• El conductor de 125cc y el “B+3” están infrarrepresentados en la siniestralidad de la moto en Barcelona
• Siendo un 56% del parque total de motos, representan un 39% de los heridos graves y un 45% de las víctimas mortales
• Entre los conductores de 125cc, el conductor con carnet A1 tiene mayor frecuencia de siniestralidad que el conductor “B+3”

En un contexto de disminución de la siniestralidad de la moto, con reducciones desde el año 2003 del 50% de las víctimas y del 70% de la tasa de riesgo, ANESDOR participa de la preocupación por el repunte de siniestralidad en Barcelona.

Es necesario tomar medidas acertadas que permitan corregir esta situación. Por eso nos preocupa el análisis simplista que se está haciendo, culpando a los conductores de moto “B+3” (con tres años de experiencia en la conducción), cuando la realidad es que el segmento de 125cc (incluido el “B+3”) está infrarrepresentado en la siniestralidad de la moto en Barcelona.

Cada vez circulan más motos de 125cc. El conductor con carnet “B+3” es el conductor tipo de la moto de 125cc. Se denomina “B+3” o “B-A1” porque cuando se adquieren 3 años de experiencia es válido también para conducir ciclomotores y motocicletas de 125cc. Por cada 8 motos de 125cc matriculadas, 7 utilizan el permiso “B+3” y 1 utiliza el permiso de clase A1 (específico para el 125cc).

La moto de 125cc es una moto “anticrisis”, muy apreciada en la movilidad urbana por su funcionalidad y coste reducido. Desde el año 2008, el parque de motos de 125cc ha aumentado un 27,1%. Este aumento explica que también haya aumentado la proporción de víctimas de moto en el segmento de 125cc; y por tanto las víctimas con carnet “B+3”.

En el caso de Barcelona, la moto de 125cc representa ya el 56% del parque, mientras que las víctimas (muertos, heridos graves y heridos leves), representan porcentajes inferiores: 

El conductor de moto con carnet B esta infrarrepresentado en la siniestralidad de la moto en Barcelona. Culpar a este tipo de conductores no revertiría el repunte de siniestralidad.

Es más, los datos que las aseguradoras facilitan a las marcas de motocicletas, revelan que los conductores de 125cc con carnet A1 tiene mayor frecuencia de siniestralidad que los que utilizan el “B+3”, contrariamente a lo que cabría suponer, ya que el A1 ofrece una formación específica de 125cc. Esto se explica en parte porque la experiencia en la conducción es fundamental de cara a la siniestralidad. No olvidemos que el “B+3” se incorporó en España en el año 2004, por lo que muchos conductores “B+3” acumulan ya más de 10 años de experiencia conduciendo moto.

Diversos estudios de compañías aseguradores revelan también que, en los accidentes urbanos con una moto implicada, la responsabilidad de otros conductores puede llegar hasta en el 75% de los casos, un dato que señala una importante área de trabajo sobre la que actuar. Para disminuir la siniestralidad de la moto, es necesario actuar sobre todos los conductores, los de moto pero también los de coche.

Otro ámbito de trabajo imprescindible es la renovación del parque de motocicletas. La antigüedad media del parque de motos en España supera los 14 años. Los vehículos modernos vienen equipados con sistemas seguridad que antes no existían: control de frenado (ABS, CBS), control de tracción (TCS), control de presión de neumáticos (TPMS), estabilizador electrónico, control de tracción, suspensión electrónica, etc. Los vehículos modernos son más seguros. A diferencia de coches, furgonetas, camiones o incluso tractores, la moto está excluida en los planes de renovación del parque; una discriminación que resulta fatal para la seguridad vial.

Tampoco se debe olvidar concienciar a los conductores sobre la necesidad de un adecuado mantenimiento del vehículo. Los datos publicados recientemente por la Asociación Española de ITVs, (AECA-ITV) son claros: el 55,4% de las motocicletas no van a la ITV, y cuando lo hacen, un 17,1% no superan la inspección técnica. El falso ahorro que por ejemplo puede suponer no cambiar los neumáticos, puede resultar fatal, especialmente en vehículos de dos ruedas.

En definitiva, es necesario tomar las medidas adecuadas para corregir la situación actual de Barcelona. Medidas simplistas como culpar al segmento de conductores “B+3” no revertirá el incremento de siniestralidad de Barcelona.