De Ushuaia a Alaska en moto. Segundo capítulo
4:15am, frío, mucho frío. Un sol radiante a esa hora de la madrugada… esto es de locos!!! Hugo, el conserje del hotel me dice “José, no estás nervioso?” “Nervioso yo? Querido amigo, ahora es cuando comienza mi paz, ahora llegó mi tranquilidad…”
Habían sido 6 larguísimos meses preparando el que va a ser el viaje de mi vida, ese que soñé y que hoy comienzo a cumplir… Seis meses sometidos a presiones de la familia, de amigos, de conocidos… Seis meses soportando comentarios de “te van a robar la moto, te vas a caer, te van a secuestrar…”. Nadie me dijo jamás “vas a disfrutar lo no escrito…”
Por delante 50.000, podrían ser segundos, centímetros o quizás años. En este caso son los kilómetros hasta la meta: ¡ALASKA!
Nos encontramos Linda (mi moto) y yo en el punto más al sur del continente americano, la ciudad de Ushuaia. Aquí no hay más sur, se termino todo y comienza el mar para luego dejar paso al hielo del Antártico.
Pasamontañas, chaqueta, casco y protecciones. Me voy que tengo prisa.. “adiós Hugo, volveré”. Había revisado tantas y tantas veces la ruta que me la sabía de memoria, no hacía falta ni mapa ni gps. Primera gasolinera a la derecha saliendo de la ciudad… y allí estaba. Dos kilómetros más adelante curva muy cerrada de izquierdas… Allí estaba.
En pocos minutos me encontraba rodando entre montañas totalmente nevadas. Linda y yo, totalmente solos. Únicos e inolvidables esos primeros minutos. Irrepetibles. No tenía la sensación de estar en un país extranjero, me sentía como en casa. La emoción me embriaga y comienzan a saltar las lágrimas de mis ojos. Poco a poco van empapando el pasamontañas y con la temperatura tan baja me da muchísimo frío en las mejillas… “está claro que en este viaje ni se pude llorar a gusto” pensé.
El traqueteo del motor de Linda hace eco en las montañas. Estamos solos, muy solos, pero tengo la sensación de tener los deberes bien hechos, de no faltar nada, y nada puede fallar. ¡Primera sorpresa!, la siguiente gasolinera desabastecida. Qué hacemos? Para atrás ni para tomar impulso… Cruzamos obligatoriamente por un trocito de Chile, con una carretera en pésimas condiciones. “Ripio”, esa gravilla suelta que nos da tantos y tantos sustos. 136 km para olvidar. Surge el primer problema, sin gasolina. Por suerte un brasileño me regalo 2 litros que me dejaron rodar hasta la frontera otra vez con Argentina. Allí otro buen samaritano me regaló otros 4 litros para terminar la etapa del día. Fueron casi 800km inolvidables, extraordinarios y sobre todo, únicos.
A partir de ahí fueron 5 jornadas terribles de vientos “casi” huracanados. Pocos metros delante de mí, el viento se llevó una caravana que comenzó a dar vueltas y vueltas desperdigando todos los enseres... sin palabras. Más adelante, la policía recomendándome no continuar, el día anterior el viento había volcado un camión y un autobús. Jamás podre olvidar los 60km entre Radatili y Caleta Olivia, nunca en mi vida había pasado tanto miedo. Por suerte, cruzamos.
Si existe un país de contrastes ése es Argentina. Frío, calor, lluvia, viento… casi se puede estar en las 4 estaciones el mismo día. Llanuras interminables, montañas espectaculares, zonas de curvas para disfrutar… Y las rectas, menudas rectas, hay una de 137km, luego una gasolinera y seguido otra de 100km. Todo el depósito de gasolina gastado en esa recta…
Los días avanzaban y de pronto apareció un cartel que decía “Buenos Aires 236km”. Sin darme cuenta había llegado el final de la etapa. En Linda brillaban los primeros 10.000km de este impresionante viaje…
Primera etapa concluida, las metas alcanzadas y tocaba regresar a casa para pronto continuar hacia el norte, siempre hacia el norte.
Anécdota de viaje: 24 HORAS DE SECUESTRO.... (Reflexión)
Como en todos los países del mundo, también en Argentina hay gente responsable y gente desastrosa.
En Julio pasado contacté por internet con una empresa de transportes en Buenos Aires que se anunciaba súper profesional, eficiente y seria. En su página web hace una presentación impresionante y da la sensación que estamos tratando con gente seria.
Contacté más tarde telefónicamente con ellos y todo resultaba "fácil". Quince días antes de venir a este país les confirme fechas de llegada de la moto, etc.
Lunes en la mañana, 9:30am me encontraba despachando la moto en la Aduana del aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires. La gestión fue de película. El inspector aceleró los trámites para que en menos de 1 hora pudiera llevarme la moto. Cuando iba a rellenar el formulario de importación temporal, se dio cuenta que no quedaba ni un solo impreso en blanco. Buscaron y buscaron por todas partes sin suerte. Que se les ocurrió? pues fotocopiar uno usado y tapar con "tipex" las letras para poder luego rellenarlo con mis datos. Menos mal que la inventiva latina está a la orden del día.
Cuando salen los inspectores de su oficina con documentos, etc, se cierra la puerta y resulto que se habían dejado las llaves dentro!!!!!!!!!!! Otra hora esperando hasta que llegara un "cerrajero" con una palanca y forzara la cerradura.... Sin ninguna duda, era para echarse a llorar, un trámite de menos de una hora y tardé tres en terminarlo.
Ya con el permiso para retirar la moto en la mano, llame a la "famosa" empresa de transportes. Vino puntualmente a cargarla, con ayuda de un montacargas la metimos en el furgón, le aboné el transporte como habíamos acordado y se la llevaron dejándome factura y recibo del transporte.
Desde España me habían confirmado que en tres días me tendrían la moto en Ushuaia, luego aquí en Argentina me dijeron que tardarían 4 o 5 días en llegar. Por la tarde, yo tranquilamente en el hotel recibo una llamada de ellos diciéndome que tenían malas noticias, que la moto tardaría 9 días en llegar a Ushuaia. Casi me muero, 9 días sin la moto? y que hago yo en todo ese tiempo???
Les dije que no hicieran nada, que esperaran mi llamada. Rápidamente hablé con la empresa más grande y seria de transportes terrestres. Me puse en contacto con ellos y desde el primer minuto ya me di cuenta que hablaba con personas que sabían cómo hacer las cosas. Fui totalmente franco, expuse el problema y me dijeron que les diera el teléfono del otro transportista para recuperar la moto. Así lo hice y para detener el envío llamé yo mismo a la empresa que tenía mi moto para decirle que cancelaba el envío. Se quedaron un poco "raros" y me dijeron que la moto no la tenían ya, que se la habían dado a una tercera compañía de transportes, y que no sabían en este momento dónde estaba la moto.... Puedes imaginar cómo me quedé yo, casi me muero. Fue la sensación de impotencia más fuerte que he sentido en mi vida. Se me subió el mal humor a la cabeza, dije cuatro "coños" bien dichos y removí Roma con Santiago. La nueva empresa con la que contacte, me llamó y me dijo que no le entregaban la moto porque no la encontraban................... Qué alegría!
Ya eran casi las 7pm y no se podía hacer más. Me pase la noche prácticamente sin dormir. La moto me la habían robado, secuestrado, perdido, olvidado.. Que se yo!!!!
Al día siguiente ya había contactado con los abogados del consulado español cuando recibo una llamada de la segunda empresa de transportes confirmándome que a la 1pm le entregarían la moto....
En tantos viajes estoy acostumbrado a la picaresca latina. Siempre hay que estar súper atento porque donde menos te la esperas te la cuelan. Sinceramente había bajado la guardia porque siempre supuse que aquí en Argentina las cosas funcionaban mejor. Después de esa lección del primer día, no bajaré la guardia más...
Al Dios del viento de la Patagonia.... (Reflexión)
Hagamos un trato... ven, siéntate frente a mí y hablemos. Creo que tú como Dios y yo como persona, merecemos como mínimo que nos escuchen....
No se tu nombre, simplemente se que eres "el Dios del Viento de la Patagonia". Si te parece bien, te llamaré "Patagón", como tus aborígenes.
Bien sabes que me encuentro en tu tierra, en tus dominios. Intento realizar un sueño de hace más de 7 años y que he tardado 6 meses en organizarlo, casi día a día.
Hay personas que para ser felices necesitan volar, o quizás, leer un libro. Hay personas que se conforman con estar horas y horas frente a la televisión.
Yo para ser feliz, necesito mi sueño. Si volviera ahora mismo a casa, estoy seguro que no sería feliz. Moriría con la tristeza de haber dejado a medias el sueño sin realizarlo.. No sería justo.
Y también sabes que llevo una gran responsabilidad en el asiento de atrás de mi moto, ahí va mi familia, mis amigos, mis conocidos y desconocidos... gentes que he recogido en el camino y que día a día recorren conmigo los kilómetros de tu bella tierra.
Escúchame Patagón, yo no he venido aquí a luchar contigo, al contrario, siempre hemos sido buenos aliados en horas de navegación. Yo no soy rival para ti. Simplemente he venido a cruzar Latinoamérica con las ruedas de mi moto... Entonces, por qué estás empeñado en no dejarme? Por qué me haces cada día más aterrador? Por qué intentas tirarme de la moto si sabes que hace poco tuve un brazo con escayola y no podría volver a montar a Linda?
Te parece justo?
Te parece justo que desde que comencé a rodar por tu país, no dejaras de soplar ni un solo día?
Te parece justo que frente a mi mostraras tu furia y dieras vuelta a una autocaravana y la destrozaras? Te parece justo que esa tarde dieras vuelta a un autobús y a un camión? Te parece justo que se dieran la vuelta tantas motos y solo quedáramos en la carretera otros dos moteros y yo?
Patagón, yo aquí soy extranjero y estoy solo, aunque he conocido grandísimos amigos, pero sigo estando solo y mermado de fuerzas, sabes perfectamente que me duele mucho el brazo izquierdo y ahí me atacas. Qué casualidad que siempre me das por ese costado, como a propósito.
Sabes cómo son mis días? me levanto cada día a las 4:45am, lo antes que puedo para rodar al máximo mientras tu duermes. Marco con Linda velocidades superiores a 150km/h, jugándomela pero aprovechando cada minuto. Son, sin ninguna duda, las mejores horas del día. A las 9:30am cuando tú apareces, es como si se me cayera el mundo encima. Llevo dos días con rachas de 120km/h y cruzadas. Pero quién es capaz de soportar eso? Cada día hago entre 10 y 11 horas subido en la moto y cuando hago números por la noche, apenas he recorrido un trocito del mapa.
Mis amigos me habían hablado de ti, pero nunca imaginé que tu furia llegara hasta este extremo. Ya sé que todo esto del calentamiento global, etc te ha alterado y este año estás como nunca antes, pero ¿qué tienes contra mí?
Bien sabes que digas lo que digas y hagas lo que hagas, yo seguiré adelante. Pero solo me estás dejando hacer 300-400km diarios y necesito hacer 1000km al día como mínimo.
Tu país es demasiado grande y el tiempo apremia.
Hagamos un trato, déjame cruzar tu tierra, déjame disfrutarla, amarla, llorarla... yo te prometo que seré el mejor embajador de La Patagonia en mi país.
Un amigo me dijo una vez: "la Patagonia es así, un día la odias y al otro la amas con locura..."
Ahora estoy muy cerquita de Bariloche. Por segunda vez he cruzado de Este a Oeste tu país, y aún me queda la última que comenzará pronto.
Patagón, necesito cruzar y lo haré contigo o sin ti... tú decides.
Todos los capítulos del viaje América en Moto por José Ángel Pais:
1.- Capítulo primero: Preparación del viaje. Seis meses mirando al calendario
2.- Capítulo segundo: Comienzo del viaje hacia el norte. Destino Alaska
3.- Capítulo tercero: Atravesando 8 países para llegar al ecuador terrestre
4.- Capítulo cuarto: De Machala a Santa Cruz. Segunda vuelta por Sudamérica
5.- Capítulo quinto: Una mezcla entre Quijote solitario y Colón descubridor
6.- Capítulo sexto: Recorriendo siete países de Centroamérica en moto.
7.- Capítulo séptimo: Arrastrando problemas en la moto hasta la frontera con USA
8.- Último capítulo: Al llegar a Alaska, no hay más camino hacia el norte.