La Harley Davidson del amigo Gabriel Juesas, miembro de la Directiva de HOG Las Palmas Chapter, comienza el año como terminó el pasado 2012, recorriendo kilómetros y kilómetros por carreteras tan poca habituales para un motorista canario como el gélido asfalto habitual en la Concentración Motera Invernal Motauros 2013.

Ha sido en esta concentración que celebra cada año en la localidad vallisoletana de Tordesillas donde Gabriel ha obtenido el premio la piloto que realizó el trayecto más largo para acudir hasta la sede castellana, tras recorrer, desde Telde en Gran Canaria, 2.680 kilómetros.

El último año del motorista teldense ha sido prolijo en viajes nacionales e internacionales. El periplo rutero comenzó el pasado mes de junio en la concentración Internacional de Harley-Davidson en Cascais (Portugal), seguida de otra reunión de la marca en el Barcelona Harley Days.

Tras varios viajes más por la península, durante los meses de julio y agosto Gabriel se embarcó, junto a su hijo, en un reto ansiado y soñado por muchos motoristas; llegar en moto hasta Cabo Norte en Noruega atravesando una gran parte de los países del norte del viejo continente.

El 2013 tampoco va a ser un año de descanso para su Harley Davidson que ya ha tenido que soportar el frío de las dos concentraciones invernales que se celebran en Castilla y León; Pingüinos y Motauros 2013... y aún le quedan 345 días del año para seguir disfrutando de su moto con un único destino: el horizonte.

Suerte en tu viaje, Gabriel. Nos vemos en la carretera.

Tordesillas despide a los participantes de Motauros 2013

La lluvia que durante todo el fin de semana ha estado presente de manera constante e incondicional podría haber sido la causa principal de que las inscripciones en la última edición de Motauros descendieran de manera considerable si se compara con el pasado año. Según el presidente del motoclub organizador de la concentración, Juan Carlos Ruiz, un total de 6.730 motoristas han participado de manera activa durante todo este fin de semana en esta concentración invernal que cada año Tordesillas acoge en la zona recreativa de Valdegalindo.

Y es que desde el jueves, cuando llegaron los primeros moteros, y hasta ayer a última hora de la tarde, Tordesillas se convirtió en el punto de encuentro de miles de aficionados y cientos de curiosos, quienes no querían perderse la experiencia de participar de una manera activa en una concentración de estas características que llenó las calles del municipio durante tres días.

«Pesa a las malas condiciones meteorológicas, que sin lugar a dudas han marcado mucho el ritmo de inscripciones y participaciones en la concentración, en el Ayuntamiento estamos contentos de cómo han salido las cosas», dijo el alcalde de la localidad, José Antonio González Poncela, quien destacó la falta de incidentes reseñables.

La despedida de Motauros 2013

A la viva voz de «¡Viva Motauros y viva Tordesillas!», la organización despidió a primera hora del mediodía de ayer a los centenares de motoristas que no quisieron perderse en la carpa principal de las instalaciones de la campa de Valdegalindo la entrega de premios y el sorteo de varios cascos y de una moto.

El primero en subir al escenario fue el asturiano Santiago Rivas, quien recogió el premio al primer inscrito. Este motorista acude a la cita tordesillana desde la primera edición y siempre está entre los primeros. El premio al motorista más lejano fue para el canario Gabriel Juesas Pérez, quien destacó la calidad de la concentración y «el buen ambiente reinante durante todo el fin de semana que hace que Motauros sea una gran familia». Con tan solo dos meses, el pequeño Rafael Teodoro San Bartolomé se convirtió en el 'motauro' más joven de esta edición. Su madre, Fuencisla, aseguró que siempre acuden a Motauros «y este año con él no iba a ser menos», mientras recogía el galardón de su pequeño.  Juan Herrero, de 71 años, fue premiado como motorista más longevo y el Sevilla también recogió su premio al contabilizar en su haber un total de 400 concentraciones. Finalizada la entrega de premios, la organización sorteó una moto Custom de 125 que recayó en el inscrito 1292. «La verdad es que ahora no sé qué voy hacer con dos motos», dijo Jorge Manzano, quien regresó a Valladolid con más amigos y más ruedas.