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Viaje al Gran Premio de Jerez 2009.

01 de Mayo de 2009

Viaje al Gran Premio de Jerez 2009.

Lo más destacable de esta experiencia es lo diferente que resulta una carrera del mundial vista por televisión o “vivida” en el circuito. El ambiente es impresionante, el sonido de los motores, atronador, la agitación en toda la zona, inenarrable y el orgullo de compartir con toda esta gente del mundo de la moto la misma pasión es indescriptible. ¿Quieres saber cómo lo pasamos? Sigue leyendo…

 

Nada más llegar al aeropuerto de Gran Canaria el único tema de conversación, como no podía ser de otra manera, eran las motos y lo que nos esperaba en Jerez. Vuelo en Vueling, sin contratiempos y en la cinta de recogida de equipajes coincidimos con el resto de los miembros de la Unión Motera que compondremos el grupo de este viaje. De Gran Canaria volamos Pepe del Pino, Juan Carlos, Ayose y un servidor, Fernando y del Motoclub San Roque nueve miembros más que tras recoger los furgones uno para los chichas y otros para los canariones ponemos rumbo a Chiclana de la Frontera donde tendríamos, en el Hotel Playa Barrosa ****, nuestro centro neurálgico. A nuestra llegada al hotel nos estaba esperando el penúltimo componente de nuestro grupo, Antonio que se encargó de que nos preparasen una cena tardía.

 

El viernes no madrugamos mucho y tras un copioso desayuno y el posterior paseo por la playa pusimos rumbo a Jerez para recoger a nuestro guía aborigen “Pepe Saborido” y que se convirtió desde ese momento en el perfecto anfitrión. A nuestra llegada la Circuito, recogimos las entradas que teníamos reservadas y entramos al circuito para reconocer las zonas y pasear por las tiendas y demás lugares de interés. Tras la mañana y parte de la tarde disfrutando de las motos nos dirigimos a comer a un curioso bar regentado por una familia bolibiana que nos agasajó con productos y comidas típicas de su tierra. Por la tarde, muy tarde,  baño en la piscina climatizada y tras una ducha pasamos por el comedor donde alguno del grupo incluso se atrevió a meterse algo más al cuerpo, hay gente “pa to”. Por la noche salimos hacia Jerez para disfrutar de la noche motera y tras una parada culinaria, sí, otra vez comiendo, por la casa familiar de Pepe, recorrimos a pié, si a pié, todo Jerez buscando exhibiciones o carreras ilegales pero hemos de decir a favor de la policía y  las autoridades eso de “prueba conseguida” ni un caballito, ni un pique, ni una carrera y como mucho cortes de encendido con la moto parada. Esto va en detrimento del espectáculo pero a favor de la seguridad ¿vale la pena jugarse la vida haciendo el cabra en una moto? Opino que no compensa, el espectáculo debe estar en el circuito. A las 3 de la mañana llegamos al hotel.

 

El sábado Vamos algo más temprano al circuito para ver los cronometrados y recorremos todo el contorno apreciando cada uno de las curvas del circuito. Es impresionante el rugir de la afición en las curvas (doble) de Angel Nieto, también impresiona la frenada de la recta de atrás y las rápidas previas a la entrada en meta. Este circuito no tiene desperdicio, todo su recorrido es espectacular. A la salida un paseo por los stand de los patrocinadores: Repsol y sus promociones, Suzuki y sus policías, VR46 y sus elevados precios, etc. Tras pasar una hora en la cola de salida del circuito Pepe nos lleva a casa de su primo, una casa de campo en Gadalcacín donde aparte de comer como bellacos todo lo que la familia nos sirvió, y puedo dar fe de que fue muchísimo, alguno descubrió el mundo del “rebugito” con sus consecuencias por la noche, otros descubrimos el jinete, o lo que sea, que llevamos dentro e incluso en el viaje de vuelta alguno descubrió como se puede perder de forme tan vergonzosa un partido (2-6). Ni que decir tiene que les agradecemos todo lo que de forma absolutamente desinteresada nos ha ofrecido en este viaje la familia de Pepe Saborido que nos ha ofrecido siempre su gentil y acogedora amabilidad y generosidad. Esa noche a la llegada al hotel, cenita, cervecita y a dormir que el domingo tocaba madrugar.

 

El domingo, el gran día, nos despierta a las 06,00 para tomar algo de desayuno y salir hacia el circuito. A las 08,00 estamos aparcando y toca caminar, unos tres kilómetros hasta el circuito. Es impresionante la gran cantidad de público asistente y el fenomenal ambiente. A mi lado hay aficionados de Rossi, los que más, de Pedrosa, de Lorenzo, de Capirossi y todos respetuosos con los demás sin ningún problema. El ambiente va creciendo y cuando sale la MotoGP parace que el circuito va a estallar. Hay que vivirlo, es indescriptible. Tras las carreras, en las que hicimos migas con gente de Bilbao, Valencia, Galicia, Asturias e incluso con Colombia, alguno hubiera querido hacer "más migas” con este país, nos lo tomamos con mucha calma para evitar las aglomeraciones pero daba igual, había tanta gente que la cola media hora después de finalizar las carreras seguía siendo enorme. Aprovechamos para comprar los últimos encargos en las tiendas oficiales que no rebajaron el precio ni a última hora. Entre risas y bromas llegamos al Hotel donde nos pasamos más de una hora en la piscina climatizada. Después cena y copa de despedida en el pub más próximo.

 

Lunes, nos hemos levantado patriotas y decidimos ir a conquistar el peñón de Gibraltar. Viaje tranquilo por los hermosos paisajes de sur peninsular por la zona de Barbate, Tarifa donde se hace evidente el porque de la afición al wind-surf de la zona y finalmente podemos contemplar en toda su amplitud todo el campo de Gibraltar con la bahía de Algeciras en el centro. Tras pasar la aduana, que antigüedad, nos internamos en el laberinto de estrechas calles de esta anacrónica población. Resultan curiosas las cabinas, los guardias, los monos, los intrincados túneles pero sobre todo eso de “good morning mister” con acento andaluz. No es que sea un lugar idílico para el viajero pero como curiosidad merece la pena. Tras una larga cola para salir y pasar de nuevo la aduana, enfilamos por la autovía A-381 camino hasta Sevilla para embarcar en el avión de regreso donde había tres tipos de viajeros: los que venían del Gran Premio, los que venían de la Feria de Abril de Sevilla y los sempiternos jubilados.

 

En resumen, la experiencia ha sido apasionante y mañana mismo repetiría.

 

Mi más sincero agradecimiento a: la familia de Pepe Saborido por su forma de acogernos y su paciencia con el caballo, los amigos del Motoclub San Roque con su Presi, José Manuel a la cabeza, por permitirnos disfrutar de su compañía, a toda la gente del Hotel Playa La Barrosa por su atención, a Rossi por “fastidiarme” la fiesta, a Colombia por lo obvio, a Pepe del Pino por no beber y conducir todo el viaje, a Antonio por su detalle de la cena y, sobre todo, a todos los que habéis hecho posible este maravilloso viaje.

 

Ya estamos preparando el viaje a Jerez 2010 ¿te apuntas?.

 

Texto y fotos: Fernando Jiménez.

 
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