Tarde o temprano, nos ronda en la cabeza cambiarle la correa de transmisión o el variador por otro más deportivo a nuestra moto. Los motivos pueden ser varios:

• 1. Que nuestra moto esté fuera de garantía y queramos ser nosotros quienes realicen las labores básicas de mantenimiento programado.
• 2. Sensación de desgaste en la correa y falta de tracción.
• 3. Aumento de prestaciones.

Estas tres razones básicas están íntimamente relacionadas con la intención de ahorrarnos un dinero, a la vez que aprendemos los vericuetos mecánicos de nuestro vehículo locomotor, con lo que sabremos qué problema adolece en cuanto notemos alguna extrañeza. Aunque esta razón parezca tener suficiente peso, desde aquí, recomendamos que sea un taller especializado el que realice esta serie de labores.

Lo primero de todo es tener la herramienta necesaria. Los maletines de herramientas baratos de los centros comerciales están absolutamente prohibidos por su mala calidad. Lo suyo es tener un pequeño pero buen maletín con la herramienta necesaria para pequeñas labores de mantenimiento. Es un desembolso no demasiado grande que se amortiza rápidamente, y podemos extenderlo siempre que queramos comprando herramienta suelta.

En este caso, será:

• 1. Una llave de carraca de ¼” con un juego de llaves de vaso.
• 2. Un destornillador reversible o de puntas. Observar previamente si la moto lleva tornillos de cabezas especiales como Torx. En tal caso, deberemos hacernos con un juego sencillo de estas puntas y no jugárnosla intentando desenroscar los tornillos con llaves Allen.
• 3. Una llave de filtros de tipo fleje de acero. En algunos modelos, será necesaria una llave especial de tetones. Sirve para impedir que el variador gire mientras aflojamos su tuerca.
• 4. Grasa de alta consistencia. En un taller nos pueden dar un poco si pedimos las cosas con educación.
• 5. Líquido limpieza. Podemos usar gasolina teniendo en cuenta las reglas básicas de seguridad (ventilación, no hacer chispa, no fumar cerca, un grifo de agua para lavarnos rápidamente en caso de accidente, extintor, etc.)
• 6. Trapos y papel de limpieza.

La correa se puede quitar retrasando los platos del variador y embrague con la mano, pero, así, no podremos verificar ni engrasar los elementos internos y contrapesos del variador, a la vez que estamos forzando el sistema.

Empecemos:

Quitamos ahora la tapa del variador para tener acceso a él y a la correa. Para ello, utilizaremos la llave de carraca. En caso de necesitar una punta especial (Torx), suele venir un adaptador de puntas en el juego de llaves de vaso.

Sujetamos el plato del variador con la llave de filtros de tipo fleje de acero o la llave específica de tetones. Quitamos la tuerca con la llave de carraca. Es posible que tenga un sistema de seguridad como un pasador estándar o Beta, una arandela de frenado, etcétera. Este sistema hay que quitarlo, previamente, antes de intentar desenroscar la tuerca del plato del variador, cuyo eje es solidario al cigüeñal. Marcamos el eje con un rotulador indeleble señalando la dirección del pasador para a la hora de reponerlo, encontrar el agujero fácilmente. Recordar que hay que reponer este pasador o arandela por otra nueva.

Revisamos las masas de los contrapesos y sus guías. Limpiamos el conjunto con el líquido de limpieza y verificamos su correcto funcionamiento, buscando roces de metal y deformaciones. Engrasamos con cuidado utilizando si podemos una pequeña brocha o pincel.

Si vamos a cambiar el variador por otro nuevo más deportivo, éste posee, dentro de su caja, un pequeño manual de montaje que nos será de gran ayuda. Sustituimos la correa previa verificación de que es igual a la antigua. Marcar ésta con un rotulador en caso de que sean idénticas.

Volvemos a montar sin forzar la tuerca del variador y tornillos de la tapa. Si tenemos torquímetro, poner un torque pequeño-medio (50 Nm), pero si tenemos el manual de taller deberemos poner éste último. Si no tenemos torquímetro, intentar asemejar el apriete a como estaba durante el desmontaje.