Decenas de moteros se acercaron esta mañana, a pesar de las malas condiciones meteorológicas, hasta la villa mariana de Teror para participar en la ofrenda floral a Nuestra Señora del Pino que se celebró en el interior de la basílica terorense.

Como ya es tradición, en los primeros días de cada año, el grupo motero "The Bullrider Canary" organiza esta ofrenda floral a la patrona de Gran Canaria. Una tradición que incluye también la bendición de las motos y a la que acuden cada año decenas de motoristas procedentes de todos los puntos de la isla.

En este año que comienza, los motoristas han vuelto a dar muestras de su solidaridad realizando una cuestación de alimentos no perecederos que fueron depositados a los pies del altar mayor de la basílica tras la finalización del pequeño acto religioso.

En una breve homilía, el párroco de Teror destacó los valores del colectivo motero: compañerismo, amistad, camaradería y hermandad. Un colectivo que a día de hoy sigue demostrando tener ese "feeling" que nos hace tan especiales. Unos valores que al igual que en el resto de la sociedad, deben perpetuarse en el tiempo y para elo deberemos estar todos vigilantes.

En represenctación del club organizador, Julián, su presidente, hizo lectura de un breve poema en defensa de los derechos del colectivo motocilista, tras el cual se procedía a subir al camarín de la Virgen del Pino para entregarle el ramo de flores y hacer uno a uno, las peticiones ante la patrona.

Para finalizar las actividades programadas para la jornada en Teror, tras un estruendoso minuto de acelerones que captaron la atención de los visitantes de la villa, el párroco procedió a bendecir uno a auno a los motoristas participantes y a sus motos para que la protección de la Virgen les acompañe en sus rutas y viajes.

En un ambiente festivo concluyó esta jornada alrededor de la Virgen del Pino que aglutinó a fieles y devotos, unos con motos y otros sin ella.

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