A estas alturas de esa partida que es la necesidad de una educación vial en todos los ámbitos de la sociedad, parece casi evidente que la formación es la clave para una mejor seguridad vial de todos, tanto adultos como niños. Por este motivo, desde las asociaciones que trabajan por la seguridad vial es frecuente el ruego de que la Educación Vial, como materia, se aborde en la escuela y desde edades tempranas.

¿Por qué la Educación Vial ha de ser solamente infantil?

Plantear la Educación Vial sin tener en cuenta la educación general que flota en el entorno es como plantar una mata de habas en medio del desierto. Igualmente, plantear la necesidad de una Educación Vial en el mundo escolar sin tener en cuenta cuál es la educación vial de los miembros que componen ese entorno puede ser no sólo estéril sino hasta contraproducente. Pasar por alto que la educación vial debe hacerse llegar a toda la sociedad y no sólo a los niños supone preparar los mejores muros de carga para un sólido edificio… sin preocuparse por la composición del terreno sobre el que queremos que ese sólido edificio se asiente.

Si tenemos muy claro que los agentes que intervienen en la educación de un niño no se remiten a los que habitan en el entorno escolar, parece casi obvio que no sólo los profesores deben estar implicados en la educación vial del niño. ¿Y cómo puede alguien desde fuera del entorno académico impartir una educación en la que quizá nadie le ha formado? Volvemos al punto anterior: si de un maleducado se obtiene un pésimo conductor, y si cada pésimo conductor alberga un maleducado, ¿cómo ese maleducado va a educar a nadie en lo vial?

Como siempre, la respuesta está en la formación, y no sólo de los niños. 

¿Por qué la Educación Vial no puede ser pragmática?

Pero vayamos al terreno de la educación escolar, ya que al menos ese campo está normativizado. Si le echamos un vistazo al Real Decreto 1513/2006, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria, y el Real Decreto 1631/2006, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la ESO, y el Real Decreto 1190/2012, por el que se modifican los dos anteriores, encontraremos la regulación de la Educación Vial en el entorno escolar. Vale la pena recuperar el texto literal —lógicamente extractado— para valorar en qué medida se está trabajando realmente por la educación vial de nuestros menores.

En lo que respecta a la Educación Primaria, la ley establece lo siguiente:

Artículo 3. Objetivos de la Educación primaria.

La Educación primaria contribuirá a desarrollar en los niños y niñas las capacidades que les permitan: Fomentar la educación vial y actitudes de respeto que incidan en la prevención de los accidentes de tráfico.

Educación para la ciudadanía y los derechos humanos

La incorporación de esta área por primera vez como materia independiente en el currículo, sitúa la preocupación por la ciudadanía en un lugar muy destacado del conjunto de las actividades educativas, en la misma línea en que lo hacen los organismos internacionales como las Naciones Unidas o el Consejo de Europa. También la Unión Europea insiste en la necesidad de fomentar la ciudadanía responsable en una sociedad democrática como fórmula para lograr la cohesión social y una identidad europea común.

El bloque 3, Vivir en sociedad, propone el conocimiento de las normas y principios de convivencia establecidos por la Constitución, una información sobre los servicios públicos y bienes comunes, así como las obligaciones de las administraciones públicas y de los ciudadanos en su mantenimiento. Algunos de los servicios públicos y de los bienes comunes reciben un tratamiento específico adecuado a la edad de este alumnado, es el caso de los servicios educativos y sanitarios, la protección civil, la seguridad, la defensa y la educación vial.

Tercer ciclo.- Contenidos

Bloque 3. Vivir en sociedad: Respeto a las normas de movilidad vial. Identificación de causas y grupos de riesgo en los accidentes de tráfico (peatones, viajeros, ciclistas, etc.)

Criterios de evaluación: 7. Explicar el papel que cumplen los servicios públicos en la vida de los ciudadanos y mostrar actitudes cívicas en aspectos relativos a la seguridad vial, a la protección civil, a la defensa al servicio de la paz y a la seguridad integral de los ciudadanos.

Y en lo tocante a la Educación Secundaria Obligatoria, esto es lo que se establece:

Educación para la ciudadanía y los derechos humanos

Contenidos

Bloque 4. Las sociedades democráticas del siglo XXI: La circulación vial y la responsabilidad ciudadana. Accidentes de circulación: causas y consecuencias.

Criterios de evaluación: 6. Identificar los principales servicios públicos que deben garantizar las administraciones, reconocer la contribución de los ciudadanos en su mantenimiento y mostrar, ante situaciones de la vida cotidiana, actitudes cívicas relativas al cuidado de la salud, el entorno, la seguridad vial, la protección civil y el consumo responsable.

A la vista de lo que establece la ley, habría que considerar cómo se está trabajando en el entorno de la escuela. Y para tener una perspectiva más clara sobre la realidad de la Educación Vial en las escuelas, nada mejor que este estudio de FUNDACIÓN MAPFRE. Si le echamos un vistazo, encontraremos una paradoja por la cual los padres delegan en las escuelas el grueso de la Educación Vial, mientras que los alumnos tienen la percepción de que quienes les enseñan Educación Vial son sus padres. Estamos ante todo un vacío educacional que nos lleva a preguntarnos por qué la Educación Vial no puede ser más pragmática y afrontar de una vez por todas la problemática que nos ocupa.

¿Es Educación Vial enseñar a un niño lo que es un semáforo? Sí, claro. Pero estaremos de acuerdo en que esa enseñanza es casi de Perogrullo. También es Educación Vial, algo más práctica y seria, enseñar a un niño el camino más seguro para ir de casa al colegio y del colegio a casa. Eso se puede realizar desde el aula, con la ayuda de un mapa, y luego llevarlo a la calle. ¿Por qué no se puede evaluar de esta manera lo que ha aprendido el alumno? 

¿Es Educación Vial enseñar a un niño que hay que ponerse el cinturón o el SRI correctamente abrochado? Sí, claro. Pero como no hay enseñanza sin evaluación, ¿por qué no se verifica que en los alrededores de las escuelas no haya un solo niño que viaje en un vehículo sin el preceptivo sistema de retención?

¿Es Educación Vial contarle al niño que hay señales de limitación de velocidad, de Ceda el paso o de cualquier otra reglamentación que por el momento no le concierne en absoluto? Pues claro que sí, pero también lo es trabajar en un entorno real las dificultades que para el niño conlleva que haya coches aparcados sobre las aceras, en los pasos de peatones o en cualquier otro punto donde el padre, madre o tutor autorizado del menor hayan tenido a bien plantar ese día el coche para que el niño no tenga que caminar por la calle.

Y vuelta al principio de lo que decíamos en este artículo. Hasta que rompamos el círculo vicioso.