Estoy volando hacia Sevilla hoy domingo, y todavía no salgo de mi asombro ante los hechos de los que fui participe en el rally Islas Canarias. Vaya por delante mi reconocimiento a La Guardia Civil de Tráfico; entiendo que en líneas generales realizan un trabajo encomiable y, aunque podríamos polemizar con asuntos como “radares recaudatorios” y algún tema más, no dejo de reconocer que me han sacado las castañas del fuego en averías y accidentes amen de propinarme alguna merecida sanción. Dicho esto, no deja de ser menos cierto, que en todos los colectivos existen “garbanzos negros” y en Gran Canaria tenemos uno, que si no ocupa el primer puesto, poco le falta.

El Viernes 22, al llegar en moto sobre las 18,00 h. al cruce de La Pasadilla con intención de ver el tramo cronometrado de Ingenio, me encuentro con el preceptivo dispositivo policial formado por dos agentes municipales, otro de la benemérita y un miembro de la organización. Observo que no hay ningún cartel de carretera cortada, por lo que asumo que el coche cero no ha llegado y la vía se encuentra abierta al tráfico. No obstante, paro al lado de uno de los policías municipales y le pregunto a qué distancia se encuentra la salida, contestándome que a unos 300 m. sin darme ningún otro tipo de advertencia; arranco tranquilamente, aparco a unos 200 m. carretera arriba y ¡EMPIEZA EL ESPECTÁCULO!.

Ya estoy bajado de la moto quitándome el casco, cuando aparece el Guardia Civil de Tráfico que con un tono y ademán de auténtica fiera, de ahí el título del relato, se dirige a mí en los siguientes términos.

GC - “su carnet de conducir y acompáñeme” de buenas tardes como es preceptivo nada.

Yo - “Buenas tardes, ¿podría decirme qué infracción he cometido?”

GC - En un tono si es posible aún más duro que antes y mano en la pistola “le he dicho que su carnet y que me acompañe”

Visto lo visto bajamos al cruce, comienza a redactar la correspondiente multa y yo intento volver a dialogar.

Yo - “Por favor ¿puede decirme por qué me sanciona?”

GC - “por entrar en una carretera cortada al tráfico”

Yo - “usted perdone pero si el cartel no está puesto y la autoridad no me lo indica, la vía a todos los efectos de normativa está abierta”

GC - “El cartel no está puesto por mi normativa, lo que usted me diga de ahora en adelante me entra por un oído y me sale por el otro, estoy gritando para que todo el mundo me oiga y estese calladito que me está metiendo el dedo en el ojo y vamos a ver como acaba esto”, mano a la pistola y rostro colorado.

Cojo la sanción, saco fotos al cartel de carretera cortada que se encontraba recogido en la cuneta y me voy al juzgado de guardia a presentar la correspondiente denuncia.

Señores, no hay derecho a que fieras de este tipo ejerzan la autoridad vial sobre los conductores. Todo se debería haber arreglado con una simple explicación: el cartel no está por los motivos que sean, el agente municipal no me comunica el corte de vía, nadie es infalible, aparco la moto en el cruce y aquí paz y después gloria.

Esto me va a costar 500 euros, la retirada del carnet y por consiguiente la pérdida de mi trabajo así que no es ninguna broma. Ruego que si algún lector estaba allí y fue testigo de alguno de los tres puntos que abajo reseño se ponga en contacto conmigo en: 928-35-60-56, 608-70-77-14 o master98@telefonica.net  no pido ninguna falsedad sino la verdad pura y dura porque si no nos ayudamos entre nosotros…

¿Quién nos va a echar un cabo ante abusos de autoridad de semejante calado?

• El cartel no estaba puesto.
• La climatología para ponerlo era perfecta, ni viento ni lluvia.
• El tono los gritos y las frases antes mencionadas

Saludos a todos los moteros y no moteros, espero que no les pare nunca este individuo y suerte.

Pedro Molina.