Borja Naranjo: “La única forma de llegar a la cima es hacerlo con el trabajo en equipo”

Fotos: Miguel A. Moreno y Canariasenmoto

El desafío Tenerife Mototrans 2019 superó las expectativas que se habían marcado los amantes de la aventura sobre dos ruedas. Una prueba no competitiva en la que la superación personal y el trabajo en equipo fueron, junto al respeto al medio ambiente, las claves del éxito del reto propuesto por AOR Canarias a los 140 participantes inscritos. Un desafío bianual que arrancó en Gran Canaria y que, tras Tenerife, llegará a Lanzarote y Fuerteventura en noviembre.

La isla de Tenerife ofrece una variedad enorme de terrenos y paisajes, un lugar idóneo para el desarrollo de un desafío no competitivo como es la Ruta Mototrans, en el que la orientación y el trabajo en equipo marcan la diferencia entre quienes llegan a la meta y los que se quedan en el camino. El objetivo era completar los waypoints marcados en el mapa siguiendo los tracks mediante los GPS instalados en las motos de los participantes, que deben hacer el recorrido en equipo y geolocalizados, para mayor seguridad.

El parking exterior de Canaauto BMW Motorrad fue el viernes, el centro de operaciones de un desafío que calentaba motores con la llegada de los más de 140 participantes llegados de todos los rincones de Canarias. Después de recoger la documentación y pasar las verificaciones técnicas de rigor, llegaba el momento de subir a la rampa de salida que esperaba a los aventureros en la Plaza del Adelantado de San Cristóbal de La Laguna.

Tras el briefing de rigor y la tradicional arenga a cargo de Borja Naranjo, director de AOR Canarias, los amantes de la aventura pusieron rumbo a las montañas del municipio lagunero. 20 kilómetros de caminos de tierra y muchas piedras en tramos exigentes y lentos, ideales para comprobar que las motos estaban en un estado óptimo de cara a los 350 km de las dos largas etapas que tenían aún por delante.

La segunda etapa arrancaba, aún bajo la incipiente luz del alba, en La Laguna. Amanece pronto y el rocío cubre toda la moto. Cargados con el equipaje los participantes exhalan el vaho vespertino mientras calientan los motores. Cascos, chaquetas y guantes, dispuesto a disfrutar de las mejores sensaciones en moto. Llega la etapa reina y todos esperan con ilusión que la estrategia salga perfecta. Momentos previos, también son para disfrutarlos, visualizando bajo el casco, el primer track, con sus kilómetros, paisajes y los obstáculos en el camino. La aventura comienza y todos esperan que sea placentera.

La llegada al vivac dakariano en el que se ha convertido el albergue rural La Cañada, en el sur de la isla, está marcada por las caras de satisfacción tras haber superado el reto del día. Atrás han quedado los barrancos técnicos con rios de arena, las subidas imposibles sin la ayuda de los compañeros y las dudas en la interpretación de la ruta marcada por la organización. La adaptación al terreno fue mejorando según transcurrían los kilómetros por caminos estrechos pero rápidos. Desde acantilados con el eterno océano como compañero, a tramos de pistas rápidas, en las que disfrutar sin peligro a la velocidad de 25 km/h marcada por la organización.

La jornada del domingo, con los últimos 150 km del desafío por delante, discurría de sur a norte, por los ocres caminos salpicados de negruzca lava volcánica y las verdes tonalidades que se abren camino en las áridas laderas del sur tinerfeño y en las faldas que dan acceso al Parque Natural de Las Cañadas del Teide. Tocaba superar las piconeras que conducían a lo alto de las montañas, donde ya se notaba la baja temperatura. Ahí predominan los paisajes verdes hasta llegar al siguiente tramo de carretera. A medida que avanzaba la jornada, el terreno se complicaba. Lo que al principio era una pista de suelo duro y tierra, se convertiría más tarde en una trampa de gravilla suelta, complicada sobre todo para las grandes maxitrail, tanto que algunos se decidieron por tomar tramos alternativos para llegar a la línea de llegada bajo la espectacular estructura arquitectónica del Auditorio Adán Martín del Parque Marítimo de Tenerife.

“Sacar adelante la Tenerife Mototrans ha sido como hacer un máster en gestión administrativa”

Tras finalizar el desafío, y después de haber sacado conclusiones con el sosiego que solo puede dar la distancia de un par de días desde que la Tenerife Mototrans bajase el telón, hablamos con el responsable de este desafío no competitivo que ha tenido que hacer frente a su propio desafío con las distintas administraciones: “Ha sido complicado, pero hemos podido sacarlo adelante con dignidad, adaptándonos a las peculiaridades de cada administración y siendo capaces de encontrar alternativas para enfrentarnos con energía a todos los desafíos. Y al igual que hacen los participantes en nuestro reto, hemos necesitado dotes de navegación para saber dónde dirigir nuestras peticiones y trabajo en equipo para llegar hasta la cima final”.

“Si no formamos equipo ahí fuera, moriremos como individuos”

“Los participantes ya han rellenado la encuesta de satisfacción”, nos contaba Borja. “Hay unanimidad en la exigencia del desafío y en el desarrollo de la prueba en general, excepto en la comida en el vivac, una anomalía que la organización de la Mototrans corregirá de cara a próximas ediciones", afirmaba. "Respecto a la parte medular del evento, la ruta a seguir por los aventureros, ha sido un acierto, a pesar de los cambios de última hora que tuvimos que asumir. Incluso los participantes tinerfeños, un 45% de los inscritos, se sorprendieron al descubrir lugares que jamás habían pisado, y eso que han faltado contrastes paisajísticos y se ha echado en falta poder recorrer algún tramo por la zona norte", confesaba.

Los tracks llevaron a los participantes, ordenadamente y por categorías, a lugares recónditos y de difícil acceso. Lechos de torrenteras lavados regularmente por la lluvias y donde los tacos de las motos no tienen nada que degradar... "Les gusto mucho la sorpresa de la subida al cementerio de Fasnia, un desafío importante para las maxitrail, pero el punto álgido de este año fue el pasillo nocturno que los participantes de enduro hicieron, iluminando con sus luces la subida a los de la categoría trail, por una interminable subida en una boscosa zona del municipio lagunero. Ese es el espíritu de esta ruta; el del trabajo en equipo y la aventura", aseguraba este organizador que busca la tutela y la regulación en una práctica de ocio que cuenta con muchos adeptos en Canarias y a los que se busca concienciar sobre el equilibrio posible en el desarrollo de una práctica deportiva y el respeto al medio ambiente y al resto de usuarios de la vía y el entorno. 

Y reforzando esa imagen al respeto del entorno, la Ruta Mototrans y Lexmoto Canarias han colaborado para que por primera vez en Canarias participase una moto 100x100 eléctrica que ha demostrado su potencial en este tipo de desafíos: "Tengo que agradecer a Ricardo (SUR-RON Canarias) y a Jonathan Arias (piloto) su implicación y participación en la ruta. La Light Bee cumplió el objetivo y salvo un tramo crítico de subida muy larga y pronunciada hasta las faldas del Teide, pudo completar los tramos, a su ritmo y sin generar ningún impacto acústico. Desde la organización les proporcionamos datos relativos a distancia y desnivel para que ellos pudieran optimizar la duración de las baterías y el resultado fue excelente", rubricaba el alma máter de la Mototrans, que ya tiene en su cabeza el próximo desafío en Fuerteventura y Lanzarote pero que no se olvida de agradecer la colaboración y el apoyo de DISA, XTravans Renting Flexible, Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, Autoridad Portuaria de Tenerife, Canaauto BMW, Canariasenmoto y Wild & Wheels.