Prueba Yamaha Niken, olvida tus prejuicios y déjate llevar

Por fin, y lo decimos porque llevábamos mucho tiempo esperando la oportunidad de probar en nuestras carreteras preferidas aquel “cacharro” que vimos por primera vez en el EICMA de 2017 y que suponía un nuevo referente en el mundo de la moto. Ninguna marca se había atrevido, hasta ahora, a llevar a la serie una moto con tres ruedas y sin la menor concesión a la posibilidad de conducirla con carnet de coche. No, la Niken es una moto seria, para pilotos con experiencia y, debido a sus 115CV, ni siquiera puede limitarse para usuar

Flick Moto Yamaha nos invitó a probar la nueva Yamaha Niken, la primera moto con tren delantero de dos ruedas que llega al mercado y que cuenta con un sistema alternativo de suspensión delantera denominado con el acrónimo LMW “Leaning Multi Wheel System” que ofrece un comportamiento sobresaliente y una confianza de paso por curva que te hace pensar que has crecido como piloto. Sólo necesitas abrir tu mente y olvidarte de que pilotas un vehículo de tres ruedas. La estabilidad y precisión a la hora de afrontar las curvas, sobre cualquier tipo de superficie, son las grandes bazas de una moto que ha llegado para quedarse y que va a ser el referente de nuevas motos que están por llegar.

El precio de la Yamaha Niken es de 16.349 €, matriculada. La versión GT cuesta 17.399 €

Lo más espectacular de la Niken de Yamaha es su contundente tren delantero, aunque no deja de ser una evolución del sistema de multi rueda inclinable “Leaning Multi Wheel” que la firma de los tres diapasones viene empleando desde hace años en la Tricity, aunque obviamente, debidamente redimensionado para hacer frente a las prestaciones de un motor del calibre de la familia MT-09/Tracer900. 

El revolucionario sistema de Yamaha, que va anclado a un bastidor híbrido, con la pipa de dirección fabricada en acero fundido, mientras que el basculante es de aluminio, con un bastidor principal que conecta ambos conjuntos confeccionado en tubo de acero, está formado por un paralelogramo articulado, montado de forma perpendicular al eje longitudinal de la moto. Incluye dos barras, superiores e inferiores, que se mantienen siempre paralelas al suelo, con dos barras en los lados cortos del paralelogramo que van paralelas al chasis de la moto. En esos lados cortos se montan una especie de tijas que soportan las cuatro horquillas invertidas, dos a cada lado, de 41mm las delanteras –guías, exclusivamente- y 43mm las delanteras, que son las que montan los mecanismos hidráulicos y reglajes de precarga, compresión y extensión. Éstas, al ir montadas en el exterior de la estructura, permiten hasta 45º de inclinación.

El giro del manillar se trasmite a las ruedas mediante una barra de dirección “Ackermann” que se une a las horquillas. El sistema está diseñado para permitir que la rueda que queda en el interior se cierre más que la exterior, de forma que da un tacto natural al girar. Todo el conjunto se monta sobre rodamientos de alta calidad. El justo grado de resistencia, rigidez y flexibilidad permite a este diseño híbrido mejorar la sensación natural y de aplomo del tren de doble rueda delantero, y garantiza la agilidad de una moto de corte deportivo con un manejo excelente.

Si lo comparamos con una Tracer 900, el conjunto único de 3 ruedas con tecnología LWM de la Niken ofrece, naturalmente, nuevas cotas con el fin de optimizar la manejabilidad. Así, el basculante de aluminio utilizado es de  552 mm, es decir,  10 mm más largo que el de la Tracer 900 aportando con ello una sensación de gran estabilidad en las curvas. Excepto en la anchura del tren delantero, la Niken no es una moto mucho más grande que la popular trail asfáltica, con unas geometrías calculadas para darle un reparto de pesos con piloto de 50-50%, la agilidad adecuada y una posición de conducción cómoda y natural.

Si nos fijamos en el resto de componentes de la parte ciclo, nos encontramos con elementos nuevos como las dos llantas de 15" delanteras equipadas con neumáticos 120/70R15 V, desarrollados especialmente para la Niken, una medida que busca permitir esos 45º de inclinación mencionados y aportar sensación de agilidad, y otros conocidos como el amortiguador trasero Kayaba asistido por bieletas, regulable también en precarga y extensión (la precarga va con mando remoto para hacerlo de forma rápida y cómoda). El neumático trasero tiene una medida de 190/55 R 17. En cuanto a los frenos, se emplean dos discos delanteros de 298 mm (uno en cada rueda) con pinzas de cuatro pistones, y un trasero de 282 mm.

El motor de de 3 cilindros y 847 cc que impulsa a la Niken se ha desarrollado especialmente a partir del propulsor utilizado en la superventas MT-09, así como en la Tracer 900 y en la XSR900. Se ha trabajado para adecuarlo a esta moto. Cuenta con un cigüeñal con un 18% de mayor inercia, nuevo mapa de inyección, piñones de transmisión reforzados y una nueva relación de transmisión que le dan una respuesta más viva y mayor par. Entrega 115 CV a 10.000 rpm, con un par de 87,5 Nm a 8.500 rpm. Por supuesto, en lo demás emplea todas las tecnologías conocidas de este motor: cigüeñal "crossplane", toberas verticales, cilindros desalineados o embrague antirrebote. En definitiva, un motor de los más usables y eficientes del mercado.

En cuanto a la carga tecnológica, la Niken utiliza toda la asistencia electrónica de la marca japonesa. Un ejemplo de ello es un selector de mapas de motor con tres opciones, control de tracción TCS, control de crucero y un "quick shift" solo para subir marchas que se activa por encima de 20 km/h y de 4.000 rpm y embrague asistido antirrebote (A&S). También dispone de un asistente para las salidas que “revoluciona” hasta el punto ideal, el motor en las arrancadas en primera. El ABS, que es equipamiento obligatorio, aporta el plus de seguridad y confianza que necesita una moto con un peso superior a los 260 kilos.

Sobre la estética de la Niken nadie puede decir que falte innovación, e incluso atrevimiento. Y es que Yamaha siempre ha sabido mirar hacia el futuro con el objetivo de desarrollar tecnologías originales y excitantes, y de aportar conceptos radicalmente nuevos. El estilo musculoso y atlético de la Niken es inconfundible. El doble tren delantero se erige en el punto focal del que fluyen el carenado futurista y el depósito de combustible integrado, dándole una imagen cargada hacia delante que acentúa su perfil agresivo y único. Orgullosos de su trabajo, los ingenieros japoneses, lejos de ocultar la estructura y componentes del mecanismo exclusivo de Yamaha, los han dejado claramente a la vista.

El frontal deportivo incluye doble óptica LED alojada en un carenado aerodinámico y curvado hacia abajo, que no se parece a ningún otro que se pueda ver en la calle, y las luces de doble posición acentúan el carácter fuerte y plantado del doble tren delantero. El morro ancho y la pantalla deportiva de la Niken ofrecen al conductor una relativa protección contra los elementos y, junto con su posición de conducción natural. Los retrovisores derivados de la YZF-R1 llevan integrados los intermitentes LED, y están diseñados para ofrecer una visión clara, incluso al cambiar la posición de conducción.

Desde el depósito de combustible, de aluminio, soldado a mano y con superficies cóncavas que proporcionan una zona de apoyo firme para las rodillas y espacio para moverte libremente, fluye un asiento curvado y serpenteante hacia arriba tiene un diseño espacioso y plano, que ofrece un soporte excelente y un gran nivel de confort. En contraste con su ancho frontal, el colín compacto y elevado, con porta matrícula separado, transmite sensación de agilidad y subraya el estilo revolucionario de la Niken.

Un baño de aplastante lógica… ¡Tres son mejor que dos!

El asiento de la Niken está a 820mm del suelo, es decir, al alcance de casi cualquier talla de piloto. En contra de lo que pudiera parecer, moverla en parado -a pesar de sus 263kg- es más sencillo de lo que parece. El manillar ancho y la estabilidad en parado de una doble rueda delantera lo hacen posible. Ante nosotros encontramos un carenado más ancho de lo habitual, que nos impide distraernos con la doble rueda, una cúpula que hace concesiones a la estética y un panel LCD con fondo negro que muestra claramente toda la información clave al conductor y proporciona una visibilidad excelente, ya sea de día o de noche.

Comenzar a rodar con la Niken es, más que nada, un reto para tu mente. Debes olvidarte de lo que hay bajo el carenado y disfrutar de las sensaciones. Desde el primer momento sorprende la precisión y la fidelidad con la que sigue la trazada. Inclina sin el menor esfuerzo y hay una menor transición de pesos en aceleraciones y frenadas. En cinco minutos te has convertido al “Nikenismo” y desaparecen todos los apriorismos que pudieras haber forjado en tu mente sobre un artefacto de tres ruedas.

El “duende” de la Niken, como decía Héroes del Silencio, “te invita a soñar” y sientes que ha mejorado como por arte de magia el asfalto de las carreteras del norte de Gran Canaria; incluso que las piedras sueltas en nuestro camino por El Risco hacia La Aldea, han desaparecido milagrosamente. El único límite, el de los 45º de inclinación, es otra de las excusas que dejan de servirte para convencerte de que la Niken no es para ti. Puedes tumbar, sin miedo, y seguir tumbando, incluso cuando los avisadores de las estriberas emiten sus agudas quejas sobre el árido asfalto, con la seguridad de dibujar la trazada perfecta.

Yamaha ha acertado; y no sólo con este innovador sistema de tren delantero de doble rueda, lo ha hecho también al acoplarlo a uno de los motores más conseguidos del mercado que, sin ser de los más potentes, sí que es de los más utilizables del panorama actual de la moto. El sistema es efectivo, porque a pesar del engorroso y voluminoso entramado de levas y bieletas del tren delantero, la moto no se siente más pesada que cualquier otra “trail” de su peso. A cambio ofrece un comportamiento sobresaliente, tanto en recta como en curva y con una posición de conducción tan cómoda que los kilómetros se suceden sin el menor signo de fatiga para el piloto.

Que nadie piense que conducir la Niken es algo así como manejar un “Can-am Spyder” o una moto de nieve (lo decimos por lo de Ni-Ken “dos espadas”), la nueva Yamaha es, se siente y se pilota como cualquier moto y es igual de divertida y de efectiva. Nada de sensaciones anormales o de periodos de adaptación. Como hemos repetido varias veces, lo único que necesitas adaptar es tu mente y en pocos kilómetros estarás “tumbado” en las curvas, incluso más que con otra moto de “solo” dos ruedas.

El motor CP3 de Yamaha, viejo conocido, empuja sin inmutarse en cualquiera de las 6 relaciones de su cambio. Es un motor que ofrece un funcionamiento redondo, sin vibraciones y con un gran caudal de par motor a lo largo de todo el régimen. Dispone de varios modos de conducción, aunque el “estándar”, el 2, combinado con un "quick shift" (qué pena que sólo sea para subir marchas) ofrecen un rendimiento acorde a la mayoría de las necesidades de los usuarios. El “1” ofrece mayor carácter al inicio de la aceleración y el “3” lo dejamos para conducción sobre agua o asfalto en muy mal estado. También puedes escoger entre dos niveles de asistencia del control de tracción.

Me declaro fiel seguidor del "Nikenismo"

El agarre del tren delantero también destaca en las frenadas. Ofrece una potencia y control, excelentes, y eso que la confianza que ofrece te hace llegar más rápido a la siguiente curva. En carreteras como las de Canarias, con muchas curvas y pocas rectas, la Niken es realmente divertida, y segura. Ofrece un plus de aplomo en cualquier situación e incluso permite corregir, sin quejas del chasis, en medio de la curva cuando te encuentras, de frente y por tu carril, un coche despistado.

Y a pesar de estar en las afortunadas, durante el mes de febrero, por el norte de Gran Canaria, no es improbable encontrarte con algún chaparrón que empape la carretera, lo que obliga a reducir el ritmo y confiar en un sistema del que la lógica dice que debe ofrecer más agarre en este tipo de situación. “Nada malo puede pasar”, me digo. “Si siempre he tenido confianza con mi moto bajo la lluvia, ahora que llevo una moto con dos ruedas y doble horquilla lateral y ABS, seguro que puedo ir mejor”. Y efectivamente, así es. Otra vez toca “abrir la mente” y confiar en un sistema que aporta más ventajas que inconvenientes y que, al final, te permite disfrutar de la conducción con mayor seguridad. Es más probable sentir moverse el tren trasero a que el delantero pierda la trazada.

Como decíamos al comienzo, teníamos muchas ganas de subirnos a la Niken y explorar el nuevo concepto de Yamaha. El resultado de la experiencia no puede ser más positivo. La Niken permite un paso por curva al alcance de muy pocas motos, pero además lo hace con mayor seguridad y con menos esfuerzo para el piloto. Es una moto realmente cómoda -imagino cómo será la versión GT con una cúpula más alta y puños calefactables, para el invierno- que invita a no parar hasta que los 18 litros de su depósito avisen para el repostaje. La Niken supone una auténtica revolución en el mundo de la moto y una aplastante lección de lógica al confirmar que tres puntos de apoyo ofrecen mayor estabilidad que dos.

Yamaha ha arriesgado mucho, pero ha lanzado al mercado una motocicleta que ofrece unas sensaciones de conducción inimaginables y un extra de confianza que sólo podrás descubrir poniéndote a los mandos de la nueva Yamaha Niken.

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Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto