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Prueba Yamaha MT-10 Tourer Edition, el viaje más excitante de tu vida

16 de Junio de 2017

Prueba Yamaha MT-10 Tourer Edition, el viaje más excitante de tu vida

Si a la naked más potente de Yamaha le añades un completo paquete de equipamiento para dotarle de mayor autonomía y confort, tendremos una de las motos más excitantes del mercado a la hora de emprender un viaje en el que lo que menos importará será el destino.

 

Recientemente hemos tenido la oportunidad de probar la versión Tourer Edition de la MT-10, por cortesía de D´Motos, el distribuidor autorizado de Yamaha en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Una versión que mantiene intactas las impresionantes prestaciones de su motor y las excelentes cualidades dinámicas de su parte ciclo pero que ha ganado radio de acción gracias a unas maletas laterales que te proporcionan toda la funcionalidad adicional que exige tu estilo de vida, un soporte para GPS que simplifica el montaje de un navegador GPS, parabrisas alto para no acabar con un cuello como el de Fernando Alonso, un asiento más confortable y unos protectores para las manos que las protegerán de inclemencias, insectos y piedras. En definitiva, una naked potente y precisa que está más preparada que nunca para llevarte… hasta el infinito y más allá.

 

Precio Yamaha MT-10 Tourer Edition.- 16.999 euros

 

 

Si dibujáramos una pirámide con las naked disponibles en nuestro mercado, la MT-10 de Yamaha estaría en la cima. Es la naked más potente fabricada jamás por la marca de los tres diapasones. Una imagen agresiva, con ese inconfundible diseño con el que Yamaha llama a los usuarios para tentarlos al lado oscuro, que la han convertido en una moto de culto entre los amantes de las dos ruedas. No hay más que ver la cantidad de curiosos que se arremolinan alrededor de ella en cuanto la dejas unos minutos, aparcada en la calle.

 

Pero Yamaha ha querido ir un paso más allá y la ha dotado de un paquete de accesorios que la convierten en una moto más utilizable y polivalente, que abre las puertas a un segmento de usuarios que buscan, por encima de otras cualidades, versatilidad y funcionalidad.

 

Con la MT-10 Tourer Edition, Yamaha no introduce un modelo nuevo en su catálogo, lo que hace es ofrecer un interesantísimo paquete de accesorios que, por separado, tendría un coste mucho más alto; es decir, que cualquier propietario de MT-10 puede llegar equipar su moto siguiendo el camino marcado por la Tourer Edition. Desde el parabrisas sobre elevado, el asiento más confortable y con ese toque de exclusividad, las maletas laterales semirígidas, en las que cabe más de lo que parece, y el soporte para el navegador, uno de los elementos más prácticos para los que van a emprender viaje a lugares desconocidos. Además, para unidades limitadas, la versión incluye de serie, la excitante melodía de un Akrapovic.

 

 

Al igual que la versión básica, recordemos que también está disponible una versión MT-10 SP, con un sistema de suspensión deportiva electrónica Öhlins, instrumentación TFT exclusiva a todo color y unos colores deportivos especiales (18.299€), la Tourer Edition ofrece una sensación de conducción realmente emocionante gracias a su poderoso motor de cuatro cilindros en línea derivado de la R1, una ergonomía relajada y natural, y una electrónica al servicio del piloto que te permite concentrarte en la conducción. Unas sensaciones que ahora se vuelven más largas e intensas gracias a los nuevos accesorios de la Tourer Edition.

 

La MT-10 es una moto única. Una moto que no quiere saber nada de modas o tendencias. La “hypernaked” más potente que jamás haya salido de una fábrica japonesa, esconde muchos secretos; entre ellos la certeza de que vas a disfrutar como un niño tanto en las salidas por carretera como en los desplazamientos diarios por tu ciudad. A pesar de su poderoso motor derivado de la R1, la MT-10 es una moto 100x100 utilizable para el día a día. Sus 160CV pueden ser los más dulces de la historia de la marca. Una potencia dosificable, continúa y precisa que conjuga con una parte ciclo diseñada para disfrutar, ágil y cómodamente de cualquier trazado. ¿Te resulta sugerente?

 

Eso de que las deportivas han pasado de moda no es del todo cierto. Nuestra protagonista es una de esas naked que heredan el nivel más alto de tecnología y prestaciones. Y no de una moto cualquiera; de la YZF1000 R1, una de las hyper deportivas más efectivas del mercado. Nadie puede poner en duda en ADN deportivo con el que Yamaha impregna cada una de sus motos. La actual familia MT de la firma de los diapasones hace gala de ello y la MT-10 es la culminación de la gama. Su chasis y suspensiones son similares al de su hermana más deportiva y hereda el motor de la R1, aunque sin bielas de titanio o llantas de magnesio; detalles prescindibles en el mundo real.

 

Al igual que el resto de los componentes de la gama MT, la estética de la MT-10 es rompedora. Una moto que entra por la vista, a pesar de algunos aspectos de su diseño que sorprenden por su atrevimiento, lo que no se le puede negar es su deslumbrante personalidad. Una moto que no sigue las líneas de ninguna otra del mercado, con un marcado carácter irreverente que, sin embargo, gana mucho en vivo. La cúpula sobre elevada, los protectores de puños y las maletas laterales no hacen más que acrecentar ese aspecto gamberro de una moto sin límites, ahora más que nunca.

 

Subidos en ella, su motor te engatusa nada más cobrar vida. Su excitante ronroneo anuncia grandes momentos. La melodía no es estridente aunque sí tiene una excitante melodía que provoca que las cabezas se giren a tu alrededor. Una de las primeras sorpresas de la MT-10 es su dulce comportamiento en ciudad. Ninguna deportiva va a ofrecer tanta versatilidad como el máximo exponente de la familia MT. El bajo régimen para moverte callejeando es dulce, con un tacto casi eléctrico, y cuando quieres dejar atrás las aglomeraciones, la contundencia de su medio régimen te catapultará con una buena patada.

 

 

Llegado el momento de salir a territorio conocido por el norte de Tenerife, para sacarle todo el partido -a nuestro alcance, claro está-, la MT-10 demostró sobradamente estar por encima de todo lo conocido en la marca. El chasis deltabox de aluminio es imperturbable en cualquier situación. Por mucho que le exijas, siempre ofrece un comportamiento férreo y noble. El equilibrio del conjunto de suspensiones es ejemplar con los reglajes de serie, al menos para nosotros, pero permite modificar y ajustar todos los parámetros posibles.

 

Dispone de tres mapas de potencia “STD” estándar, “A” sport y “B” supersport para digerir los caballos en función de tu estado de ánimo o de la carretera que tengas por delante. En cualquiera de ellos el torrente de potencia es inagotable, al menos para un uso civilizado. En modo “STD”, el más adecuado en ciudad, permite ir más relajado con el mando del gas aprovechando todo el par motor de la zona baja y media. En el modo “A” las aceleraciones son más fulgurantes, y los kilómetros pasan más deprisa. Sin embargo, para los que aún nos consideramos jóvenes, el modo fullpower “B” ofrece ese extra de excitación que no te dejará conciliar el sueño si una MT-10 duerme en tu garaje.

 

Poner a prueba todo el potencial de la hypernaked de Yamaha es una tarea que exige esfuerzo. Es como esa pareja que te obliga a cuidarte día a día y a estar atento en todo momento, sin distracciones. Al mínimo despiste con el mando del gas, te “castigará” buscando ganar altura con su rueda delantera. Reacciones nobles pero que necesitan determinación y una buena dosis de experiencia si quieres estar a la altura del máximo empuje. A cambio, arrancará de tu cara esa expresión de satisfacción que sólo los que han probado los placeres prohibidos, saben apreciar.

 

 

La constancia y entrega lineal de potencia es uno de los mejores baluartes de la MT-10. En tramos como el que va desde “Santiago del Teide” a “El Tanque” te sientes en la gloria, da gusto dibujar zonas enlazadas de curvas siguiendo fielmente la línea trazada por tu mente. El cambio, rápido y con el embrague asistido, te invita a jugar con las seis marchas, aunque puedes ahorrarte una buena parte de ellas. Algo que no harás, por puro placer.

 

Dispones de amortiguador de dirección, control de tracción, embrague anti rebote y un equipo de frenos que te permiten “bailar sobre una moneda”. El comportamiento de la parte ciclo es ejemplar, capaz de digerir todo el empuje y anticipando reacciones que tal cantidad de potencia provoca, hasta que destella la “blanca luz” de su avisador de sobre régimen… Disfrutando de una inagotable cifra de potencia y par motor.

 

Las ayudas electrónicas se encargan de filtrar y minimizar tus fallos de pilotaje. No es que la Yamaha sea un robot o un “transformer” inteligente -aunque algo en su aspecto te hace sospechar-, pero es capaz de adaptarse a tu estado de ánimo, ofreciendo siempre lo mejor de sí misma para que tú disfrutes contando siempre con esa confianza que ofrece la asistencia electrónica.

 

 

Siempre es bueno contar con una segunda opinión…

Poder contar con la impresión de una usuaria habitual de moto deportiva nos ha servido para reafirmarnos en muchas de nuestras valoraciones. María José Brito, una de las componentes de Moteras Tenerife a la que le encanta la subida a “Los Loros”, nos acompañó durante la prueba de esta Yamaha MT-10 Tourer Edition y quedó encantada con la experiencia: “Me ha sorprendido mucho, sobre todo por el atrevido aspecto de la moto y por la postura de conducción, más recta que mi CBR600. Es alta, pero dentro del margen utilizable por cualquier chica”, aseguraba tras los primeros kilómetros sobre la Yamaha de D´Motos.

 

María José lleva toda la vida con motos de cambios, desde una 125 a su actual 600, y siempre había tenido la impresión de que el motor de su CBR era más progresivo que el de las Yamaha: “He pilotado siempre con el mapa de potencia más suave, por si acaso”, decía, mientras comprobábamos que en las maletas cabe todo lo que una mujer necesita para un fin de semana. “El acelerador es rápido y la potencia llega de manera fulgurante. Son 160 caballos, y se notan. En todo momento sientes la caballería que tienes en el puño derecho, pero la nobleza del chasis, las ayudas electrónicas y unos frenos descomunales te hacen ganar confianza a la hora de trazar las curvas”, afirmaba, aún sonriente cuando se quitaba el casco y aparecía esa melena rubia. “Es tan abrumadora como divertida”, sentenciaba.

 

 

Con la Tourer Edition tendrás la moto completa. No necesitarás nada más. No echarás en falta más potencia, ni mejores frenos o ni un chasis más rígido. Ni siquiera te quejarás de la postura de conducción o de la falta de ayudas electrónicas. Es de las motos más cómodas de la categoría. La forma de empujar de su motor es prodigiosa y el control que ejerces sobre ella te permite disfrutar dominándola. Lo único que vas a necesitar es presupuesto, tiempo y un mapa del mundo extendido sobre la mesa, para recorrerlo con la incansable MT-10.

 

Yamaha ha hecho “pleno al 10” con la MT-10. Una moto que al pilotarla sabes que estás disfrutando de las mejores motos del mercado. Su condición de tope de gama de la familia MT la hace ideal para aquellos que quieren seguir sintiendo sensaciones fuertes sin las exigencias de una radical súper deportiva. Una moto capaz de todo, en la que el único límite lo pones tú.

 

Unidad de prueba cedida por D´Motos, concesionario oficial Yamaha en Santa Cruz de Tenerife

 

Equipamiento utilizado en la prueba: Casco Shark Race-R Pro Miles, guantes Alpinestars GP Air y mono Alpinestars Challenger-V2 (Disponible en D´Motos y Motard Class)

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 
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