Reliquias, valiosas herencias y otras maravillas serpentearon por el sur de Gran Canaria

Algunas Honda 70 antiguas, otras totalmente remozadas, con colores vivos o con colores clásicos. Elegantes Honda 70 y modernas MSX lucieron su envidiable estilo, mientras desfilaban por las serpenteantes carreteras que conducen a la playa de Tasarte.

El rugir de los motores y el sol reflejado en los faros de los vehículos de dos ruedas sorprendió a los bañistas que ayer por la tarde difrutaban de un día de playa y que, en un instante, se vieron envueltos en una marea de setenteros. 

Los Amigos Moteros de Playa de Arinaga volvieron a exhibir sus motos es esta ruta que tenía como destino final la apartada playa de Tasarte, situada en uno de los parejes más recónditos y vírgenes de la Isla de Gran Canaria.

Una vez más, el desfile de setenteros contó con una treintena de motos, donde se podían encontrar reliquias, como las originales Honda 70 de 6V, hasta otras más modernas réplicas de hace apenas cuatro semanas. Siempre respetando la estética antigua. Muchos de los setenteros heredan de su familia los vehículos; de sus padres, o incluso de sus abuelos y las restauran, las pintan e inclusos les cambian el motor, "Para poder seguir disfrutando de ella". 

Y los hijos siguen la tradición acompañando a sus padres, "para que se haga una idea de lo que va a quedarde herencia". Y es que no hace falta más que montarse en una de estas motos para ver la vida de otra manera. "Es otro estilo de vida, disfrutas a una velocidad más tranquila, se huye de las prisas".