Más de sesenta moteras se reunieron ayer en la isla de Gran Canaria para mostrar "la independencia" de la mujer sobre las dos ruedas, con una fiesta organizada por Mosqueteras Grupo Motero.

En una iniciativa que aunaba feminismo y pasión por la dos ruedas, cerca de 70 mujeres demostraron que el mundo de la moto no entiende de géneros y que "llevar una sonrisa en la cara" es la mejor manera de conseguir los objetivos.

"La moto no es mi pasión, es mi vida convertida en pasión", con este contundente mensaje que recabamos en la reunión en el muelle de Agaete, punto de encuentro para recibir con un emotivo pasillo de aplausos y rugidos de motores a las compañeras llegadas de Tenerife, comenzamos una jornada en compañía de mujeres orgullosas de ser moteras, pero sobre todo, de ser mujeres.

En el mundo de la moto no importa la edad ni la condición social. Tampoco importa la raza ni la moto con la que disfrutes de tu pasión, pero tampoco importa el sexo, porque el universo de la moto es inclusivo, todo el mundo tiene cabida. En el grupo había moteras con trenzas de colores, moteras sobre motos custom con alguna calavera, amantes de las grandes trail, de las sugerentes deportivas y quienes disfrutan de su pasión en compañía de su pareja, con mascota incluida.

"En algunos casos, las moteras de hacen, pero en la mayoría de los casos... se nace motera", nos decía una de las sonrientes participantes, tras los cristales de unas gafas que reflejaban los destellos de cromados y carenados.

Tras una ruta desde Agaete, por Caideros y Juncalillo, el colorido convoy de motos se dirigía a la primera parada en la Cruz de Tejeda pasando por el privilegiado entorno de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria que ha sido declarado este domingo como Patrimonio Mundial de la Unesco durante el 43 Comité que tuvo lugar en Bakú (Azerbaiyán) este fin de semana. Posiblemente, el primer grupo motero que lo halla hecho tras este reconocimiento mundial.

"Hacemos lo que realmente nos gusta. Nos divertimos sobre dos ruedas y nos encanta conocer a compañeras que comparten nuestra pasión", decía una de las componentes de Moteras Tenerife que lucía orgullosa su camiseta del club posando en alguna de las miles de fotos que "las niñas" se hicieron aprovechando la parada en el icónico punto de encuentro de los moteros de la isla de Gran Canarias; la Cruz de Tejeda.

Las intrépidas amazonas de estos caballos de acero demostraron en todo momento su desparpajo y frescura, en una ruta de unos 150 kilómetros con una excelente organización por parte de Mosqueteras Grupo Motero. En cada cruce te esperaba una compañera que "con una sonrisa en la cara" te indicaba el camino a seguir. En cada punto de parada todo estaba programado; desde el lugar para hacerse los selfies hasta el punto exacto donde dejar la moto a buen recaudo.

En la ruta, que seguía hasta el Balcón de Zamora, lugar de comida y festejos varios, y que terminaría de nuevo en Agaete para agradecer y despedir la visita de las compañeras tinerfeñas, participaron chicas de todas las edades, desde quien estrenaba el carnet de moto y requería la atención de las compañeras en lo momentos delicados a la que es toda una experta en competiciones a nivel internacional.

Otra característica de las mujeres que disfrutan de la pasión por la moto es su compromiso con la seguridad. Entre el equipamiento de estas moteras, predominan los trajes de cuero, los cascos integrales, los guantes largos y botas de moto... y hasta los chalecos airbag que algunas de ellas llevaban sobre su chaqueta: "En unos años será habitual que todo el mundo que monte en moto lo utilice. Pasará como con el casco que a día de hoy es impensable no llevarlo", nos contaba Irene Canary, una de las participantes de la ruta, que además es gerente de IRENMOTO, la empresa canaria especialista en los airbags Hit-Air.

Tras una comida en la que lo de menos era el menú, llegó el momento de los reconocimientos, regalos y sorteos de productos relacionados con el motor o la imagen personal. Sobremesa de anécdotas, de mensajes en clave, de confidencias, de recordar a quienes no pudieron o no quisieron acompañarles en esta reunión, pero sobre todo, el momento de adquirir el compromiso de "volver" a compartir ruta y diversión con las compañeras de pasión.