El Cabildo de Gran Canaria inicia la segunda fase de colocación de vallas de protección para motoristas

La Consejería de Desarrollo Económico, Obras Públicas e Infraestructuras y Transportes, que dirige Román Rodríguez, iniciará el próximo lunes la segunda fase de las obras de colocación de las barreras para protección de motoristas y ciclistas.

Con un presupuesto de 1.379.280,63 euros, se actuará en la GC-3, circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria a la altura de la potabilizadora; GC-4, circunvalación-Glorieta de Bandama; GC-20, acceso a Arucas por la Granja del Cabildo; GC-31, entre Pico del Viento y la Vega de San José; GC-191, entre Carrizal y el Barranco de Tirajana; GC-100, enlace de la potabilizadora (LPGC) con Arinaga (carretera vieja); GC-500 entre el Cruce de Doctoral y Playa de Mogán; y en el resto de la GC-110.

En total se colocarán 10.500 metros de barrera que se suman a los 7.500 metros de la primera fase con una inversión total de más de 2.700.000 euros.

Actuaciones paralelas: las vallas se situarán en las vías de alta capacidad y velocidad pero el proyecto contempla una actuación complementaria en las vías de menor velocidad que consiste en la colocación de señalizaciones verticales, 20 de peligrosidad en las curvas, 123 de limitación de velocidad y 578 que estarán colocadas de forma superpuesta (peligrosidad y limitación).

El vicepresidente insular, Román Rodríguez, recuerda que esta actuación atiende a una propuesta del programa electoral de NC y que está recogida en el pacto de gobierno del Cabildo entre NC y el PSC. El proyecto se ha realizado atendiendo a las demandas de los conductores de motos y después de reunirse en varias ocasiones con los afectados.

Hay que tener en cuenta que los motoristas y ciclistas están más expuestos a los peligros de tener un accidente ya que las barreras convencionales actúan en ocasiones como cuchillas que producen amputaciones, por lo que el objetivo es aumentar la seguridad de estos usuarios que circulan por la red de carreteras que dependen del Cabildo de Gran Canaria.

Las nuevas barreras evitan además que en caso de accidente puedan salirse de la calzada, eliminando con ello la posibilidad de colisionar con elementos rígidos situados en los laterales de la vía o en su caso, que el vehículo pueda caer por los márgenes, evitando con ello el consiguiente despeñamiento.

La colocación de estos elementos de seguridad se realiza atendiendo a la Orden Circular 18/2008 sobre el empleo de sistemas para protección de motoristas y a los resultados de un estudio encargado por la Consejería de Desarrollo Económico, Obras Públicas e Infraestructuras y Transportes del Cabildo insular, para conocer los puntos que suponen un mayor peligro para este tipo de conductores.