Vladimir Yarets, el bieloruso con discapacidad auditiva, que ha recorrido el mundo en moto.

Una crónica de Manuel J Armas (Motoclub LK Tenerife) para Canariasenmoto.com

Vladimir A. Yarets, de 71 años, originario de Minsk (Bielorrusia). Vladimir es la primera persona sorda que ha encontrado determinación y coraje en un viaje alrededor del mundo en moto. Actualmente ha viajado a través de más de 69 países y cubrió la distancia total de más de 302,279 kilometros.

Viajar siempre ha sido el sueño más grande de Vladimir. Comenzó sus numerosos viajes en 1967. El primer espacio para conquistar era el territorio de la URSS - desde Bielorrusia a Magadan. La milicia soviética estaba fuertemente en contra de la emisión de la licencia de conducir para el motorista sordo, que, sin embargo, no le impidió continuar el viaje. Después de haber regresado a casa con un paquete de recortes de periódicos atestiguando su 'maratón', Yarets les mostró a las autoridades locales y finalmente recibió el permiso de conducir.

La vuelta al mundo-pendiente viaje se inició el 27 de mayo de 2000, en Minsk, la capital de la República de Belarús. Después de viajar por toda Europa, se dirigió a Marruecos y Canarias. El viaje se reanuda desde el punto exótico del mapa del mundo - Venezuela, después de lo cual Vladimir visitó la isla de Santa Lucía y Puerto Rico. Un transbordador le llevó a él ya su moto a la República Dominicana, la apertura de nuevas direcciones para su viaje - Haití, Jamaica y Cuba. Después el aventurero bielorruso pone rumbo a Florida, EE.UU.. La cobertura de un país tan vasto como los Estados Unidos, sin duda, se llevó un buen rato, sin embargo, Vladimir se las arregló para visitar todos los estados excepto Alaska y Hawai.

Un pequeño pueblo americano Peoria resultó ser un punto trágico del viaje de Vladimir Yarets. Se vio obligado a permanecer allí durante mucho más tiempo de lo esperado - casi un año. El 13 de octubre de 2003, con viento y una tempestad furiosa, la moto de Vladimir se estrelló contra un camión. El viajero fue recogido por la población local y trasladado al hospital más cercano con numerosas fracturas. Después del hospital Vladimir continuó su camino a la recuperación en la casa de uno de sus salvadores, que amablemente le ofrecieron ayuda.