Imagen: motosclasicasdegrancanaria.com

ALGUNOS SOCIOS DE NUESTRO CLUB VISITAN LA FERIA REGGIO EMILIA

Y por fin llegó la hora...

Después de cerrar todos los frentes de la asistencia a dicha feria, que según muchos entendidos en la materia, y revistas especializadas de los hierros que más nos gustan, es la más importante de las que se realizan en el país de la pasta, llegó la hora de embarcarnos desde el jueves anterior (por si nos cogían las cenizas, esa era la excusa de los siete socios aventureros y no otra que se puedan imaginar los lectores), con las intenciones de aprovechar el tiempo al máximo posible nuestra estancia y visitar la Fábrica y museo de la Casa Ducati y algún museo de vehículos de cuatro ruedas, Ferrari.

En breves palabras comentar que la Casa de Borgo Panigale es todo un coloso, y es una asistencia recomendada para todos los amantes de las dos ruedas. Aparte de la visita al museo donde están expuestas todas las motocicletas con historia de la compañía, desde la primera "Cucciolo" hasta las últimas Moto GP y Superbikes, tuvimos la gran fortuna de visitar de forma guiada la fábrica donde se producen todas las Ducatis del mundo, ya sean de carreteras como de competición. Desde su creación todas las Ducatis "italianas", no valen las foráneas, se han fabricado y continúan fabricándose en Borgo Panigale-Bolonia.

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Por si fuera poco, y gracias a los excelentes guías que complementaban la inestimable ayuda de nuestra guía bautizada barbie (navigatore satellitare), por la tarde ya estábamos bebiendo y comiendo en Maranello. Allí pudimos apreciar los modelos más importantes y emblemáticos de la casa del Cavallino y algunos tuvieron la bondad de conducir un flamante 430 spyder rojo "tocado" y no precisamente de golpes.

Después de un completo día, llegaba la noche y nos tocaba recargas pilas para lo que nos esperaba al día siguiente, la tan esperada y renombrada Feria. Ausencia de madrugones, y gracias a ello, pudimos acceder al recinto ferial sin incidencias. Nada más atravesar la puerta de acceso, nos dimos cuenta de que allí había mucho que ver. La bienvenida nos la dieron con una serie de Bugattis de todas las épocas y una excelente selección de motos de tres y cuatro ruedas, sí de cuatro, y ya verán como se las ingeniaban a principios del siglo XX, e incluso antes, para poner cuatro ruedas a una verdadera moto.

Tras dos intensos días dando pata, porque otros se movían en bicicletas por el recinto, pudimos ver motos de todas las marcas y modelos y gran variedad de puestos monomarcas con repuestos de todo tipo.

Muy importante eran los recambios exclusivos de un producto, como por ejemplo, la fabricación de depósitos de fibra, otros de sidecares, otros con neumáticos, etcétera, etcétera.

Así y todo quedaron cosas sin ver porque no daba tiempo material de pararse detenidamente en cada uno de los puestos, pero de forma general, nos quedó un muy buen sabor de boca y las ganas de volver algún otro año aunque nos quede a más de 2250km.

Para los aficionados al fútbol, el último día por la noche pudimos escuchar los goles marcados en San Siro y los religiosos acceder hasta la puerta del Duomo de Milán, al día siguiente un breve paseo por el centro, y regreso a casa para recorrer los otros dos mil y pico kilómetros de vuelta, o alguno más para Gil, que tuvo la voluntad y el esfuerzo de continuar el viaje hasta la isla de La Palma.

Agradecer la asistencia de todos los socios desplazados, porque todo se movió en un entorno de camaradería y risas como viene siendo habitual.

Saludos

Sergio Suárez (Club de Motos Antiguas y Clásicas de Gran Canaria)