Emilio Zamora y Oscar Castellanos, los integrantes del Ducati Stunt Team, se metieron ayer al público en el bolsillo con su exhibición de acrobacias, saltos y derrapajes con olor a goma quemada, en el acto que puso el broche de oro al Motor Show Festival 2014 del Parque Comercial de Jinamar .

Unas 2.000 personas, entre ellas muchos niños, se dieron cita en la jornada de ayer sábado en el Centro Comercial Las Terrazas, para asistir al doble espectáculo de “Stunt” que ofreció el conquense Emilio Zamora, junto a su paisano Oscar Castellanos, en una especialidad de motociclismo novedosa en Canarias y que sirvió para entusiasmar a todos los asistentes.

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El espectáculo comienza con una Ducati 696 que esconde en su interior secretos ocultos, sobre todo en lo que a palancas de freno adicionales o reguladores del régimen del motor se refiere. Con esta máquina, Emilio es capaz de hacer todas las diabluras que te imagines, y las que no, también. Primero sólo y luego acompañado de su inseparable Oscar. Siempre sonriendo y buscando la complicidad del público, al que sabe contagiarle su entusiasmo en lo que es una clara prueba de sus cualidades como showman.

Tras la 696 aparece en escena una pequeña minimoto Polini a la que Emilio le saca todo el jugo en una secuencia encadenada de caballitos, derrapajes e incluso quemadas de rueda que enardecen a un público entregado. Sin solución de continuidad, Emilio cambia los menos de 10CV de la minimoto por los 198CV de la Ducati 1199 Panigale. Una moto espectacular, con un atronador sonido, que domina y con la que Emilio se empeña en no hacer ni un metro en línea recta. Envuelto en una nube de humo y con el público pidiéndole más, aparece en escena su compañero Oscar con un quad Hyosung sobre el que colocan una rampa sobre la que se lanza espectacularmente el piloto de Cuenca para saltar con una pequeña pit motard sobre cinco valientes espectadores que se ofrecen como voluntarios intrépidos.

Continúan las acrobacias, los saltos, el ruido y el olor a goma quemada con el quad, sólo y a dúo, y los espectadores siguen con la boca abierta y contagiados de la alegría de esta pareja de conquenses que no paran de sonreír a pesar del riesgo que esconde cada uno de los ejercicios realizados. Piden de nuevo la complicidad del púbico y, en esta ocasión, varias chicas reciben un espectacular beso de Emilio que llega a aproximarse a pocos centímetros de ellas con la moto en un complicado caballito invertido. La traca final, literalmente, con un público completamente entregado y enardecido tras más de una hora de espectáculo sin pausa, la enciende la 1199 Panigale con una interminable quemada de rueda «burn out» que coincide con el petardo final de la traca y el sonoro estallido del neumático trasero de la Ducati, que apoyada con la llanta en el suelo, sirve de púlpito al bravo piloto de Ducati que de esta ceremonial manera se despide de un público que ya está deseando volver a disfrutar de su incomparable show.

Sin perder la sonrisa desde las 11 de la mañana, los pilotos de Ducati Stunt Show atendieron, firmaron autógrafos y se fotografiaron con todos y cada uno de los fans que acudieron a la plaza central del centro comercial Las Terrazas, donde tenían habilitada una mesa y una de las motos utilizadas en el espectáculo, y se estuvieron fotografiando con sus simpatizantes hasta bien entrada la noche, momento en que nos atendieron para contestar a unas preguntas para los lectores de Canariasenmoto.

Tras habernos dejado boquiabiertos, nuestro cuestionario pasó a un segundo plano y la entrevista se convirtió en una animada charla con estos alegres showman conquenses: “Todo empezó a los 14 años, ahora tengo 32, contagiado por las acrobacias que vi hacer a AC Faria, comencé a entrenar y a practicar  hasta que un día, aún en el instituto, hice una pequeño exhibición y me di cuenta de que era capaz de meterme al público en el bolsillo”, nos contaba Emilio Zamora con su eterna sonrisa. Para su proyecto se decantó por utilizar la marca Ducati gracias a un acuerdo con el importador español de la marca italiana: “Tocamos a muchas puertas y fueron ellos los que nos apoyaron desde un principio. En esta especialidad lo habitual son los motores japos pero con las Ducati te identificas y te contagias de esa pasión familiar por las dos ruedas que tienen todos los que trabajan para la marca”, continuaba el risueño piloto que tiene en su haber un par de record guinness (En 2009: 24 giros burn out en sesenta segundos y en 2012: 25 giros burn out en sesenta segundos).

“Realmente es un trabajo que requiere un esfuerzo diario, ya sea de trámites administrativos, entrenamiento físico o practicar con las motos, pero no nos dedicamos a esto en exclusiva, yo soy ingeniero y Emilio es profesor de colegio”, nos exponía Óscar Castellanos. “Hacemos unos 60 eventos al año y eso requiere mucho sacrificio. Además es un trabajo al que no te dedicarás toda tu vida, suerte si llegamos a los 40 años pudiéndolo hacer”,  decía sonriendo el otro componente del Ducati Stunt Team que junto a Emilio han llevado su show a lugares tan pintorescos como Daha, Qatar, Emiratos Árabes, Shangai o El Cairo. “No es un deporte que esté reglamentado como otras especialidades. Sólo en algunos países de Centroeuropa o en Estados Unidos hay algo parecido a un campeonato, pero siempre a nivel doméstico” concluía.

Preocupado por la imagen que desde fuera se tiene de esta especialidad, y también desde su faceta de profesor, Emilio nos decía que es fundamental practicar en un entorno cerrado y con todas las medidas de seguridad y equipamiento necesarias: “Muchos que desconocen la realidad, nos toman por macarras, y es que hay muchos que quieren lucirse o demostrar su pericia con la moto y acaban haciendo una gilipollez que les pone en ridículo a ellos y da mala imagen a quien lo hace de manera profesional. La formación es fundamental, desde el mismo colegio, y la imagen que demos a los chavales de esta especialidad depende de la profesionalidad de los que la practicamos”, sentenciaba Emilio Zamora, un tipo realmente genial, abierto y que disimula muy bien con esa cara de chico bueno su capacidad para realizar esas piruetas que nos dejaron a todos los que asistimos al show, con la boca abierta.

Agradecidos por la entrega y la buena impresión del caluroso público de las islas y con la promesa de volver a Canarias en cuanto tengan de nuevo ocasión, los miembros del Ducati Stunt Team seguirán trabajando por la buena imagen de esta especialidad y en conseguir innovar y perfeccionar aún más su amplio catálogo de saltos, derrapes, piruetas y acrobacias para que la próxima vez sea aún mejor.

Con este exitoso evento, el Centro Comercial Las Terrazas se convertía en el punto de encuentro de los motoristas de la isla, y de todos los llegados desde otras para pasar estos días de vacaciones, que sin embargo se quejaban de la poca información que se había dado de este espectáculo: “Hemos llegado tarde, no sabíamos nada, nos enteramos hace un rato por el facebook”, nos decían unos moteros llegados de Fuerteventura. “Ha sido increíble, he venido con mi hijo y juntos hemos vibrado con Emilio y su show”, comentaba otro motorista vestido de pies a cabeza, al igual que su hijo, con los colores rojos de la marca transalpina.

Siendo justos, hay que aplaudir la apuesta del Parque Comercial de Jinamar por traernos por primera vez a Canarias un espectáculo de nivel internacional, que sin embargo hubiera sido merecedor de un escenario con un aforo rodeado de gradas en las que un mayor número de entusiastas de las dos ruedas hubieran podido quedar hipnotizados con las diabluras del Ducati Stunt Team. Como decíamos, ha sido la primera vez y seguro que en próximas ediciones muchos más espectadores acudirán a una cita 100x100 recomendable.

Las Terrazas es un centro comercial, situado entre los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Telde, que el pasado año recibía a más de 5.000.000 de visitantes en sus 90.000 metros cuadrados (20.000 dedicadas a tiendas de moda, fundamentalmente outlet) y que entre sus 3.500 plazas de aparcamiento dispone de espacios específicos acotados para las motos.