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Los mitos y las leyendas del motociclismo canario se reunieron el Telde08 de Noviembre de 2015
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El parque de San Juan de Telde se convirtió en territorio motero por tres días…
Equipamiento de cuero, pañuelos al cuello, botas, gafas de sol y rugidos, sobre todo rugidos de motos. Durante todo el fin de semana, el teldense parque urbano de San Juan se convirtió en territorio motero, y es que el “circo” del Viejas Glorias Canarias regresaba, de nuevo, a la ciudad de los faycanes.
La vigésimo tercera edición de la concentración de motos antiguas y clásicas más importante del sur de Europa eligió la ciudad de Telde por “la pasión que despierta este fenómeno entre la población local que convive a diario con uno de los parques móviles automovilísticos antiguos más grandes de toda España”.
La cita habitual e ineludible para todos los amigos del motor de dos ruedas ha sido, un año más, un éxito y las expectativas se cumplieron “con creces”. El viernes 6 de noviembre, la fiesta comenzaba con un viaje a los años 60 al traer al escenario principal del Viejas Glorias, tras la actuación de la Banda Municipal de Telde, los sonidos de la década prodigiosa. Conocidas melodías de Greasse, Beatles o la más cercana Concha Velasco, hicieron mover las caderas de los apasionados por las dos ruedas, que para la ocasión se acicalaron con ropa de la época.
La jornada del sábado comenzó dubitativa e inestable, con un cielo cubierto que no pudo más que despejarse por el empuje de un sol que no quiso perderse los reflejos de los cromados de las joyas clásicas expuestas, con mimo en incluso ternura, en la gran pradera del Viejas Glorias. Clubes, empresas, asociaciones, e incluso familias al completo, con los niños correteando entre los vetustos hierros, dieron vida y ambiente a esta feria de las motos de época. Y es que la pasión por la moto en Canarias tiene carácter antropológico, pasando de padres a hijos con el olor a gasolina quemada como hilo conductor.
Y fueron llegando clubes de motos; Harleys, Ducatis o BMWs fueron desfilando por el escenario durante una mañana que fue caldeándose poco a poco con la masiva afluencia de visitantes y la actuación de diferentes grupos musicales. Una jornada en la que todas las salidas moteras de la isla tenían inicio o finalización en la ciudad de Telde para disfrutar de música, comida y bebida, entre otras cosas. Allí el ambiente no podía estar más animado ni con mejor sintonía. “Los moteros somos como una gran familia”, señalaba José Juan Lynch, el motero más veterano de toda Canarias que, fiel a su cita con el Viejas Glorias, se desplaza cada año desde La Palma: “es algo que no puedo dejar de hacer mientras el cuerpo aguante”, aseguraba con su eterno semblante risueño.
Y la tarde continuaba con la fiesta del motor y las diversas actividades que la creativa mente de “Feli Santana” y su equipo pusieron en marcha. Un desfile de variedades y máquinas de ensueño, con ritmos de rock y hazañas en forma de cintas robadas a la noche teldense. Y un detalle del que nos percatamos, cada vez encontramos más chicas que les gusta vivir el Viejas Glorias: “Tengo muchos amigos aquí me gusta mucho este ambiente”, destacaba una motera ataviada con un floreado mono bordado y un casco a juego; “Porque la seguridad no tiene que estar reñida con el estilo”, zanjaba airosa señalando a su marido, con el que siempre viaja, “aunque cada uno en su moto”.
Llegaba la hora de echar el cierre, de la segunda jornada, después de haber pasado los momentos más emotivos, con el homenaje a los moteros caídos, y los más divertidos de la jornada. Para rematar un día y “una quedada de las buenas”, conciertos y unos cuantos tragos, “sin alcohol” claro, para los que regresaban en moto.
La diana del domingo la ponían de nuevo el sonido de las joyas clásicas que se dieron cita en el escenario para iniciar, pasadas las 10 de la mañana, un variopinto recorrido por los barrios con más solera del municipio de Telde. Y contando las motos, eran 23, las mismas que los años de historia del Viejas Glorias.
Charlando con Marcelino, “un motorista clásico” cuenta que decidía traer una vez más al Viejas Glorias sus cacharros "es fantástico poder pasar el fin de semana teniendo a nuestro alrededor personas con mi misma pasión". Señalaba que uno de los objetivos de este tipo de eventos es "revivir y preservar algo que consideramos parte de la historia de Canarias". Es fácil escuchar entre el público que asiste a nuestras concentraciones un ¡mira, mi abuelo tenía una igual que esa!", ya que nuestra pasión engloba siempre a las denominadas motos de toda la vida, pero cada años tratamos de hacer con ellas un montaje diferente, con aditamentos de la época de las motos “o con estos aviones de aeromodelismo que tienen más similitudesde las que parecen con el mundo de la moto”
La agradable temperatura de la soleada mañana invitaba a más y más apasionados del motor en general, y de la moto en particular, a acercarse al parque de San Juan para disfrutar de un espectáculo único e irrepetible. Y desfilaba un incesante caudal de personas entre stand y stand, viendo las novedades de Gubra, Doctor Moto, Valsebike o Vegueta Bikes, o deleitándose de las joyas y los montajes de los Amigos Clásicos, del Garaje Clásico o del Club de Motos Clásicas y Antiguas de Gran Canaria. Pudieron probar las nuevas Brinco de Bultaco, así como también comprar al mejor precio en la boutique de Moto Boxes. Aprender a lavar la moto con los mejores productos, o asegurarla el mejor precio con Mapfre. También se informaron de las mejores opciones para sacarse el permiso de conducción con el Autoescuela Faycán y de cómo hacer de su moto “algo único” con los consejos de los hermanos Dávila en el stand de Radical Custom Performance.
En definitiva un gran circo por que han desfilado todos los que se entusiasman con la pasión del motor. Porque ese es el gran protagonista del Viejas Glorias; el motor. Unas jornadas de convivencia y de lucimiento en la que estos amantes de las motos antiguas dieron brillo a sus vehículos antes de ser expuestos al público que visitó, un año más, en el Viejas Glorias. Jóvenes, mayores y pequeños no han dejado de lado esta pasión, la misma que ha contagiado a tantos y tantos canarios que cada año marcan en su calendario la ineludible cita del Viejas Glorias.
Y cómo no, una nota de las más amables del Viejas Glorias 2015, la pusieron las azafatas de Canariasenmoto, Jazmín y Nerea, que con su simpatía y desparpajo atrajeron a todos los que desfilaron por el Parque de San Juan para fotografiarse con ellas y responder a las preguntas de la encuesta que estaban realizando y de la que próximamente os daremos los resultados. Además regalaron cerca de 1.000 pegatinas de seguridad para el casco y más de 100 cinchas de amarre para cuando viajes con tu moto en barco. Te recomendamos |
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