Según revela un informe de la Fundación Línea Directa, el 75% de las sanciones de tráfico que se imponen provienen de los ayuntamientos. De la Dirección General de Tráfico (DGT) solo dependen el 15 por ciento de las sanciones...

Es decir, que aunque la DGT y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil son las principales dinas de las críticas de los ciudadanos por el afán recaudatorio de sus sanciones, la realidad es que los ayuntamientos multan mucho más que la DGT. Por cada multa de la DGT y los servicios de tráfico de Cataluña y País Vasco, cuyas competencias en materia de circulación están transferidas, hay tres multas expedidas directamente por los ayuntamientos.

La DGT impone una media de 4 millones de multas al año; los ayuntamientos, más de 26 millones.

El estudio de la Fundación Línea Directa, tien como base una muestra realizada entre sus clientes, desde 2009 hasta 2014. El informe, que va acompañado de una encuesta en la que la práctica totalidad de los encuestados, que el único objetivo de las multas es una motivación meramente recaudatoria.

Aunque no es concluyente, queda claro que este tipo de presión sobre el bolsillo del usuario tiene un efecto disuasorio. Hay más sanciones, hasta un 60 por ciento más, y la siniestralidad en carretera ha descendido, con una reducción de las víctimas mortales de un 71 por ciento entre 2004 y 2013. Algo que admiten hasta un 20% de los participantes en la encuesta de la Fundación Línea Directa.

Las ciudades que más sancionan son, por este orden, Barcelona, Madrid y San Sebastián. Sin ambargo, en lo que es competencia de la DGT, en las carreteras interurbanas de estos municipios no son en las que más denuncie Tráfico. Como curiosidad, el informe señala que las carreteras de las provincias de Teruel, Cuenca y Gerona multiplican por diez el número de sanciones en proporción a su parte de vehículos.