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Noticia

Enrique de Vidania quiere copartir con los lectores de Canariasenmoto.com su experiencia a una de las carreras de motos más atípica y con más solera del panorama motociclista mundial, el Tourist Trophy de la Isla de Man.

 

Enrique de Vidania, Quique para todo el que le conoce, es un palmense que,  por motivos laborales, reside en Melide (A Coruña). Quique es el autor del blog www.grandespremiosdemotos.com

 

"Escribo este blog para intentar contar a todas las personas interesadas en el mundo de los Grandes Premios de Motociclismo la experiencia que he vivido en ellos, así como, para que os sirvan los consejos que pueda aportar y las anécdotas que me han ocurrido en el transcurso de todos estos años. Aparte de ser motero desde hace más de 10  años y de llevar más  de 100.000 km recorridos con diferentes motos, tanto a través de  la Península Ibérica como de  Europa, soy un gran aficionado a los Grandes Premios..."

 

Quique de Vidania en el TT Isla de Man 2014 (III).- El final del viaje

 

Sábado, tercer día; llega la hora de la verdad. El momento que tanto había anhelado desde que decidí hacer realidad el venir a uno de los sitios que no debía perderme en mi vida, y aquí estábamos para disfrutar del primer día de carrera en La Isla de Man.

 

Con todo listo para dar la salida, quiero ubicarme en el famoso salto de Ballaugh Bridge; la primera carrera daría comienzo a las 11:00. Así que las motos irían pasando por éste lugar sobre las 11:10. Sin embargo para coger un buen sitio había que estar despierto, y eso hicimos, salimos bien temprano del camping, y llegamos a éste tramo a las 08:30 y el objetivo se cumplió: En primera línea y en el mejor sitio donde podían situarse los aficionados, por todo el protocolo de seguridad y de carrera. 

 

Durante la espera, los Marshall van pasando el “cepillo” para recolectar dinero para el mantenimiento y gran servicio que vienen desarrollando desde los inicios del TT.

 

 

El principal atractivo del famoso salto de Ballaugh Bridge;  es la espectacularidad y lo increíble de ver llegar las motos en 2ª velocidad a unos 80Km/h. y ver su salto. En vez de reducir velocidad, aceleran para mantener la rueda acelerada de cara al impacto con el suelo ¡espectacular! ¡Espectacular! Si se pudiera ver a cámara lenta, los pelos se pondrían de punta. Por supuesto, hay unos pilotos más prácticos y menos arriesgados que otros, unos más espectaculares en el manejo y dominio de la moto y del salto que otros. 

 

Michael Dunlop

 

Conor Cummins 

 

Dan Kneen 

 

Ian Hutchinson 

 

James Hillier 

 

William Dunlop

 

Finaliza la sexta vuelta, y nos fuimos a por nuestras motos con el fin de ver la segunda parte de las carreras del día en otra parte de la isla. Así mismo hicimos yendo por la A10 (exterior del circuito) en dirección a Ramsey. 

 

Parece que las circunstancias se confabulan con nosotros, puesto, de modo casual el depósito de la moto lo llevaba en reserva, así que, nos vimos forzados si no queríamos quedarnos tirados en pararnos en la primera gasolinera que encontramos en Ramsey. Y justo la jornada de tarde pasaba por ahí mismo, por lo que allí mismo decidimos quedarnos, parecía un buen sitio para verlo. 

 

Era tal el cansancio acumulado que no aguantaba más, y como quién no quiere la cosa, me recosté en el suelo debajo de la moto, por espacio de veinte minutos, me eché una siesta que me supo.

 

 

Dan las 16:00, es hora de que pasen los entrenamientos de los Sidecars. Otro espectáculo digno de ver: Mientras el Sidecar' enfoca el vértice de la curva, el copiloto se va colocando para hacer contrapeso.

 

Finaliza la jornada de éste segundo día y nos retiramos al camping donde nos alojábamos, al que por cierto sólo íbamos a descansar de noche.

 

Molyneux y Farrance 

 

En las proximidades se hallaba un restaurante típico de la zona al que acudimos para cenar. Coincidimos con un grupo de música en vivo, y Pili a quién lo referente a la música le suena bastante, más que por ocio, por ser músico profesional, me decía que eran bastante malos, a pesar que a mí me parecían normalitos ―¿Qué se le va hacer? Unos nacen con oído y otros desafinamos hasta de oído. A quién dios no le da oídos, le da el poder de hacer ruido, en este caso con las motos... 

 

Resulta sorprendente comprobar la relación de las motos en cualquiera de los restaurantes a los que pudiéramos acudir; ya fuera en éste mismo donde cenamos tal otros de la isla: En el comedor, en los baños, en las tiendas... Multitud de cosas relacionadas con el deporte de las dos ruedas de cualquier época de los 107 años que tiene de vida y se celebra el TT son expuestos: fotos de pilotos, de motos, del circuito.

 

Los nativos de la isla saben muy bien la peligrosidad que conlleva correr por la isla. Tanto que lo han vivido en primera persona dada la vinculación de algún familiar o amigo en disputar la carrera que la intensidad y el respeto con el que viven la TT que la contagian a foráneos como nosotros.

 

Domingo. Cuarto día. Mad Sunday; hoy no hay ni carreras ni entrenamientos. Las carreteras por donde transcurre el TT y en sentido de la carretera son abiertas al tráfico, para que los aficionados puedan rodar con sus monturas.

 

Sin embargo, nosotros teníamos otras planificaciones:

 

Durante la mañana; el Homenaje Español del Centenario.

Durante la tarde, fuimos hacer un poco de tour turístico por Douglas; el que nos faltaba por conocer, y por visitar con su paseo de la playa, y el Museo de Manx. ―Fue quizás la única decepción que me llevé del viaje. Y todo, porque esperaba algo más del TT y no encontrarme por el contrario con aquel rincón tan minúsculo reservado con dos motos, un mono, un par de fotos, y dos estanterías con objetos de Mike Hailwood, Joey Dunlop  y Carl Fogarty. La impresión es que no muestra la realidad de la TT en La Isla de Man.

 

 

Concluye otro día más, y terminamos reventados. Nos fuimos al camping donde hacía las veces de hogar. Pero, no era éste otro día más desde que llegamos a La Isla de Man. Aquí va concluyendo nuestro viaje. Toca recoger nuestras pertenencias y hacer las maletas; algo que se convertiriía en un dilema por resolver, por las pertinencias que trajimos, además de las compras hechas. 

 

Así llegamos con fuerzas, ilusionados y expectantes; nos vamos con ganas, melancolía, ilusionados, y contentísimos por los días que hemos vivido en la isla, con sus gentes, y la atracción principal del viaje el TT la cual nos ha fascinado, y a la que no dejaremos de volver mientras haya posibilidad y cuadren las circunstancias personales.

 

El avión de Pili salía a las 07:05, así una vez habíamos recogido y conseguido cuadrar cómo haríamos para no perder ninguno el vuelo, nos fuimos a cenar algo, pero se nos volvió hacer tarde; mientras a las 22:00 todavía era de día, y a las 04:30 amanecía. Definitivamente nos quedamos con las ganas de detener las ansias y rugidos de nuestros estómagos sólo con dos paquetes de papas y una chocolatina.

 

2 de junio. Lunes. 05:00 de la mañana. Nos encontramos en marcha camino del aeropuerto, lloviendo, y con una niebla bastante densa que no me permitía ver a más de 5m por delante de la pantalla de la moto. 

 

Tranquilo una vez más por haber dejado a Pili en el avión camino de casa, regrese al camping a por mis cosas para abandonar el recinto en que tan a gusto estuvimos los últimos cinco días, que me daba cierta melancolía dejarlo.

 

Además tenía que despedirme de Brian (responsable del camping) y que también se había portado muy bien con nosotros, y me dice; ― ¿Ya te vas?- Le respondo sí; han pasado cinco días; y vuelve a decirme ― ¿5 días? Replica algo contrariado; ¿¡Cómo pasa el tiempo!?− a lo que con una sonrisa cómplice le digo; ¡Imagínate a mí! 

 

Nos despedimos sin otro remedio más que afrontar la circunstancia y nos emplazarnos en "volver a vernos".

 

Quise ser prudente y quedarme toda la mañana del lunes por Douglas el Ferry a Liverpool salía a las 15:00 y con el fin de evitar sorpresas de última hora me quedé por la capital; más cuando sabía que había carrera y cortarían las carreteras. 

 

Sin embargo, me fui a Bray Hill donde aparqué la moto en dirección al puerto y desde donde al menos podría por lo menos ver pasar a los primeros pilotos.

 

Esperando hacer por bueno el dicho que dicen por tierras canarias; ―al mal tiempo buena cara― no parecía cumplirse. Causa del mal tiempo, una hora, otra hora, y otra hora; la carrera se iba retrasando hasta que miro el reloj y éste marcaba las 13:00 y  no pude continuar esperando verles pasar, por lo que con tristeza por no poder cumplir otra de mis ilusiones de ver el paso de las motos por ese punto, y puse rumbo en mi moto al muelle.

 

Resulta que Bray Hill es el principio de carrera, una vez que salen de la línea de salida se lanzan en la bajada por encima a 270km/h sin cortar gas para llegar lo más rápido posible al punto de la carretera por el que empiezan a subir. Tumban a derechas, comprimiéndose al máximo el amortiguador, y donde las quillas golpean sobre el bordillo.

  

Llega el momento de volver al Ferry y ya en travesía, que por cierto fue bastante amena, vuelvo a coincidir nuevamente con el grupo de españoles que encontré en el viaje de ida a La Isla de Man y lo pasamos entretenido contando nuestras experiencias y programando cual sería el siguiente Campeonato; NW 200, alguna prueba del BSB (Campeonato Británico de Superbike), o algo más próximo las carreras de la Bañeza (León).

 

Lo cierto es que a pesar de programar, coincidir o no, esto ya el tiempo lo diría, nos intercambiamos los números de teléfonos.

 

Una vez que atracamos, me despedí de todo el grupo que iban todos juntos a Birmingham, puesto viajaban a través de una agencia con viaje programado. Mientras, yo iba a Dover para coger el barco a Calaís (Francia) con no ciertos imprevistos estomacales, climatología desfavorable que provocaron tardase algo más de lo previsto, así, hasta las 01:00, no hice entrada en el hotel.

 

Después de descansar 8 horas y comerme un buen desayuno inglés, me fui al Ferry. La misma autopista (A 20) llega hasta el mismo puerto, así que ninguna pérdida.

 

El trayecto del Ferry es corto, sobre unas 2 horas. Era la primera vez que cruzaba el Canal de la Mancha, y me quedé totalmente sorprendido de lo organizado y sencillo que se ve todo; se nota que los principales ingresos de la zona provienen de ahí. 

 

Tras el atraque del Ferry en Francia, me puse de nuevo en marcha, a conducir por la derecha, -como dios manda-. Cuando te "habitúas" aún por pocos días al sistema de conducción de un país, cuesta volver a la cotidianidad, o mejor dicho, la sensación es extraña. Tanto así, que me dirigí por la A16 hasta la costa de Normandía. 

 

Llegando a las proximidades de Omaha Beach empecé a cruzarme con coches, jeep, motos camufladas y vestidos con ropas de guerra que me extraño bastante, hasta que pude enterarme que justo, esa misma semana, se cumplía el 70 aniversario del desembarco de Normandía.

 

Si tuviera que declinarme por la parte de la historia que más me ha gustado desde siempre, es la que tiene que ver con "La Segunda Guerra Mundial". 

 

Después de saber a qué venía tanto misterio, y material de defensa, y puesto aún me quedaban unos días libreas hasta llegar a España, decidí que esa podía ser una excelente ocasión para ver en vivo la recreación de parte de la historia, y me fui a ver in-situ el lugar donde aquel 6 de Junio de 1.944 desembarcaron los norteamericanos. Siendo gracias a la ayuda de Norteamérica, en Europa, hoy en día no nos vemos hablando Alemán como lengua materna.

 

Martes: En la tarde de éste mismo día, y la mañana del día siguiente, tuve tiempo suficiente para visitar los puntos más interesantes que ya forman parte de la historia mundial: La playa, un par de búnker, el museo, y el mítico cementerio.

 

 

Miércoles y jueves fueron unos días que me los tomé con tranquilidad, y aproveche en bajar por Francia ya que había quedado a las 17:00 en Lleida en casa de mi amigo Gerard y donde me quedaría hasta el domingo.

 

Viernes y sábado. Fueron dos días con variación. Lo primero fue ir a Motorland Aragón para ver una prueba del  CEV (Campeonato de España de Velocidad), jugar un torneo de Basket en Lleida, y lo que no puede escasear nunca, alguna comida con amigos de la zona, también apasionados de las motos.

 

Domingo 8 de Junio el reloj marca las 18:00 después de 930km a las espaldas; mi viaje de 15 días, y 5.350km pone Fin.

 

En la retina me quedan muchas imágenes y estampas exclusivas que estoy seguro nunca olvidaré; como por ejemplo la concentración de los pilotos antes de subirse a la moto para jugarse la vida.

 

Sin género de dudas, después de haber estado en 16 grandes premios, en toda mi etapa como seguidor y aficionado de las motos, aseguro que éste es el Gran Premio que más ilusión me ha hecho vivir, y sobre el que tengo las mejores y mayores sensaciones sobre lo que supone y se vive allí, en La Isla de Man.

 

Como dijo Hailwood: ―"El TT es la carrera más importante del mundo, y siempre lo será"―.

 

Capítulos anteriores:

 

Quique de Vidania en el TT Isla de Man 2014 (I).- El viaje hasta la Isla de Man

 

Quique de Vidania en el TT Isla de Man 2014 (II).- En el circuito de la montaña

 
 
Fuentes de la noticia
 
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Quique de Vidania en el TT Isla de Man 2014 (III)

10 de Agosto de 2014

Quique de Vidania en el TT Isla de Man 2014 (III)

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