es cierto, tomamos nota de detalles a corregir en el futuro, y una inesperada y absolutamente maravillosa velada en la Cueva de la Fonda en la que se puso el mejor punto final posible a un maravilloso día; cosa que para los mas rumberos, entre los que he de confesar, me incluyo, vino a ocurrir bien pasadas las cuatro de la mañana.

El Domingo, día de la exposición pública en la Plaza del Ayuntamiento de Firgas, se iniciaría, asombrosamente, conforme al programa (y digo asombrosamente porque a muchos nos pilló con poco mas de tres horas de sueño en el cuerpo) quedando montada (la exposición) poco después de las 10 de la mañana con algo mas de 80 motocicletas, todas ellas de mas de 25 años de antigüedad, ya que ese día se unieron al evento nuevos participantes. En cuanto al resultado, una importante muestra de motocicletas, ejemplo de mas de 50 años de la historia del motociclismo en Canarias, en las que pudimos disfrutar de buenos ejemplos de modelos de prácticamente todas las nacionalidades y décadas.

A la exposición, seguiría una estupenda paella, de vuelta en el Mirador, y la entrega de recuerdos, reconocimientos y sorteo de premios entre los participantes para lo que contamos, además de con la asistencia de la Iltma, Sra. Alcaldesa de La Villa de Firgas, con la de buena parte sus Iltres. Sres. y Sras. Concejales.

Para finalizar, reiterar el agradecimiento en general a todos los asistentes al evento, a los motoclubs Veteramoto de Tenerife, Sin Frenos y Clásicos de Telde de Gran Canaria, al Iltre. Ayuntamiento de la Villa de Firgas y en especial a su Iltre. Sra. Alcaldesa Doña Paola Hernández e Iltre Sr. Concejal de Festejos Don Manuel Baez, al Grupo Lopesan Hotels Group, a la entidad Hiperdino, a la editora de las revistas Motociclismo Clásico y Moto Clásica, a Motoservicio Oscar Bolaños, y a la entidad concesionaria de la Fonda Doramas, por su importante apoyo y colaboración. A todos ellos, gracias por ser partícipes del inicio de lo que se conforma como una cita anual nueva e independiente en el marco del motociclismo clásico regional y nacional.