Si, nos gustaría que hubiera muchos más, pero tenemos lo que tenemos y, actualmente, los únicos cursos de conducción que se realizan regularmente en Canarias son los de la Escuela de Conducción DSM que dirige Dailos Sanz de La Maza.

Unos cursos muy dignos que aportan un grado de perfeccionamiento indispensable para realizar una conducción segura, porque no nos engañemos, el autoaprendizaje está muy bien, sobre todo si aprendemos de los errores y contamos con una cabeza serena y despierta, pero la mejor manera de aprender a controlar tu moto es participar en uno de estos cursos de conducción.

Quién no ha tenido alguna caída buscando sus límites y los de la moto. Así uno aprende a reaccionar correctamente, a no asustarse y saber que hacer, a que parezca que el mundo pasa más despacio y a alejarse más de los límites. Pero cuando participas en un curso, todo esto cambia y piensas... ¡Ójala hubiese sabido yo esto antes, con lo difícil que fue entenderlo por uno mismo…!

Porque no hay que ser inexperto (cuidado, que son los que con más razón han de hacerlo) para aprender. Algunos de los participantes en los cursos que imparte Dailos tienen una experiencia asombrosa sobre las motos, otros casi testimonial, pero lo importante es la experiencia que adquieren sobre la pista, en un entorno seguro.

Y así transcurren las horas, los alumnos ganan confianza y ya no es la moto la que los lleva a ellos. Das por terminado el día y les preguntas. Están encantados. Y lo mejor es cuando hablas con ellos una o dos semanas después. Cuando han aplicado en su moto y en la carretera lo aprendido en el curso. Y te dicen que ahora sí, que ahora sí disfrutan en moto. Que se siente más seguros, con más confianza, pero a la vez con más respeto.

Un ejemplo es Miguel Ariza, el ganador de nuestro sorteo que participó, junto a 27 motoristas más, en el curso del pasado 20 de julio y que terminó muy satisfecho con la experiencia: "Estoy encantado con el curso. La organización y los participantes compartimos un ambiente muy bueno ideal para aprender sin agobios. Las sensaciones en pista han sido muy buenas. A pesar de ser la primera vez, aprendí técnica y práctica. Además, dentro de mis posibilidades, aproveché para liberar adrenalina. Una experiencia para repetir"

Y todo ello gracias a un curso de conducción, a unas horas. A un tiempo y dinero bien invertido. Porque nadie nace sabiendo y nadie es capaz de aprender todo por uno mismo. Y porque siempre hay alguien que sabe más que tú y que está dispuesto a ayudarte.

Es por ello que si puedes, ni lo dudes. Tanto sobre dos o cuatro ruedas acude a una escuela de formación. Es la mejor forma de aprender y circular más seguro en el día a día. El que inviertes en tu seguridad, y la de los que te acompañan, es el dinero mejor invertido.