Además de la lluvia, el frío y el viento, la llegada del invierno nos ha traído nieve, heladas o niebla. Y a pesar del tiempo desfavorable, muchos seguimos utilizando nuestra moto, bien sea como medio de transporte habitual para ir al trabajo, o bien para salir de ruta los fines de semana.

Y con la llegada del invierno aparece la complicada situación del empañado de la visera del casco. Éste fenómeno se suele dar cuando estamos parados, por ejemplo en un semáforo, o bien cuando circulamos a una velocidad muy reducida. Una especie de niebla parece acecharnos, pero realmente es vaho, y en pocos segundos nuestra visión es prácticamente nula. Siguiendo unos consejos lo evitaremos por completo.

Antes de nada debemos conocer por qué se produce ese vaho, ese empañado de nuestra visera tan peligroso que nos deja “a ciegas”, especialmente en invierno o cuando llueve. Durante la respiración generamos vapor de agua y, además, el calor de nuestra cabeza junto al que expulsamos durante la respiración, hace que suba la temperatura en la parte interior del casco.

El empañado aparece cuando existe una gran diferencia de temperatura entre el interior y el exterior. De ahí que cuando la temperatura de ambiente es baja se nos empañe la visera. Es por esto también que, al abrir la visera y circular el aire por el interior del casco, la temperatura se reduzca acercándose a la exterior y el vaho desaparezca; pero nadie se siente a gusto con la visera levantada mientras conducimos nuestra moto bajo la lluvia o con mucho frío.

Muchas han sido las dudosas prácticas con la que los antiguos motoristas abordaban este problema; desde frotar la parte interna de la visera con una patata, a extender la propia saliva. Sí, como lo oyes. Más conocidas son las pequeñas perforaciones en los laterales de la visera con un fino punzón o una broca de muy reducidas dimensiones. Con éste método se permitía que hubiera una leve circulación de aire, aunque también aparecían “silbidos” por el aire que atravesaba la pantalla por los orificios.

Hoy en día ya no es necesario recurrir a estos métodos tan arcaicos que podían funcionar o no. Por suerte para los que vamos en moto existen soluciones mucho más sencillas y, sobre todo, efectivas. Todos los cascos incorporan rejillas de ventilación, en la parte superior del mismo y en las zonas inferiores, y aunque no siempre son suficientes, algunas veces basta con hacer uso de ellas.

Hoy en día los cascos cuentan con recursos que mejoran la seguridad y el confort, como es el aumento de superficie de la mentonera. En caso de caída será prácticamente imposible que nuestra cara o barbilla, lleguen a golpear contra el suelo. Pero además, esa mayor superficie en la zona frontal inferior del casco permite aislarnos más del frío en la barbilla y parte del cuello. Este incremento de aislamiento tiene un lado negativo, ya que al haber menos circulación de aire hacia el interior hay más posibilidades de que se nos empañe la parte interna de la visera.

Mascarillas

Una de las opciones para prevenir este problema son las mascarillas. Se colocan en el casco y en la zona de la nariz. Con ellas conseguimos que el aire (caliente) que expulsamos durante la respiración se canalice a la zona baja del casco, evitando que quede en la zona de la visera y, por tanto, que ésta se nos empañe. ¿Qué si son efectivas? Mira una parrilla de MotoGP con lluvia; todos los pilotos las llevan.

Pinlock

El pinlock puede ser la mejor herramienta a tu alcance para evitar que tu casco se empañe. Su alta eficacia está más que contrastada. Es una especie de segunda visera que se coloca en la parte interna visera principal. En su contorno (por el lado que entrará en contacto con la visera) incorpora silicona, lo que garantiza que una vez colocada mantendrá una perfecta estanqueidad.

¿Cómo funciona? El pinlock crea una pequeña cámara de aire entre la visera principal y el propio pinlock, que evitará el empañado al impedir el paso de aire. Como a esta cámara de aire (por su perfecta estanqueidad) no le afectarán las diferencias de temperatura, se evita por completo el empañado de la visera. Este sistema está a la orden del día, y cada motorista que lo utiliza destaca su buen funcionamiento respecto a otros métodos. Además, su precio no suele ser elevado y la mayoría de cascos actuales ya están preparados para su adaptación.

Líquidos y sprays anti-empañado

En el mercado hay una amplia oferta de líquidos que se aplican de distinta manera en la superficie interior de la pantalla y que son capaces de evitar la formación del vaho. Su aplicación es rápida y muy sencilla, pero tienen la desventaja de su reducida durabilidad. Estos nos podrán sacar de un apuro y serán una buena opción si aún utilizando la mascarilla nuestro casco se empaña o si no está preparado para incorporar el pinlock. Pese a ello y su bajo precio de adquisición, debemos tener presente que si la ruta es larga, puede que no aguante todo el recorrido y se nos vuelva a empañar.