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Prueba Yamaha TMAX 2017, el rey de los maxiscooters, max que nunca

23 de Mayo de 2017

Prueba Yamaha TMAX 2017, el rey de los maxiscooters, max que nunca

Mantener el reinado a lo largo de 16 años es un reto complicado del que, sin embargo, la marca de los diapasones ha sabido salir reforzada con esta sexta versión del maxiscooter deportivo más exitoso del mercado. El icono de la marca japonesa ha conquistado el mercado desde que vio la luz por primera vez en 2001. Según los datos ofrecidos por Yamaha, son ya 235.000 unidades las que satisfacen a clientes de todo el mundo. Clientes que en un 40% de los casos repiten experiencia renovando su TMAX. En Canarias, en 2016, se vendieron un total de 38 unidades, erigiéndose en líder del segmento de las grandes maxiscooters.

 

Aunque sin perder ni un ápice de la filosofía que ha llevado a lo más alto del pedestal al TMAX 530, la nueva versión 2017 llega cargada de importantes novedades que pudimos probar, en la versión intermedia “SX” en la isla de Tenerife por gentileza de D´Motos, concesionario oficial de la marca de Iwata para la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

 

El nuevo TMAX 530 llega con tres versiones diferentes según el nivel de equipamiento: TMAX (estándar), TMAX SX, con dos mapas de potencia y control de tracción y TMAX DX, con todo lo del “SX” más pantalla eléctrica, control de crucero, puños y asiento calefactable y amortiguador regulable.

 

Los precios según versión son los siguientes: TMAX.- 12.299 €, TMAX SX.- 13.199 € y TMAX DX.- 14.199 €, en todos los casos con matriculación incluida y listos para salir a rodar con tu permiso de circulación A2.

 

 

Antes de nada, centrémonos en las novedades de la versión, perdón, de las versiones 2017. Como decíamos, el requisito inquebrantable a la hora de renovar su maxiscooter premium era hacerlo sin perder sus principales cualidades; deportividad y funcionalidad. Como en la mayor parte del catálogo de las marcas, la entrada en vigor de la Euro4 ha sido aprovechada para refrescar “el orgullo” de la marca de los diapasones sin perder ni un ápice de su orientación deportiva.

 

El TMAX sigue siendo el más ligero de la categoría, aún “max”, con 20 ó 30 kilos de diferencia, según modelo. El chasis ha sufrido una dieta de adelgazamiento que le ha hecho perder 9 kilos sin perder rigidez estructural. El basculante es ahora unos 4 centímetros más largo, lo que permite incorporar un sistema progresivo de bieletas para ayudar al amortiguador trasero, colocado en posición horizontal. Manteniendo la misma medida de neumáticos, las llantas son más ligeras, sobre todo la trasera que pasa de 5 a 4,5 pulgadas de garganta. La correa de transmisión secundaria se ha estrechado, pasando de 40 mm de anchura a 25 mm, gracias a la utilización de fibras de carbono, más ligeras y resistentes.

 

La geometría de la horquilla invertida de 41mm se ha adaptado a las nuevas características del chasis de aluminio, aunque se mantienen las contundentes pinzas de freno delanteras monobloque de cuatro pistones con anclaje radial. La carga visual del escape se visto aligerada gracias a que es 7 centímetros mar corto, buscando además, centrar los pesos. También se renueva la llave electrónica y aparece un caballete central dotado de inmovilizador desde el manillar. La pantalla deriva brisas es ajustable en dos posiciones en los modelos “estándar” y “SX”, y se acciona electrónicamente en la versión “DX”.

 

 

El motor se adapta a la Euro4, aunque el cambio más significativo es la adopción del acelerador electrónico YCC-T que trae consigo el control de tracción o los dos mapas de potencia. Este sistema permite dosificar con mayor precisión la apertura de los cuerpos de inyección desde la centralita. La refrigeración de la termodinámica, la caja de admisión mejorada y diversos parámetros de en los mapas de inyección consiguen perder sólo medio CV respecto a la versión anterior, a pesar de las restricciones necesarias para superar la Euro4. El fabricante dice que se compensa con el menor peso y, después de haberla probado a fondo, os podemos adelantar que sí, que esta nueva TMAX es la mejor de la historia.

 

Otra de las que sin duda será una de las novedades mejor recibidas por los usuarios del TMAX es el aumento de su capacidad de almacenamiento gracias a un hueco bajo el asiento ligeramente más espacioso, que ahora nos permite guardar en su interior dos cascos jet o uno integral. Todas las cerraduras se manejan desde el manillar. Además conserva el freno de mano y la guantera en la parte derecha, donde podemos guardar pequeños objetos personales, con toma de 12 V para la recarga de móviles. La única crítica es su complicada apertura.

 

El cuadro de instrumentos ha sido debidamente refrescado con un display central con pantalla TFT (con información de todos los parámetro necesarios, incluidos testigos de modo de motos y control de tracción) y con menús que se pueden accionar desde el puño izquierdo. Para el derecho quedan los cambios de modo del motor. Y bajo nuestras partes nobles, los de la apertura del asiento y el depósito de la gasolina. También hay nuevos pulsadores, en la parte central del manillar, que sirven para apagar el vehículo y para bloquear la dirección. Así mismo ha sido mejorada la llave presencial, con inmovilizador, para arrancar la moto sin sacarla del bolsillo. Las versiones “SX” y “DX” disponen además de navegador y localizador GPS para disuadir a los ladrones.

 

 

Aumentar la capacidad del hueco bajo el asiento sin perjudicar otros aspectos es complicado. ¿Qué se ha sacrificado? La anchura del asiento. Aunque mantiene la misma altura a 800mm, ahora es más complicado llegar al suelo y por lo tanto, bajar y subir o remar con los pies para maniobrar en parado. Pero ese pequeño inconveniente se ve recompensado por lo liviano del conjunto, sólo 213 kilos (222 en la versión 2016), y en cuanto te pones en marcha puedes subir los pies y disfrutar del maxiscooter más fino y preciso del mercado.

 

No necesitas más velocidad que la habitual en ciudad, unos 40 km/h, para apreciar la suavidad, precisión y empuje del TMAX. El embrague de discos múltiples es delicioso. El trabajo que Yamaha ha hecho es esta nueva generación se traduce en practicidad y confort, que cobran mayor protagonismo sin perder cualidades deportivas. Si has probado alguna de las versiones anteriores del TMAX descubrirás que los cambios en el bastidor, la transmisión o las llantas ofrecen un comportamiento más preciso, dócil y ligero. La maniobrabilidad y la agilidad a la hora de desenvolverte entre los coches han ganado muchos enteros, aunque si de verdad quieres emocionarte con el nuevo TMAX llévatelo a una zona de curvas y se te caerá la baba.

 

El comportamiento deportivo sigue siendo el apartado diferencial frente a modelos de otras marcas que lo han intentado con más o menos acierto. No hay nada igual en el mercado. Y eso que los hay más potentes, más radicales e incluso, más caros. Pero si de algo puede presumir el TMAX es del equilibrio perfecto. Nadie ha conseguido sacarle mayor partido a un motor de “solo” 35KW (unos 46,5 CV), que lo ponen al alcance de los usuarios del A2. Chasis, frenos y suspensiones están excepcionalmente ajustados a la potencia y peso del TMAX consiguiendo un equilibrio dinámico inigualable.

 

 

Gracias al acelerador electrónico, el nuevo TMAX 2017, en las versiones “SX” y “DX”, se beneficia de dos modos de potencia del motor; por un lado la “S” (sport) que es la opción full power, la de siempre, y por otro, la “T” (turismo), que además de recortar en 8 CV la potencia, dispone de mayo suavidad a la hora de traducir el giro del gas con el giro de la rueda trasera. Una interesante opción a la hora de circular sobre firmes deslizantes, por agua, por áridos o por cualquier otro elemento sospechoso que encontremos en el asfalto. Además, disponemos del TCS (control de tracción) que además poder desconectarlo, trabaja en función del modo de motor elegido. Un elemento de seguridad que nos parece realmente acertado para circular con mayor seguridad por carreteras como las de Canarias, donde abundan las sorpresas a la salida de las curvas.

 

Conducir a ritmo de paseo o pilotar el TMAX, es siempre una experiencia deliciosa. Ni una sola vibración que te impida disfrutar de la conducción. Ni un mal gesto que te saque de la trazada, aunque estés pasando sobre una zona rizada o sobre la tapa de una alcantarilla que, en el norte de Tenerife, tienen la manía de colocar en el centro del carril. Nada desdibuja la compostura de un maxiscooter único, tan bien rematado y equilibrado como el TMAX. Se nota de mejora de las suspensiones, más firmes y progresivas, sobre todo en el tren trasero, gracias a las nuevas bieletas. Motor progresivo, chasis ligero y una trasmisión perfecta ofrecen la experiencia de conducción que año tras año, conquista a miles de amantes de “las motos” en todo el mundo. Porque si hay un maxiscooter que ofrezca “sensaciones de moto”, ese es el Yamaha.

 

Un vehículo que además de crecer dinámicamente, ha mejorado ostensiblemente en funcionalidad y adaptación a las necesidades reales de los usuarios. Comenzando por un equipamiento notablemente superior que incluye una pantalla TFT con sistemas de conectividad y navegador, así como la nueva dotación electrónica que se extiende a la seguridad en forma de control de tracción, control de crucero y dos modos de conducción. También el hueco más amplio bajo el asiento, en el que cabe un verdadero casco integral talla XL y sobre hueco para uno tipo jet, mejoran la vida diaria. Y es que la funcionalidad era, quizás, uno de los aspectos menos cuidados de Yamaha pero que con la versión 2017 ha sabido dar respuesta a esos clientes que además de deportividad aspiraban a una mayor comodidad.

 

 

La segunda opinión…

A pesar del éxito de ventas del TMAX, sigue siendo un modelo eminentemente masculino. Y para conocer las opiniones de alguien del sector de usuarios que en mayor número está accediendo al mundo de las motos, nos referimos a las mujeres, contamos con la colaboración de Marga Brito, una mujer con trece años de experiencia sobre dos ruedas y que actualmente conduce una Honda CBR600RR: “Me ha gustado. Es muy fácil de llevar, en las curvas se mueve con mucha agilidad y frena estupendamente”, nos contaba esta chica miembro de “Moteras Tenerife”, tras su primera experiencia con un maxiscooter

 

“Nunca había conducido un aparato como éste”, reconocía con una sonrisa. “La única dificultad que he encontrado ha sido a la hora de bajar y subir. El asiento no es que sea alto, es ancho y te obliga a separar las piernas con lo que no llegas bien al suelo. Pero en cuanto abres gas, todo cambia. La conexión entre tu cerebro y la rueda trasera es instantánea, nada que ver con otras scooter. Abrir gas es un vicio sensitivo, de aceleración y melodía. La potencia es la adecuada para divertirte y la progresividad excepcional”, afirmaba Marga que, según ella, ha sido más fácil su primera vez con el TMAX que con su CBR600RR.

 

“Parece una moto eléctrica, no vibra nada. Aceleras, escuchas el escape y piensas en la siguiente curva. Nada más sencillo. Es excitante. Las sensaciones son de moto. Es un aparato tremendamente sofisticado. No me esperaba que fuera así, tan efectivo y contundente. Le coges rápido el tranquillo y comienzas a disfrutar en muy poco tiempo”, señalaba esta motera que comenzó con una “cientoveinticinco” de Honda y que no se ha apeado aún de la marca del ala dorada. “Es mi marca fetiche, pero experiencias como éstas te hacen plantearte muchas cosas”, terminaba, diciéndolo con la boca pequeña.

 

 

El líder del segmento ha evolucionado, aunque lo ha hecho sin perder su legendario equilibrio. Ahora es más ágil y con mayor capacidad. Incorpora más electrónica y te hace la vida más fácil y segura. Y todo ello disminuyendo su peso y sin incrementar su volumen.  Su estética sigue siendo el referente en diseño y en aditamentos innovadores como los grupos ópticos, delantero y trasero, full led. Incluso el tímidamente criticado escape de 2016, pasa a ser más corto y a estar colocado en una posición más elevada.

 

A pesar de los intentos de sus rivales, la experiencia de Yamaha se ha dejado notar elevando aún más el listón y por la tanto su posición como rey de la categoría. Su incremento de precio, en mayor medida debido al cambio de catalogación de grupo en cuanto al CO2, está justificado con las mejoras dinámica, funcional y de seguridad, que a pesar de parece difícil, el fabricante ha sabido mejorar para ofrecer a sus clientes el mejor TMAX de la historia, que además se ramifica en tres modelos para adaptarse a las demandas específicas de cada cliente.

 

Unidad de prueba cedida por D´Motos, concesionario oficial Yamaha en Santa Cruz de Tenerife

 

Equipamiento utilizado en la prueba: Casco Shark Race-R Pro Miles, guantes Alpinestars GP Air y mono Alpinestars Challenger-V2 (Disponible en D´Motos y Motard Class)

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 
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