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Transporte de motocicletas en remolque27 de Septiembre de 2010
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Cuando a uno empieza a engancharle el gusanillo del circuito, el primer problema con el que se encuentra es del de poder llevar la moto hasta el circuito. Si la moto que usamos es la misma que tenemos para el día a día, lo lógico es que le quitemos algunos elementos superfluos que en circuito no son necesarios y que además, evitará que en caso de caída la reparación sea mucho más costosa, como por ejemplo los retrovisores, faro e intermitentes podemos dejarlos en casa. Pero claro, así no podemos circular por la calle.
Peor caso se nos plantea si hacemos otras disciplinas como el supermotard o el motocross en el que las motos no están homologadas para circular por la carretera, y carecen de matrícula y el seguro correspondiente. A no ser que tengamos un buen amigo que nos lleve de un lado para otro (que haría yo sin el bueno de Noss), tendremos que ponerle un gancho al coche y comprarnos un carro para el transporte de motocicletas. Otro tipo de inventos, como el que os muestro a continuación, no sirve:
¿Qué trámites tenemos que seguir? Vayamos por partes. Lo primero es acudir con nuestro coche a un taller, ya sea el oficial u otro que se dedique a colocar ganchos de remolque, para colocar uno. Lo mejor es elegirlo de tipo extraíble o desmontable ya que así no tendremos que llevarlo colocado cuando no estemos usando el remolque. Evitaremos desgracias propias y ajenas si en un momento dado aparcamos “de oreja”.
Alguno seguro que me dice que él prefiere llevarlo colocado para salvaguardar su defensa trasera. Y yo le digo que claro, está en su derecho, pero siempre y cuando este absolutamente seguro que el no va a golpear a nadie con él. A mi a veces me gustaría poner unas hojas afiladas en las ruedas como los carros de las cuadrigas romanas pero me tengo que conformar con ver Ben Hur.
Una vez hecho, tendremos que ir con nuestro vehículo a la ITV donde nos homologarán la reforma que hemos realizado e incluirán este accesorio en la ficha técnica del vehículo. Ahora ya podemos ir legales a comprar nuestro carro para transportar motos.
Modelos de carro tenemos para aburrir. Desde los sencillos en los que sólo puedes transportar una moto hasta los que te permiten llevar tres a la vez. Incluso los hay carenado con fibra y completamente cerrados que a la vez de servir para llevar la moto, también te permiten meter las herramientas, la garrafa de gasolina y lo que se te ocurra.
Cuando nos hagamos con el carro y antes de poder circular con él, tendremos que pasar por la oficina donde hemos asegurado el coche para que nos incluya dentro de sus coberturas el de responsabilidad civil y asistencia para el remolque. Así, en caso de avería o de un accidente estaremos perfectamente cubiertos. Y por supuesto, ir con la documentación del coche a por un duplicado de nuestra matrícula para colocársela.
Ya con el remolque enganchado cambiaremos el chip ya que las velocidades genéricas en las vías de circulación son diferentes para los automóviles con y sin remolque. Así por ejemplo, la velocidad en autopista pasa a ser de 100 km/h, en carretera convencional con arcén de más de metro y medio, 80 km/h y el resto de vías sin límite específico, 70 km/h.
Para que no se os olvide os recomiendo un truco y es que coloquéis en el salpicadero o por ejemplo en el cuadro de relojes un pequeño adhesivo cuando llevéis enganchado un remolque. De esta forma os refrescará la memoria si en un momento dado os pesa el pie más de la cuenta.
Y llega lahora de ponernos en faena y nada mejor que ver unos sencillos consejos de cómo sujetar correctamente la moto al remolque.
Siempre que queramos sujetar un objeto para transportarlo, hay que tener en cuenta unos sencillos detalles. Lo primero es que buscaremos un punto de anclaje lo más alto posible en el bulto y lo más alejado en el remolque.
Lo segundo es nunca dejar el sobrante de las cinchas sin atar pues se puede enroscar en el eje de la rueda y provocar un accidente.
Lo más sencillo es contar con la ayuda de alguien para poder subir la moto al remolque y que la sujete mientras nosotros vamos colocando las distintas cinchas. Lo mejor es que usemos cinco, dos de tipo carraca y las otras tres de las de cierre rápido.
Primero colocaremos en la rueda delantera una de las de cierre rápido sujetando esta con el hierro frontal que lleva los carros para encajar la rueda. De esta forma, evitaremos que la moto se mueva hacia adelante y hacia atrás.
Después colocaremos las dos cinchas de carraca desde cada una de las barras de la horquilla al carro. En el carro usaremos las zonas destinadas para ello mientras que en la moto, pasaremos las cinchas por encima de la tija. De esta forma, las cinchas no resbalarán por las barras de la suspensión ya que harán tope en la mencionada tija. No las tensaremos al máximo, únicamente lo suficiente para que la moto se sujete derecha.
Para la parte de atrás usaremos las otras dos de cierre rápido. Si nuestra moto lleva los reposapiés del pasajero, un buen sitio para sujetarlas es los soportes que llevan. Si por el contrario, nuestra moto es de tipo enduro o las hemos quitado para entrar en circuito, el subchasis es una buena opción.
No es recomendable que uséis los reposapiés del piloto o el escape para sujetarlos ya que en el primer caso están demasiado adelantados y no darán estabilidad durante al transporte. En el segundo caso podemos doblar la sujeción del escape o incluso romperlo si tensamos demasiado.
Una vez colocadas las cuatro cinchas, iremos tensándolas una a una de forma alternativa. Por ejemplo, primero la delantera derecha y a continuación la trasera izquierda para luego hacer lo mismo con las dos que nos quedan. Así las suspensiones se irán comprimiendo al unísono.
Cuando hayamos tensado las cuatro, cogeremos los sobrantes de las cinchas y las ataremos de forma que todo quede perfectamente sujeto y sin posibilidades de que con el viento vayan ondeando ya que, como comentaba antes, puede engancharse con el eje del carro y provocar un accidente.
Para estar seguro de que la hemos sujetado correctamente, nada mejor que pegarle unos meneos con las manos hacia los lados y hacia delante y atrás. Si notamos que la moto forma un todo con el carro, la habremos sujetado correctamente. Después de unos kilómetros circulando, podemos hacer una parada y comprobar que todo está correctamente. A medida que lo hagamos varias veces, la práctica hará que nos resulte más sencilla.
Y recordad mirar más todavía por el retrovisor mientras la transportamos para ir comprobando que no surge ningún problema a lo largo del trayecto.
Ya hemos conseguido llevar nuestra moto hasta el circuito para hacer unas tandas, o lo que es peor, la hemos tenido que llevar al taller porque no nos funciona (ojalá que no). En todo caso, la hemos podido transportar de forma cómoda y segura gracias a un amigo que nos ha acompañado y nos echó una mano para cargarla y descargarla.
Pero la vida del motorista es solitaria y a veces no siempre podemos contar con la inestimable ayuda de un compañero. Alguna vez nos encontraremos con la necesidad de llevar la moto nosotros solos y a no ser que seamos uno de los 4 Fantásticos, tendremos bastante complicado aguantar y atar la moto con tan sólo dos manos.
Pero no os agobiéis, con un par de truquillos ya veréis como somos capaces.
Tan solo necesitamos una cincha más de las sencillas. Esta nos servirá para aguantar la moto momentáneamente mientras colocamos las dos principales de carraca. ¿Cómo lo hacemos? Pues únicamente la pasaremos por uno de los ganchos delanteros del carro y la cerraremos de forma que la longitud de ella sea la suficiente para llegar hasta el manillar de la moto una vez la tengamos subida en el carro.
La dejamos encima del carro en el lado en el que nos encontraremos al subir la moto (en este caso, por ejemplo, en el izquierdo). Ya que no tenemos una fuerza extra que nos ayude a empujarla, lo haremos con el motor arrancado y jugando con el gas y el embrague pero con mucho cuidado y siempre la moto un poco inclinada hacia vosotros. Lo mejor es que antes practiquéis con la moto en una explanada o dentro del garaje, por ejemplo, subiendo la rampa con ella.
Una vez arriba, apagaremos el motor y dejaremos que la moto descanse contra nuestra cadera. Nos agachamos y agarramos la cincha. La abrimos y la pasamos por una de las barras de la horquilla, por encima de la tija.
Tensamos hasta que la moto pueda quedar ligeramente inclinada hacia el lado contrario del que la hemos atado y así quedará sujeta por esta.
Bajos del carro con cuidado para no moverlo en exceso y nos vamos al otro lado de la moto para colocar la primera de las cinchas de carraca si tensarla en exceso. Simplemente es para tener la moto ya sujeta y que no se nos caiga a los lados. Volvemos al lado izquierdo y colocamos la segunda cincha de carraca. Ahora ya podemos quitar la primera de las cinchas pues la moto ya la tenemos sujeta. Sujetamos la rueda delantera al carro y seguimos con los pasos que os expliqué el otro día hasta dejarla perfectamente atada.
Para bajarla seguiremos los pasos contrarios a los que acabamos de hacer, es decir, cuando sólo nos queden las dos cinchas de carraca, colocaremos una de las sencillas en un lado y soltaremos la carraca de ese lado.
Iremos al lado contrario y con cuidado soltaremos la segunda carraca, observando en todo momento que la moto queda caída hacia el lado de la cincha sencilla como cuando la cargamos. Pasamos de nuevo al otro lado, la soltamos y ya podemos hacer descender nuestra moto por la rampa.
Para finalizar, os comentaré ciertas cosas que he visto y que podemos hacer, y otras que también he observado y no debemos hacer nunca.
Por ejemplo, nunca deberemos dejar una velocidad insertada ya que la moto se va moviendo en el carro hacia adelante y hacia atrás, aunque de forma inapreciable, y esto machacará el selector y piñones de la caja de cambios con el tiempo. Tampoco deberemos dejar la moto atada y tensada mucho tiempo ya que las suspensiones sufren en esta posición (están diseñadas para permaneces sueltas y no comprimidas). Si la vamos a dejar así por ejemplo un día entero, es mejor soltar las cinchas una vez cargadas lo suficiente para que las suspensiones queden en reposo pero con la moto sujeta. Así, a la mañana siguiente sólo tendremos que ir tensándolas y saldremos sin más problemas. Pero ojo, que no se os olvide volver a tensarlas. Para ello, por ejemplo, atad un pañuelo rojo en el volante para que cuando os sentéis os acordéis de tensarlas.
Lo que si podéis hacer, por ejemplo, es apretar la maneta de freno con un trozo sobrante de cincha o una goma elástica resistente. De esta forma, la moto apenas se moverá sobre el carril del carro y seguro que psicológicamente os sentiréis más seguros. Es especialmente útil cuando la cargamos nosotros solos ya que así no se moverá hacia adelante y hacia atrás mientras vamos colocando las distintas cinchas.
El segundo consejo es especialmente útil para las motos de motocross, enduro y supermotard con suspensiones de recorrido muy largo. Existen en el mercado unos accesorios que se colocan en entre el guardabarros y la rueda delantera y bloquean el recorrido de la suspensión. De esta forma, la horquilla no sufrirá la permaneces comprimida varias horas y además cuando tensemos las cinchas no tendremos que tener en cuenta el movimiento de la suspensión, que a veces hace que la moto se nos afloje un poco con el paso de los kilómetros. Fuentes de la noticia
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