La cita anual de los “setenteros” de la provincia de Las Palmas, se celebraba este año en la “isla de en medio”. Y es que con el objetivo de ahorrar traslados, ganar tiempo y abaratar los costes para los participantes; conejeros, canariones y majoreros se reunieron en la Isla de Fuerteventura, que se convertía de esta manera en un concentrado de pasión por las Honda 70, y sucedáneos.

Los motoristas que se desplazaron desde Lanzarote o Gran Canaria pudieron disfrutar de la ejemplar hospitalidad a de los anfitriones de Fuerteventura, y del magnífico tiempo que acompañó a los participantes a lo largo de todo el fin de semana: “A la media hora de conocernos, ya estábamos plenamente integrados todos en el grupo de Honda 70 Fuerteventura”, aseguraban los participantes que fueron recibidos en la gasolinera BP Muelle Chico. A su llegada al punto de encuentro, les agradaba una sorpresa realmente original: “Nos invitaron a café, e incluso a la gasolina que pusimos en cada una de las motos”, nos contaba nuestro compañero Alexis Rivero.

El trepidante y aventurero fin de semana, como titularon los organizadores en la redes sociales, comenzaba recorriendo la zona centro de la alargada isla majorera. La serpenteante caravana multicolor disfrutaba del paseo bajo una atmósfera totalmente despejada que permitía entrever la silueta de las islas vecinas. La Oliva era la primera parada de la jornada, donde se reponían fuerzas para enfrentarse a uno de los más emocionantes retos del primer día de aventura; la entrada con sus motos al trazado del Gran Karting de Fuerteventura, en Puerto de Rosario, donde todos tuvieron ocasión de extraer, cada uno a su ritmo, todo el potencial de sus pequeñas “pero matonas” Hondas 70, imitaciones y Hondas MSX. “Fueron sólo 15 minutos, pero fueron 15 minutos de gloria, de desenfreno y de emoción, dentro de un entorno seguro”, atestiguaron los organizadores y participantes.

Como no podía ser de otra forma, tras la emoción de la rodada en la pista, el grupo se dirigió hacia su primera cita gastronómica en el pueblo Casillas del Ángel, concretamente a la granja La Motañeta, que regenta Felipa Valdivia, y que nos invitó a una degustación de sus flamantes quesos majoreros, seguido de una ronda de chupitos “sin alcohol” para dar dulzor al rico queso. La segunda cita para saciar el estómago, aguardaba a los participantes en el Restaurante El Artesano, e Antigua. Un establecimiento que dirige Don Iván, quien agasajó al grupo de moteros con una serie de platos muy ricos en el cual se encontraba la popular carne de cabra; uno de los platos por excelencia de la gastronomía local, y unas “garbanzadas” dignas de la guía Michelin.

De ruta al alojamiento para pernoctar, en el Albergue Pozo Negro, obligada parada para inmortalizar el paso del grupo por el Mirador Morro Vellosa, en Betancuria, donde hubo poses para todos los gustos. A la llegada del grupo al albergue, Mario Jordán puso en marcha un buen asadero de carne que animó a los dicharacheros moteros a alargar la velada, entre relatos moteros, música, bromas y risas.

La segunda jornada, la dominical, arrancaba con la concentración del grupo en la plaza de Antigua, para poner a continuación, rumbo sur, en otro día con un tiempo inigualable. El grupo visitó el Mirador los Granadillos en Betancuria, lugar en el que se encuentra el monumento a los Moteros caídos, una visita obligatoria para todo motero que ruede por la isla. Tras una parada con refrigerio en Pájara, de nuevo carretera, pasando por Fayagua y parando de nuevo en su mirador, hasta llegar a Cardón, lugar en el que otra rodada, esta vez en el Karting de Tamaretilla que regenta Inma, aguardaba a las veteranas Honda 70 y modernas Honda MSX: “Durante quince minutos pudimos realizar unas vueltas con nuestras maquinas, en la cual los setenteros disfrutaron de lo lindo”, señalaron los participantes.

Tras la calma que otorga el haber expulsado la adrenalina sobre el trazado del karting, tocaba buscar la costa del mismo nombre “Costa Calma”, con una nueva parada en el Mirador del Barranco de Los Canarios. Desde allí, el último tramo para los que embarcarían pocas horas después hacia Gran Canaria, hacia Morro Jable, con parada obligada en la rotonda de Aldiana para mirar al sol, cual estatuas de piedra.

La comida del día estaba prevista en el Restaurante de Juan Emilio, en el Barranco de Ciervo, en el cual había preparado un apetitoso menú que degustaron con avidez los moteros de la ruta “Tres Islas”. Tras el almuerzo, en el muelle de Morro Jable, comenzaron las despedidas y la entrega de obsequios (camiseta, placa, etc) con la que los organizadores volvieron a sorprender a los participantes, tremendamente agradecidos por la invitación, por la acogida y por la inigualable hospitalidad… Tanto que “amenazan” con volver el próximo año.

Agradecimientos a los organizaciones; el CLUB HONDA 70 FUERTEVENTURA y a las empresas: KOPYCENTER, ESTACIÓN BP MUELLE CHICO, GRAN KARTING FUERTEVENTURA, RESTURANTE EL ARTESANO, QUESERIA LA MONTAÑETA, ALBERGUE POZO NEGRO, KARTING LA TAMARETILLA Y RESTAURANTE JUAN EMILIO.