Orlando Bolaños, un canario amante de las motos clásicas que no pudo rechazar la invitación para estar entre los 150 elegidos que cada año participan en este peculiar rally de motos clásicas y antiguas por las carreteras de carreteras de West Cork & Kerry, en el corazón de Irlanda.

El Irish National Rally es el festival de motos clásicas más importante de la isla. Un certamen que tiene una duración de cuatro días y que tiene como epicentro el magnífico Castlerosse Hotel de Killarney, desde donde cada mañana sale el convoy de joyas clásicas para recorrer las desafiantes carreteras irlandesas.

Orlando Bolaños es un habitual del rally que cada año organiza en Cantabria en Club Pistón de Santander, un evento para motos clásicas al que acuden entusiastas de todo el mundo ya precisamente fue allí donde Orlando conoció a Pa Houlihan: "Entablé amistad con él en el rally del Club Pistón y tras varios años de complicidad me animó a ir a Irlanda. Lo intenté el pasado año pero no admitieron mi inscripción porque tiene un tope de 150 participantes con monturas anteriores a 1950 y estaba completo. En esta edición 2019 me aceptaron, junto a tres españoles -Joson, Franky y Dani- del club Piston. Soy el único canario", nos contaba este canarión aficionado a las clásicas.

Llegamos una semana antes del rally a rodar por lugares que como turista en compañía del amigo Pa, Gerry y un grupo de amigos de Inglaterra "encantadores pero infatigables entre pub y pub. La cultura de parar en los pub, tomar cervezas, sidras o irish coffee, es brutal", reconocía Orlando

Cada etapa está dividida en dos partes con un súper almuerzo al mediodía. 

• Dia 27 de agosto, 103km y 114km 
• Día 28 de agosto, 110km y 113km 
• Día 29 de agosto, 130km y 100km 
• Día 30 de agosto, 97km y 91km

Me voy encantado de este país. Llovió todos los días, pero estábamos encantados porque para un canario como yo era algo diferente, una experiencia fantástica poder rodar entre vacas, prados, montañas, ovejas y callejones escondidos. Los participantes se conocen. Coinciden todos los años. También llama la atención el altísimo valor de las motos que participan; por ejemplo una Brough Superior que tiene un precio de 70.000 euros.

Cada día, la organización ponía a nuestra disposición un trailer para regalar aceite, grasa y demás fungibles para que estas joyas pioneras de los años 10, 20 y 30 salieran a rodar en las mejores condiciones posible. El Canarias no sacamos las motos si cae una chispa de agua y aquí salen llueva o truene, dándole una segunda oportunidad a unas joyas que recuperan la vida en cada salida... En Canarias las dejamos morir de tanto resguardarlas.

Participé en el Irish Rally con una Norton modelo 20 de 1932. Es una moto impresionante y eso que yo estoy acostumbrado a este tipo de motos. Al igual que el comportamiento y respeto de los conductores a los motoristas; en cuento ven a un grupo de riders, se apartan, al igual que siempre te facilitan el adelantamiento. La gente nos aplaude al pasar. El Irish National Rally es una fiesta para todos los ciudadanos, no sólo para los participantes.

Entre las anécdotas de mi experiencia, tengo muchas, pero destacaría la genialidad de emplear una rama para sustituir el tornillo que sujetaba el escape de una Norton Domi Modelo 7 que se cayó justo delante de mi. Siguió con la rama y un par de bridas todo el rally sin que diera muestras de fatiga. A mi se me partió el tubo de la gasolina y se me vino el mundo encima pero como por arte de magia aparecieron tubo, bridas y un tornillo para dejar ciego el tubo restante y todo arreglado para seguir rodando. 

Increíble me pareció también que Chris Harvey cediera una Ariel de 1928 a mi compañero Dani o Denis Crowley que nos dejó una AJS Model 18 de 1953, sin conocernos de nada, ya que se le estropeó la Ariel que Frank le había enviado desde Inglaterra. Esta gente son de otra pasta, viven como nadie la pasión por las clásicas, pero también la comparten con absoluta confianza.