He de confesaros que cuando veo una moto así, me trae muchos recuerdos de la primera moto clásica que tuve, una Ducati 250 De Luxe con motor de Ducati 24h. Pero aquella, que la compré muy joven, nunca llegó a alcanzar los acabados y refinamientos de esta Carallo Sport fabricada por Radical Ducati para participar en el Motogiro de este año.

La moto que vemos parte de la base de una Ducati 125 monocilíndrica de cuatro tiempos. La suerte es que al ponerse manos a la obra la idea no era hacer una restauración del modelo original, si no fabricar una moto lo mas nueva posible con la base de la Ducati original. Y claro, les ha quedado una moto que además de ser muy bonita ha mejorado los puntos flacos de la original. Estas Ducati, como todas las motos de su época, funcionaban a 6 voltios, lo que junto con el requerimiento actual de circular todo el día con la luz de cruce las hace victimas fáciles de los problemas eléctricos. Y no quiero contaros lo poco que llega a alumbrar una bombilla de 6 voltios.

En el motor además se le ha sustituido el árbol de levas por uno mas rácing y se montó un pistón y cilindro nuevo. Y por supuesto se le ha renovado todo lo renovable, rodamientos, juntas, retenes y todas esas piezas que cuestan poco dinero comparativamente pero te pueden fastidiar inutilizando la moto enel momento menos oportuno. El escape ha sido fabricado artesanalmente y se ha situado a media altura para ganar espacio libre por debajo del chasis. Los frenos tampoco son los suyos originales, pero han sido sustituido por auténticos “pata negra” de la época montando un Grimeca doble leva delante con porta-zapatas Amadoro y detrás se ha conservado el tambor original, pero añadiéndole una entrada de aire para asegurarse una buena refrigeración.

La carrocería no es la original, ya que se ha aprovechado un depósito Tarbo de otra 125 de la época y alrededor se ha completado todo lo demás. Un colín en fibra de Aermacchi 125 completa la línea de esta preciosidad. La verdad es que en Radical Ducati han construido una moto muy bonita, con líneas clásicas que llaman la atención, y que estoy seguro que este verano habrá sido uno de los puntos de atención del Motogiro D’Italia.

Lo malo es que a mi me deja con el sabor de boca de los proyectos nunca acabados, porque aquella primera clásica que fue mi Ducati 250 acabó vendiéndose por cuatro duros y sin haberla acabado. Y en la actualidad meterte de nuevo en una moto así, con los precios locos que se ven actualmente la ponen aún más fuera de mi alcance. Quien sabe si algún día lo que publico son las fotos de mi Ducati clásica recuperada.